30 things with you. | Kirishima Eijirou x Bakugou Katsuki

24. Making up afterwards.

Kirishima tocó por tercera vez la puerta del rubio, recordando perfectamente que Bakugou no era del tipo de persona que soporte los constantes golpes sobre la madera. Por ello, no le sorprendió cuando el dueño de la habitación abrió la puerta sólo esa vez, mirándolo a los ojos y suspirando.

No se veía enojado, por el contrario, su mirada cansada le dejaba en claro a Kirishima que ambos habían pasado las peores noches después de no hablarse por casi cinco días. El pelirrojo le estaba tratando de dar el tiempo suficiente para que entendiera por su cuenta la razón por la cual se expresó de esa manera durante esas primeras ocasiones viéndose, pero Bakugou no había ido a su habitación y Kirishima ya se sentía bastante frustrado.

Así que, tan persistente o idiota como se le quisiera ver, si Mahoma no iba a la montaña, la montaña iba hacía Mahoma.

—Si vas a pasar, cierra la maldita puerta y te largas rápido, ya voy a dormir.

—Cerraré la puerta —respondió Kirishima al chico que se daba la espalda y caminaba dentro de la habitación—, pero no estoy seguro de que me vaya rápido.

Bakugou alcanzó a oír lo último, él estuvo seguro, pero no recibió respuesta alguna incluso cuando ya había cerrado y se encontraban ambos dentro de la habitación del rubio. Kirishima suspiró ante la actitud tan indiferente que le demostraba Bakugou, incluso él estaba preparado para recibir explosiones o gritos de muerte durante ese momento, pero no se encontraba listo para algo tan doloroso como la indiferencia.

—¿Y? ¿Qué quieres?

—Lo que ambos queremos —Kirishima empezaba a frustrarse—, sé que ambos queremos hablar, lo aceptes o no, estoy seguro de que tienes cosas que decir, ¿por qué no lo dices?

—No tengo nada que decir, idiota.

—¡Claro que sí! —Los puños de Kirishima se presionaron con fuerza, apretando sus puntiagudos dientes—. Siempre tienes algo que decir, ¡dilo correctamente!

—No sé qué carajos pretendes que te diga.

—¡Mierda, Bakugou! ¡Deja de ser un maldito cobarde y dime lo que estás sintiendo ahora!

Él sabía que estaba mal, sabía que presionarlo llamándolo de una forma que jamás lo consideraría no era lo correcto, pero su nivel de desesperación aumentaba mientras más gritaba y más al rubio parecía no importarle nada. Kirishima luchó contra las ganas que tuvo de golpear al otro, como si quisiera desatar toda su frustración de esa manera.

—No soy un maldito cobarde.

—¡Entonces dilo propiamente! ¡Te dolió que te considere de esa forma, ¿cierto?!

—¡¿Por qué mierda me dolería?!

Una pequeña llama de pasión nació en el pecho del pelirrojo al sentir a Bakugou alzar la voz al fin. El rubio avanzó un par de pasos hacía él y lo observó con una mirada intensa y fastidiada, Kirishima recordó vagamente al Bakugou de aquel entonces, de los primeros días en la academia, pero eso no lo intimidó en lo más mínimo.

—Porque tú ya no eres ese tipo.

—¡¿Y cómo mierda estás tan seguro de eso?! ¡Ni siquiera sabes qué está pasando por mi jodida cabeza! ¡¿Crees que me dolió que pensaras eso de mí?! ¡Ni una mierda, Kirishima, así de insignificante fue!

—¡Deja de mentir, demonios! ¡Deja de portarte como un idiota, Bakugou!

—¡Estás viendo cosas donde no hay nada! —Para este punto ambos se gritaban mutuamente—. ¡Tenías toda la jodida razón en ese entonces! ¡Sólo busqué demostrarle al idiota que Deku que era superior a él en absolutamente todo!