t r e i n t a y c i n c o

32K 2.3K 712
                                    

Escucho ruidos diferentes, un repetido pitido en mis oídos que me hacen molestar, se escuchan murmullos a lo lejos, no puedo distinguirlos con claridad, hombres y mujeres, porque lagunas se escuchaban más suaves y otras más graves. ¿Qué decían?

Mi cuerpo lo sentía algo pesado, mis párpados también, pero sentía que estaba en algo mullido, escuché algunos llantos, las voces se hicieron más claras y con eso mis sentidos empezaban a despertar.

─Ella estará bien, su recuperación ha sido muy notoria, la desnutrición que presentó el día que llegó ya no es nada a lo que tiene ahora ─

─ ¿Y por qué no despierta? ─ esa voz, era imposible no reconocerla.

─Su cuerpo necesita tiempo para sanar, tal vez está empezando desde adentro y eso conlleva mucha energía, pero pronto lo hará, no se preocupen ─

─Han pasado días... ─ se lamentó esa voz con voz llorosa.

─El día que llegó, su condición era deplorable, pero es una chica muy fuerte y está mejorando muy rápido, las enfermeras estarán al pendiente por si se les ofrece otra cosa, estoy a sus órdenes ─

─Gracias doctor ─

Y deje de escuchar voces por unos minutos, en los cuales escuche solo unos pasos y una puerta ser abierta y cerrada. Después más voces de nuevo.

─Todo esto es tu culpa, maldito infeliz, si mi hija no se hubiera fijado en ti...─

Mi madre le hablaba con mucho odio a alguien.

─Cariño, no es lugar para algo así... ─

Ah, la voz de papá, hace mucho que no los escuchaba. ¿Por qué estaban aquí conmigo?

─Señora... ─

Esa voz, esa preciosa voz retumbó en mis oídos. Tenía que abrir los ojos y verlo, tenía que cerciorarme que era él. Tal vez y era producto de mi imaginación. Obligué a mis párpados a empezar a abrirse, estaban muy pesados, me costaba.

─ ¡No me dirijas la palabra, maldito bastado! ─ grito mi madre. ─ ¡Qué es por tu culpa que mi hija está aquí, en este hospital! Mi hija... ─

Y escuche un fuerte golpe, fue como si ese sonido me hubiese ayudado a abrir los ojos, pues mis ojos estaban abiertos de par en par, veía algo borroso, pero los podía distinguir si parpadeaba varias veces. Entrecerré mis ojos, la imagen que veía no me agradaba, para nada.

Mi padre sujetando a mi madre, la mano de ella estaba levantada para un nuevo golpe y el rostro de Jungkook estaba mirando hacia otro lado mientras un suave color rojo se formaba en su mejilla izquierda. Dolor fue lo que sentí en mi pecho al ver el rostro demacrado de Jungkook, de mi lindo Jungkook. Ya no quedaba nada de ese Jungkook arrogante y altanero, ni siquiera se defendió.

─No... Déjalo... ─ mi voz salió en un susurro y muy rasposa.

Pero me escucharon, intente levantarme y quitarme los cables, quería ir y consolar a ese Jungkook que parecía estar a nada de derrumbarse. Él me necesitaba.

─Hija, no te muevas ─

Las manos de mi madre intentaron frenar las mías, me queje un poco estaba desorientada y algo débil, pero mi mirada estaba en Jungkook.

─Jungkook... ─ susurré.

─Estoy aquí ─me miró a los ojos, los suyos parecían vacíos y sin vida, no había brillo. Tenía ganas de llorar.

─Hija, llamaré al doctor y le diré que ya despertaste, y también llamaré a seguridad para que saquen a este vago que se resiste en irse ─ miro a Jungkook con desdén.

Bad boy ➳ +18 [Jeon Jungkook] Where stories live. Discover now