"Quiero a este."
"Joven, en los otros pasillos tenemos nuevos ingresos." dijo el guía al llegar a su lado. "Vamos para que vea a los nuevos y después decide cuál quiere."
"No, quiero a este."
"Este acaba de ser devuelto por no saber seguir órdenes." dijo el hombre que traía al esclavo del pelo, mirando a Yukhei de pies a cabeza. "Le recomiendo ir al pasillo de los nuevos y recién entrenados."
"Dije que quiero a este."
"Joven, de verdad—"
"¿Acaso no es su trabajo darme un buen servicio?" la voz grave de Yukhei resonó contra las paredes mientras miraba a ambos hombres, quienes ahora tenían expresiones desconcertadas. "He dicho que quiero a este."
Los hombres intercambiaron miradas y luego el guía miró a Yukhei con una sonrisa forzada.
"Bien, sígame para hacer los trámites." dijo el guía haciendo una pequeña reverencia y señaló a la salida. "Mi compañero alistará a su esclavo para que se lo pueda llevar tan pronto termine el papeleo."
Yukhei empezó a seguir al hombre, pero antes de cruzar la puerta, se volteó y miró al hombre que "alistaría" al pobre esclavo.
"No quiero recogerlo con un rasguño más." dijo Yukhei y el hombre lo miró con una ceja levantada. "Ahora es mi... poseción y lo quiero en buen estado."
El hombre asintió y levantó del brazo al arrodillado esclavo. Satisfecho, Yukhei salió del pasillo y siguió al guía.
El trámite resultó ser un proceso más rápido de lo que esperaba y rápidamente vio como el joven esclavo cruzaba por la puerta del pasillo. Ahora venía con la piel limpia y traía una camisa y pantalón lisos color celeste claro.
Yukhei no pudo ignorar que aquel color combinaba realmente bien con la piel blanca del esclavo.
Este venía caminando con la cabeza gacha y con las manos a la espalda, su cuerpo en total sumisión.
"Aquí tiene la información del esclavo K-219." dijo la mujer y le entregó a Yukhei una carpeta con un par de papeles. "En caso de devolución, tráigalo consigo. Muchas gracias."
Yukhei miró a su madre y ella asintió. Juntos empezaron a caminar al auto, el joven esclavo siguiéndoles los pasos. Yukhei caminó hasta la puerta y la abrió para el chico.
El esclavo frenó cuando vio la acción de su nuevo dueño.
"Vamos, entra." dijo Yukhei con un tono amable en su voz grave y el esclavo se atrevió a mirarlo a los ojos un instante.
La sonrisa que el esclavo vio en su rostro fue lo que lo impulsó a entrar al auto y tomar asiento. Se sorprendió aún más al ver a su dueño abrocharle el cinturón, como si fuera un niño... un niño libre.
Ya se había acostumbrado a que lo transportaran en las cajuelas de los autos.
"Xuxi..." dijo su madre cuando ambos habían entrado al auto.
"Sácanos de aquí, mamá, por favor." dijo Yukhei mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
Su madre lo miró un momento pero no dijo nada, solo encendió el auto e inició el camino hacia su casa.
A mitad del camino, Yukhei no aguantó más.
"Ma― detente..." murmuró Yukhei y su madre se detuvo a la orilla de la calle lo más rápido que pudo.
El auto no había frenado del todo cuando Yukhei ya había salido de aquel y ahora vomitaba todos los contenidos de su estómago a la orilla de la calle.
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「libérame」 「luwoo」 「terminada」
FanfictionUn mundo en el que todos los seres humanos libres deben por ley ser poseedores de esclavo. Yukhei desearía no tener que vivir en este mundo.
