1-Una carta para mi

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He llegado a ese punto de mi vida, en el que me he dado cuenta de que algo no va bien en mi cabeza.

Siento que, para mi, todo en general ha perdido su valor, tanto que me planteo cada día dejar de encubrirme por la fachada de autoengaño que me he creado. A pesar de ello, sigo acudiendo a las clases con una monotonía soporífera, hablo y bromeo con los amigos de forma automática, sin pensar mucho ni ponerle empeño; me escondo tras la puerta de mi habitación para evitar cualquier interacción, como si eso fuera más sencillo que aceptar la realidad.

No veo nada en mi futuro.

Hemos estudiado en las clases de ciencia a cerca de las enfermedades mentales. Depresión, ansiedad, distimia, trastornos bipolares, psicóticos y neuróticos. Algunos son genéticos, otros parecen impredecibles, causados por el ambiente. En la mayoría, todo es cuestión de vitaminas, proteínas, enzimas, hormonas y sustancias que producen reacciones químicas en el cerebro. Enfermedades de la mente, que se pueden tratar con los medicamentos adecuados o sesiones de terapia para aprender a vivir con ellos.

También hablamos de la melancolía en Filosofía desde muchos puntos de vista. Como una actitud existencial, una elección a estar disconforme y desearía enfrentarse al mundo nadando a contracorriente. nuestro profesor la definió más bien como un vacío profundo en la mente y el corazón, una oscuridad que engulle todo tu ser y te impide ser quien eres de verdad; un foso tenebroso en el que caes sin darte cuenta y del que solo tú puedes ayudarte a salir.

Es como el efecto de ilusión de frecuencia... Desde que dimos todos esos conceptos, parecían estar por todas partes y en boca de todos aunque no siempre con la misma importancia. La gente empezó a quejarse de la ansiedad de ciertas situaciones, el estrés pasó a ser un rasgo de personalidad y mi amiga se pasa la semana de exámenes diciendo lo deprimida que está. Entiendo a mi amiga y no me detengo a preocuparme si los demás justifican sus palabras... Pero no me entiendo a mi.

No se que es lo que me ocurre o como explicarlo, siento que todavía no he dado con la palabra adecuada para definirlo. Sólo se que, entre otras cosas, no tengo ganas de seguir dando clase, porque si ni siquiera soy capaz de ver mi futuro ¿por qué debo esforzarme por él?

Me escribí una carta a mi misma para dentro de un par de meses con el propósito de, quizá, entenderme mejor. En la carta me digo a mi misma que, si las cosas no han mejorado, si todavía no he encontrado una respuesta con la que me pueda identificar y una solución... Debo darle un final.

He sentenciado mi propia muerte y eso me tranquiliza. Día a día tengo ganas de atravesar más profundamente mi piel y no dejarla cicatrizar... De cerrar los ojos mientras cruzo la calle. O de meterme en situaciones claramente peligrosas, aunque fácilmente evitables, para tener una excusa.

De momento tengo la sensación de que puedo seguir viviendo, con alivio, como una persona normal, sin preocuparme por mis constantes e injustificables ganas de suicidarme. Seguiré con mi fachada o intentaré fundirme con ella, al menos hasta el día que vuelva a leer esa carta.

Si algo tengo claro, es que no soporto más el ritmo de vida monótono que llevo y si tengo la oportunidad de cambiarlo, sea como sea, dejaré que ocurra. Aunque sigo deseando recibir una señal, algo que haga cambiar el significado de esa carta que me escribí a mi misma y olvidarla para siempre.

De momento seguiré cruzando la calle con los ojos bien abiertos y el semáforo en verde. Pero si, por algún casual, un camión se desviara y no pudiera frenar a tiempo mientras yo cruzo... No me apartaría si eso ocurriese. Tampoco creo que me pueda arrepentir.

De momento mi carta se encuentra bien guardada, escondida en un lugar en el que nadie la encuentr, pase lo que pase.

Me llamo Samantha y quiero contar la historia de cómo mis terribles y autodestructivo deseos se hicieron realidad. Cómo dejé atrás mi hogar, mi familia, mis amigos y todas las cosas que decoraban mi anterior vida, en una situación que claramente provoqué yo. Todo para... ¿Para qué?

Todavía no soy capaz de descifrarme mi misma, pero invito a cualquiera que se aventire a intentarlo a través de mis palabras.

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Hola! Es un capítulo muy corto y no acaba de dar comienzo a la historia principal. Pero creía importante que Samantha pudiera presentarse de alguna forma antes de empezar su relato.

Edit 1: Primera ilustración de la historia 03/03/19 🎉 (eliminada)

Edit 2: Ilustración redibujada.
05/01/2021 (eliminada)

(Esta es la fecha original en la que publico este capítulo)

23/09/18

Secuestrada (Indefensión Aprendida)Where stories live. Discover now