30 things with you. | Kirishima Eijirou x Bakugou Katsuki

O3. Gaming.

—¡Já! ¡Te dije que te ganaría, Kaminari!

Sero le gritaba a su amigo con tal emoción como si hubiera recibido un premio internacional. Kaminari también dramatizaba su derrota en el videojuego, mientras Bakugou tomaba rápidamente el mando que antes tenía Kaminari e iniciaba la partida nuevamente, buscando su auto favorito para competir en ese juego de carreras.

Kirishima, Sero, Kaminari y Bakugou estaban aprovechando un domingo por la noche para pasar un tiempo juntos, aunque la invitación fue impuesta más que nada por Kaminari y Sero, Kirishima se encargó de convencer a Bakugou para que también pase un rato con sus amigos, aunque al final, como se esperaba, Bakugou era condenadamente competitivo y ganaba en la mayoría de rondas que le tocaban, agarrándole la "maña" al juego con bastante rapidez, algo propio de él también.

Pero Kirishima estaba un poco preocupado, al día siguiente tenían un examen y Bakugou había quedado con él que se encargarían de repasar antes de irse a dormir, sin embargo, el reloj de la pared de la habitación de Kaminari anunciaba que estaban cerca de ser las diez y media de la noche y ambos aún no volvían a sus habitaciones, incluso corrían el peligro de ser descubiertos pronto y castigados por hacer ruido a tan altas horas de la noche.

—¡Toma, pequeña mierda!

—¡Woah, Bakugou! ¡Maldito!

Sero se movía de lado a lado con desesperación, huyendo de los ataques que el carro enorme de Bakugou le lanzaba mientras lo perseguía como si se tratara de un gato y un ratón; en tanto, Kaminari le gritaba a Sero que no podía perder de nuevo y que debían eliminar esa racha de victorias que el rubio ceniza tenía, pero Bakugou se veía tan encendido y excitado con aquel juego, casi ni pestañeando mientras lanzaba bombas y bombas hacia el carro negro que controlaba Sero.

El final fue predecible, Bakugou se encargó de acabar con toda la felicidad que Sero había ganado durante su juego anterior contra Kaminari. Kirishima suspiró al recibir el mando de Sero de las manos del mismo Bakugou, quien sabía que le tocaba al pelirrojo y estaba totalmente dispuesto a derrotarlo también.

Mientras sus tres amigos se sentaban en el suelo y se concentraban en el proyector frente a ellos, Kirishima era el único que se hallaba acostado en la cama y apoyado en sus codos que sostenían el mango con rigidez. No era que el juego no le gustara, pero en ese momento deseaba sacar a Bakugou de ahí de una vez y el rubio no parecía recordar que tenían una promesa que mantener. Incluso pensó en decírselo, pero una parte suya no quería alejar a Bakugou de ese momento de relajo que estaba viviendo.

Mientras hacía miserables a Kaminari y Sero en el proceso.

Bakugou re-eligió su modelo favorito de auto y Kirishima un auto rojo que le había gustado desde varias partidas atrás, entonces dio inicio el juego y sus tres amigos se concentraron en observar atentamente todo lo que sucedía en el proyector, él por su lado se concentró en la nuca de Bakugou, quien estaba tan sumergido en los gráficos que ni siquiera sentía la traviesa mirada sobre él.

Porque sí, un pensamiento bastante malicioso y riesgoso pasó por la cabeza del pelirrojo, pero no estuvo dispuesto a hacerlo sino hasta que ya habían consumido la mitad de su tiempo y definitivamente Bakugou tenía todas las de ganar de nuevo.

Kirishima se olvidó por un momento de su mando y, aunque continuó apretando el botón para que su auto avance, se centró en moverse con la ayuda de sus codos y en inclinarse lo suficiente para poder soplar cerca de la oreja ajena, por sobre el cabello. Bakugou se sacudió en un exagerado escalofrío y su auto en la pantalla se golpeó contra una pared.

—¿Qué mierda?

Al momento en que Bakugou se giró a verlo, Kirishima se concentró completamente en los gráficos e ignoró la mirada acusadora del rubio. Este sólo lo fulminó en una advertencia y volvió su atención al videojuego, notando que Kirishima le había dado con una de las bombas y que ahora había perdido una vida.