8- Tercera advertencia.

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-Creo que... yo... ya me voy....- Logré pronunciar antes de mirar a Alan por última vez y marcharme de allí lo más rapido posible. Pero no sin antes escucharlos hablar de mi.

-¿Y esa niñita quién es?- Preguntó la chica ¿molesta?

-Nadie importante.- Le contestó el.

¡Auch! Eso dolió.

¿Qué estabas pensando Luna? ¿Dejarte besar por Alan? ¿No ves que no le importas? Y mira que tiene novia. ¡No debería tener ni el más mínimo roce con él!

-¡Todos los hombres son un asco!- Digo por lo bajo mientras entro al Instituto.

El enfermo de Diego, el mujeriego de Alan, el cerdo de Stevan- pensé y mientra más lo hacía más me enojada.

(...)

Las clases habían culminado y me sentía mal, tenía que volver a casa y esconderme como siempre.

-Vamos.- Dijo Nicky llevándome del brazo. -¿Enserio no puedo ir a tú casa?- Niego con la cabeza ante su pregunta. -¿Qué clase de inhumanos son ellos?- Preguntó y sonreí.

-Créeme, llevo años preguntándome eso.- Dije y ella sólo suspiró.

-Luna.- Me llamó Josh para que nos marcharamos así que me despedí de Nicky con un beso en la mejilla.

Una vez en mi casa Josh se paró frente a mi, con su rostro serio y preocupado al mismo tiempo.

-Cualquier cosa por favor Luna, marca mi número.- Dijo observando la puerta de casa.

-Te lo aseguro.- Le dejé un beso en la mejilla y entré a casa.

Para mí buena suerte no encontré a nadie en la sala, de todas maneras y como siempre, me dirigí a mi habitación. Entré sin problemas poniendo seguro de inmediato a la puerta, dejé todo en la cama y me dirigí al baño, una vez que terminé me puse mi pijama y me acomodé en la cama con intención de estudiar un poco.

Tarde de la noche decido bajar las escaleras para buscar algo de comer, había olvidado que aquí me odian a muerte y que la última vez tuve un horrible encuentro con Stevan.

Llegué a la cocina y encuentré una manzana en la nevera, por lo visto no han hecho sus compras, y como mi hambre no era grande decidí cojerla e irme; salí de la cocina y creo que se me fue el alma al ver a Stevan apoyado en la escalera con una media sonrisa. Eché hacia atrás mientras él caminaba hacia mi, corrí a la cocina e intenté buscar con que defenderme pero ya era muy tarde. Stevan me agarró por la cintura y me pegó a él con brusquedad haciendo que la manzana caiga al piso.

-¡Suéltame!- Comencé a lanzarle golpes que parecian no dolerle.

Tengo miedo de que vuelva a tocarme o a golpearme, ¡los padres no hacen eso!

Él te odia y no le importas Luna. - Me recordó mi subconsciente.

-Te lo advertí cariño.- Su aliento apestaba a puro alcohol. Está borracho y eso me hacia sentir mucho asco.

Él me empujó con rudesa a la pared logrando que con el impacto me pegara muy fuerte en la cabeza. Cerré los ojos mientras me quejaba por el dolor, de inmediato llevé mi mano a la zona adolorida y la sobé para calmar el dolor.

-Te prometo que lo pasaremos bien.- Me agarró ambas manos con su mano izquierda y empiezó a desabotonar su pantalón con la otra mano.

-¡Ayuda!- Grité pero lo que recibí a cambio fue un golpe de su parte.

-Como grites, tte irá peor.- Me miró intimidante y yo solo aparté mi mirada.

Mi cabeza me palpitaba fuertemente por el dolor, mis lágrimas no tardaron en hacerse presente al no poder hacer nada para alejarlo de mi. Tengo que detenerlo, no puedo permitir que me dañe más, necesito salir de aquí como sea. Él logró bajar su pantalon mostrando solo sus boxers. Luego llevó su mano hasta mi abdomen y me comenzó a acariciar mientras subía hasta llegar a la parte baja de mis senos. Sentir asco era poco, quería vomitar. Comencé a mirar por todos lados y a mi derecha vi una botella de alcohol media llena. Stevan comenzó a rasgar mi ropa lentamente hasta romper mi camiseta, sus movimientos eran torpes pero fuertes. Como pude solté una de mis manos, rápidamente cogí la botella y la estrellé contra su cabeza mientras golpeé sus miembros.

Stevan cayó de inmediato retorcido por el dolor, sin pensarlo aproveché y como pude caminé hasta mi habitación, puse seguro, cogí mi móvil y me deje caer al lado de la puerta.

-¡Hija de puta!- Fue lo último que escuché.

¿Qué pasó allá abajo? ¿Mi padre iba a abusar de mí? ¿Debería llamar a Josh? ¿Y si se complican las cosas? ¿Esta es una estúpida pesadilla?

Esas y miles de preguntas más me estaban atormentado en ese momento....

(...)

La alarma comenzó a sonar en mis manos y de inmediato la apagué, y otra vez me encontraba en el mismo sitio, sin haber comido nada y sin poder dormir.

Me levanté con cuidado y fui al baño, hice mis necesidades y salí de allí. A noche puse la alarma una hora antes para salir temprano de casa y no ver a "mis padres".

Después de vestirme fui al espejo y me maquillé un poco, por suerte aquel golpe no era tan fuerte y sólo tenía un pequeño colorete rojo.

Al rato le dejé un mensaje a Josh diciendole que lo esperaba fuera, sólo duró unos minutos y apareció. Nos saludamos y nos dirigimos a la escuela. Lo bueno fue que no notó nada raro. Al llegar entré a mi salón de clases, esta hora la compartía con Nicky y el enfermo de Diego así que sin más entré con ella.

Allí comencé a sentirme muy mal, me dolía mucho la cabeza y suponía que era por el golpe ese de ayer, traté de no darle importancia y seguir en la clase pero fue inútil.

-Profesora puedo ir a enfermería, me siento muy mal.- La interrumpí.

Ella asiente. -Está bien.

-Búscame cuando den receso.- Le susurré a Nicky y me dispuse a salir.

Mientras caminaba por el solitario pasillo masajeaba mi cabeza por el dolor para ver si podía calmarlo un poco.

Escuché pasos como es normal en el pasillo así que no me molesté en voltear a ver...

'Quizás sea algún alumno que irá al baño o que anda pasillando'.

-¡Luna!- Fruncí las cejas al oír mi nombre.

Esa voz....

Esa voz me hizo pararme de inmediato para luego retroceder lentamente pero al sentirlo detrás de mi decidí correr, no quiero estar cerca de él.

-¿A dónde vas tan rápido?- Agarró mi pelo y tiró tan fuerte de mi haciendome daño.

-Diego, suéltame por favor.- Supliqué mientras me quejaba de dolor.

-Tú te callas y vienes conmigo.

-No, por favor...-  Supliqué nuevamente. Pero está vez con voz temblorosa, aún así intenté soltarme aunque solo logré hacerme más daño.

-¡Qué te calles!- Jaló mi pelo muy fuerte y comenzó a caminar conmigo hasta sacarme del Instituto y llevarme a su auto. -Sube.- Dijo serio. Pero no lo hice, sé que si subo todo se va a complicar y no quiero eso.

-No.- Dije desafiante.

-¡Qué te calles!

Su mano impactó contra mi cara tan fuerte que me hizo retroceder. De pronto siento mi cara palpitar por el dolor y al mismo tiempo el sabor a metal en mi boca, supongo que me partió el labio.

-¡Sube!- Volvió a gritar.

-¡No!- Repetí. Está vez lo golpeé logrando soltarme e intenté correr lejos pero él logró sujetar mi mano con fuerza y volvió a pegarme.

-Te lo advertí, serás mía antes que de Connor.- Dijo acariciando mi cintura y recordándome lo que pasó noche con Stevan. -Ahora entra.- Repitió por tercera vez.

-¡Ayuda!- Grité desesperada antes de recibir un puñetazo en el estomago por parte de él. De inmediato comencé a toser y a ver todo borroso y luego dejé de oír, dejé de ver, todo se volvió oscuro....

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♡Muchas gracias de verdad a todos los que sacan un poco de tiempo para leer está novela, enserio gracias😘😘

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Con amor. lis♡

Mi Pequeño Infierno. (De Nuevo En Wattpad)Where stories live. Discover now