CAPÍTULO 35

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Varios minutos después seguía sin poder dormir, y al parecer Yoongi tampoco. Me puse boca arriba, mirando el techo mientras entrelazaba mis manos sobre mi abdomen.

— Yoongi— susurré, con la intención de que éste contestara a los pocos segundos, cosa que milagrosamente hizo.

— ¿Qué?— murmuró algo adormilado, dando un leve bostezo a la vez que estiraba sus barazos con parsimonia, acomodándose para así poder dormir.

— ¿Cuándo volveré a la universidad? Quiero ir mañana— suspiré por miedo a lo que me podría responder, mordiendo mi labio inferior con fuerza.

— Si mañana quieres ir, puedes hacerlo. Es decisión tuya— susurró aún con pereza, manteniendo los ojos cerrados mientras contestaba lo primero que se le pasaba por la cabeza.

Su respuesta me dejó atónita, pues obviamente pensé que me lo iba a negar rotundamente, pero al no ser así, sentí algo de ilusión inundar mi corazón. Yoongi estaba cambiando su actitud conmigo. Estaba cumpliendo su palabra, ya no era tan protector.

Eso o sllo se encontraba cansado.

— Bien. Pues mañana iré— sonreí alegremente a pesar de que él no pudiera verme, sintiéndome mucho más relajada ahora que ya tenía la respuesta que quería.

— Ajá— contestó casi entre sueños, empezando a respirar de forma lenta y pausada un par de segundos después, dando a entender que se había dormido.

Yo también me dormí enseguida, apenas unos minutos después. Estaba deseando despertarme para ir a la universidad. Nunca pensé que diría algo semejante.

7:00 A.M

Me desperté por el escandaloso ruido de siempre, la alarma. Cuando por fin reuní fuerzas suficientes para levantarme de la cama me di una rápida ducha mientras Yoongi se vestía en la habitación de al lado. Al terminar volví a ponerme la sudadera por encima y salí para preguntarle al mayor si había visto el conjunto que había preparado el día anterior

— Oye, Yoongi— me acerqué a él, estaba preparando un expreso, como todas las mañanas— ¿Has visto mi ropa? Ayer la dejé encima de la mesa para no olvidarla— susurré algo dudosa.

— La he guardado— contestó el contrario sin más, dando un pequeño sorbo a su taza.

— ¿Por qué?— pregunté a la vez que fruncía mi ceño con indignación, cruzándome de brazos mientras esperaba una respuesta por parte del chico.

— Porque te he traído algo— señaló una caja envuelta en papel de regalo de color negro y blanco, dejando su taza sobre la encimera.

— ¿Qué tiene que ver eso ahora?— me dirigí al objeto señalado y lo abrí, encontrándome con un precioso conjunto en su interior.

— Te dije que no se me daba bien esto de la ropa, así que perdón si no es de tu gusto— se encogió de hombros mientras se levantaba de la silla, acomodando el caro traje que llevaba puesto.

— No, no. Es precioso. Muchas gracias— sonreí ampliamente al ver la ropa doblada perfectamente dentro de esa linda caja.

— Pues venga, póntelo— rió levemente, agarrando su maletín y un par de cosas más que tenía guardadas.

— ¡Sí!— me llevé el conjunto a la habitación, me lo puse y finalmente me miré en el espejo detalladamente, admirando lo bien que se veía.

Aún no me podía creer que por una vez Yoongi había tenido un buen gusto para escoger mi ropa.

El conjunto se basaba en una camiseta interior color negro que sobresalía por las mangas y cuello bajo la de color gris que portaba encima de ella. La prenda mencionada estaba metida bajo una corta falda negra, acompañada de unas medias sobre mis rodillas y unos botines ligeramente brillantes con un poco de tacón, ambos accesorios del mismo color, negro.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora