「libérame」 「luwoo」 「terminada」

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"Buen provecho." dijo Yukhei cuando terminó y se sentó. Empezó a comer al igual que su madre, pero notó que Jungwoo tenía sus manos a los costados y tenía la cabeza gacha.

Intercambió una mirada con su madre y la mujer negó con su cabeza; ella tampoco sabía qué pasaba. Yukhei volvió a mirar al menor y se acercó un poco más a él. "¿Qué pasa?"

Jungwoo tragó grueso y carraspeó.

"N-No recuerdo cómo usar—..." empezó a responder en un susurro de manera que solo Yukhei lo pudiera escuchar, pero se interrumpió. Sentía tanta vergüenza que solo se limitó a señalar.

"¿No recuerdas cómo usar los palillos?" preguntó Yukhei tras ver lo que el menor señalaba y suspiró cuando el castaño asintió. "No te preocupes, yo te puedo enseñar."

Yukhei puso sus manos sobre las de Jungwoo y empezó a guiarlo en cómo usar los utensilios. El mayor podía sentir la mirada de su madre sobre ambos pero no le prestó atención, su prioridad en ese momento era Jungwoo.

Cuando el menor logró manejarlos de una manera al menos un poco apropiada, Yukhei se incorporó en su silla y miró su madre. El guiño que le mandó ella provocó que su cara se sonrojara completa.

A mitad del desayuno, notó que Jungwoo estaba bajando la velocidad con la que comía y para cuando ya estaba él mismo terminando de comer sus panqueques, vio como el menor estaba empezando a cabecear. Lo miró con ternura y puso su mano sobre su cabeza, acariciando con suavidad su cabello.

"Ven, vamos para que descanses." dijo Yukhei y el castaño se sobresaltó; en ese momento se encontraba más dormido que despierto."

"Pero los platos—"

"Los lavaremos juntos después de que descanses." dijo Yukhei y después de suspirar, el menor asintió.

"Llamaré para confirmar que iremos mañana en la tarde." dijo su madre cuando Yukhei ayudaba a Jungwoo a levantarse y sintió que iba a devolver todo lo que había comido; había olvidado que debían ir al C.A.E.

Asintió vagamente y con una mano en la espalda del menor, caminaron hacia los escalones.

"Ven acá." dijo Yukhei y sin esperar una respuesta de Jungwoo, puso una mano detrás de las rodillas del menor y lo alzó de la misma manera en que lo había hecho el día anterior.

Jungwoo estaba tan cansado que ni siquiera se sobresaltó por la acción de su dueño. Él solo sentía como si estuviera flotando y sonrió por la sensación. Tampoco fue muy consciente de cuando Yukhei le ayudó a cepillarse los dientes ni tampoco de cuando lo arropó en su cama.

Lo único de lo que fue consciente fue del beso que dejó su dueño sobre su cabeza antes de caer dormido.

~

Al despertar, de lo primero que se percató fue de que unos dedos pasaban por su cabello y le enviaban escalofríos por toda la columna.

Una sonrisa inmediatamente invadió su boca al darse cuenta de que muy probablemente quien le regalaba las caricias era Yukhei.

Sus párpados revolotearon un par de veces y al abrirlos por completo, se encontró a Yukhei sentado a su lado en la cama, efectivamente con la mano sobre su cabeza.

Sintió un calor instalarse en su pecho al ver la sonrisa que le regaló Yukhei al verlo despertar.

"¿Dormiste bien?" preguntó Yukhei sin detener las caricias sobre su cabello.

"Sí, Señor. Muchas gracias por dejarme descansar." respondió Jungwoo e inconscientemente cerró sus ojos y movió su cabeza, como acariciándose a él mismo en la mano de su poseedor.

"No hay porqué agradecer, pequeño." murmuró Yukhei, enternecido al ver la acción del menor. "Ya sé porqué me pareces un cachorrito."

Jungwoo lo miró confundido e inclinó su cabeza. Yukhei rió al verlo. "Es porque te pareces a Snoopy, ¿sabes quién es?" Jungwoo negó con la cabeza y Yukhei suspiró. "Recuérdame mostrártelo luego."

Jungwoo asintió con una sonrisa y cerró sus ojos un instante, disfrutando las caricias y la sonrisa de Yukhei se ensanchó al verlo.

Pero su sonrisa se fue borrando de su rostro al recordar de lo que debía hablar con su esclavo.

"¿Cómo siguió su dolor de cabeza?" preguntó Jungwoo al abrir los ojos y ver la seriedad en el rostro de su poseedor.

"Oh, bien, ya se me quitó. Gracias por las pastillas." respondió Yukhei recuperando un poco la sonrisa. "Te traje el almuerzo, ¿tienes hambre?"

Jungwoo frunció su ceño un poco; se suponía que era él quien debía atender a Yukhei, no al contrario. A pesar de esto, asintió pequeño y se acomodó hasta quedar sentado.

"Pero antes, necesito hablarte de algo." habló Yukhei y Jungwook se congeló en el lugar al escuchar la seriedad en la voz de su dueño. "Necesito decirte algo, pero primero necesito dejarte en claro algunas cosas. ¿Prometes no asustarte antes de que termine de hablar?"

Jungwoo lo miró directo a los ojos y después de dudarlo, asintió. Yukhei se movió hasta quedar sentado al frente del menor y le tomó las manos.

"¿Recuerdas cuando te dije que nunca te devolvería y que siempre te protegería?" preguntó Yukhei y el castaño asintió. "Necesito que recuerdes que eso siempre. Nunca te devolveré ni permitiré que te quiten de mi lado o que te lastimen."

Jungwoo se relajó al ver la genuinidad en el rostro del mayor y sonrió un poco, pero su sonrisa cayó al escuchar las siguientes palabras de Yukhei.

"Esta mañana llamaron del C.A.E." empezó a decir Yukhei y Jungwoo apretó de manera casi dolorosa el agarre en las manos de su dueño. "Debemos ir mañana para testificar que todo va bien y saldremos de allí tan pronto terminemos." Jungwoo solo asintió al escucharlo. Yukhei esperó unos segundos para ver si el menor decía algo, pero no parecía ser el caso. "¿Me dirías qué opinas?"

"Sabía que lo llamarían, Señor." dijo Jungwoo en un susurro con los ojos aguados y Yukhei lo miró confundido. "Es parte del protocolo después de una devolución. A mi segundo poseedor lo llamaron para lo mismo... P-Pero odio ese lugar, Señor..."

"Lo sé, pequeño." murmuró Yukhei y jaló a Jungwoo para envolverlo en un abrazo. "Lamento tener que llevarte de nuevo a ese lugar, pero si no vamos, tratarían de llevarte y no permitiré eso."

Jungwoo asintió contra su pecho y luego se separó muy despacio. Se quedó con la mirada baja al darse cuenta de que salir era sinónimo de contacto con personas en compañía de su nuevo y diferente dueño.

"Señor." dijo Jungwoo alzando la mirada y Yukhei se sobresaltó al ver la seriedad en su rostro; de pronto no se veía tan joven. "¿Me permite decirle algo?"

"Por supuesto, sabes que no tienes que pedir permiso."

"Señor, cuando estemos afuera, no puede tratarme así." dijo Jungwoo y Yukhei frunció su ceño. "Afuera tiene que recordar que yo soy solo un esclavo—"

"No, no me importa la gente—"

"No quiero que le hagan daño, Señor, por favor." interrumpió Jungwoo a Yukhei y lo vio directo a los ojos.

A pesar de estar muy en desacuerdo, Yukhei sabía que Jungwoo tenía razón. Si lo trataba afuera de la manera en que lo trataba allí, los pondría a ambos en peligro.

A la vez, sintió su corazón inflarse por ver la confianza que le tenía el castaño como para decirle algo así.

"Bien." murmuró Yukhei y Jungwoo le sonrió. "Pero no creas que te andaré tratando como una mierda."

"Creo saber que no será así." respondió Jungwoo con una amplia sonrisa y Yukhei se relajó al verlo volver a ser su pequeño cachorrito. "Estoy empezando a aprender que mi Xuxi es bueno y jamás me haría daño."

Una brillante sonrisa se asomó en el rostro de Yukhei y le volvió a tomar las manos al castaño, atrayéndolas hacia su boca y dejando un beso en cada mano.

"Exacto Snoopy, Xuxi jamás te hará daño."