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Crédito de los personajes a Eiichiro Oda.

El usuario que spoilee lo denuncio :v

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Zoro dormía plácidamente con su espalda recostada contra el enorme mástil. Su cara medio inclinada hacia un lado y su boca abierta mientras salían suaves ronquidos desde el fondo de su garganta. Hoy hacía el día perfecto para pasar el día en la cubierta del barco y estar sentado en el suave césped con los ojos cerrados, sin hacer nada. El sol brillaba cálidamente pero no demasiado, y en ese momento el mar estaba calmado y acariciaba el barco como si lo acunara. No obstante, no a todos los tripulantes del Sunny les apetecía relajarse en un hermoso día como ese. 

El capitán de los Mugiwara apareció corriendo lo más rápido que su barriga llena de comida le permitía a través de la cubierta, rompiendo el agradable silencio que había segundos antes de su aparición. Detrás de él, lo seguían sus dos nakamas. El de la nariz más larga intentaba escupir lo que parecía ser un hueso atascado en su garganta y se golpeaba a si mismo el pecho para que este saliera antes de que se ahogara por la falta de aire. El pequeño médico estaba montando en su espalda y también trataba de sacarle el resto de comida a su amigo de manera desesperada, gritándole a este que se quedara quieto para poder hacerlo. Pero este no podía dejar de correr, sino, moriría en manos de un cocinero más terrorífico que el mismo demonio.

-¡VENID AQUÍ MALDITOS LADRONES DE MIERDA!-se oyó gritar al rubio, saliendo de la cocina con su pierna derecha en llamas y humeante, preparada para calcinar a los culpables del robo. 

Solo había ido un momento de nada al servicio mientras preparaba la comida de hoy y al volver, había encontrado las cazuelas y los platos totalmente limpios y relucientes con tres idiotas llenos de trozos de comida en la cara. No era la primera vez que eso sucedía, y tampoco sería la última. Así que como de costumbre, Sanji se dedicó a perseguirlos y a repartir unas cuantas coces bien fuertes. Dejó al trío de idiotas inconscientes justo al lado del columpio, llenos de moratones y con unos chichones más grandes que sus propias cabezas.

Una vez este había terminado de repartir golpes, el rubio le dio una calada a su cigarrillo y se puso una mano en el bolsillo mientras miraba a sus nakamas sin compasión alguna. 

-La próxima vez os tiraré al mar para que les sirváis de comida a los reyes marinos.-les amenazó, consciente de que esa amenaza solo tendría efecto unas horas.-Que no vuelva a ocurrir. ¿Entendido?

Después de ver como esos tres aceptaban su oferta con un leve "sí" que apenas se escuchó, el cocinero dio media vuelta y volvió a dentro del barco para preparar la comida de nuevo. Brook, quien estaba sentado encima del borde del barco y con su preciada guitarra, se puso a reír antes de acercarse y ayudar tanto a su capitán como sus nakamas a levantarse. Poco segundos después, estos ya estaban recuperados y bailaban como patos mareados ante la divertida canción del esqueleto. Nami soltó un suspiro y siguió leyendo el diario que la gaviota acababa de dejar esa misma mañana en lugar de seguir mirando a esos cabeza hueca. Quería ver si había alguna noticia interesante de la cuál se tuvieran que preocupar y sobre la situación actual del gobierno mundial. A lo mejor sucedía un milagro y ocurría el gran cambio del año, pero parecía ser que todo seguía como siempre. La misma justicia presente y la misma cantidad de dinero involucrado.

-Fufufufu, están tan llenos de energía como siempre.-se rió la arqueóloga, bebiendo un sorbo de su café oscuro mientras seguía leyendo un libro que había sacado de la biblioteca. 

Zoro, quien a pesar de todo ese escándalo no se había despertado, inclinó la cabeza hacia el otro lado y siguió durmiendo como si nada. Ni siquiera había pasado un minuto hasta que se oyó un fuerte sonido proveniente del interior del barco. Pero eso no alarmó a ningún tripulante del barco, ya que todos sabían quién lo había provocado. El cyborg, más bien conocido como Franky, estaba en su taller creando nuevas armas y máquinas que pudiera incorporar en su cuerpo para hacerlo más "super", como él decía. Aunque al final solo lograba que este pareciera aún más pervertido. 

INFILTRADOS [Lawlu]Where stories live. Discover now