"Gasoline" (Gasolina) - TRADUCCIÓN AUTORIZADA

CAPÍTULO ONCE:

*NOTAS DE LOS/LAS AUTORES: "¡Muchas gracias por todos los fantásticos comentarios! (:"

"Etiquetas del capítulo: puñaladas/heridas, menciones de abuso psicológico".

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No fue fácil lograr que Hank se comprometiera a ir a la terapia. Hubo un montón de tratamiento silencioso y gruñidos a lo largo del proceso, a pesar de su acuerdo para buscar ayuda. Pero él estaba yendo.

También fue difícil para Connor, tratar de hacer malabarismos con todas estas nuevas emociones y trabajar al mismo tiempo. Repasó nuevamente los datos de los casos anteriores, pero no tenían una nueva pista sobre el sospechoso humano. O quien sea que fuese su cómplice androide. ¿Por qué un androide debía ayudarlo en primer lugar? Claramente, el sospechoso humano odiaba a los androides.

Connor frunció el ceño. No había suficientes datos. Se repantigó en su silla, sintiéndose derrotado.

—¿Qué te pasa, chico? —Hank preguntó, pero su voz era suave.

—Solo quiero atrapar a este tipo. Se está volviendo descuidado y sé que lo va a echar a perder pronto, pero prefiero atraparlo antes de que arruine la vida de alguien más.

La respuesta de Hank fue interrumpida por el timbre de su teléfono de trabajo. Le lanzó a Connor una mirada comprensiva y respondió. Hubo algunos asentimientos por parte del teniente porque obviamente escuchaba cosas que ya habían descifrado, pero de repente se irguió en su silla.

—¿Sangre azul debajo de sus uñas? —él repitió para beneficio de Connor—. ¿Ya has hecho que alguien lo analice? —después de una breve pausa, Hank sonrió a través de la mesa hacia Connor justo cuando apareció una actualización en su terminal que mostraba el número de identificación del androide que coincidía con la muestra—. Gracias. Lo comprobaremos.

—Tengo su última dirección conocida. Vámonos —Connor ya se había levantado de la silla.

Hank esbozó una sonrisa ante la impaciencia de su compañero y lo siguió rápidamente fuera del edificio.

* * *

La dirección los llevó a una casa pequeña pero ordenada a las afueras de la ciudad. No había nada remotamente sospechoso al respecto; la casa incluso tenía lo que parecía ser una nueva capa de pintura.

—Voy a ir a la parte de atrás —Connor le dijo a Hank, que ya estaba mirando una ruta rápida por la valla hacia el porche trasero.

—Ten cuidado —Hank se lo recordó y caminó cautelosamente hacia la puerta principal. Connor se deslizó silenciosamente fuera de la vista.

Hank golpeó casualmente y esperó lo que él consideró una cantidad de tiempo apropiadamente educado antes de levantar su mano por segunda vez. Sin embargo, antes de que pudiera volver a llamar, la puerta se abrió y una figura encapuchada intentó pasar a su lado.

—¿¡Pero qué mierda...!? —Hank farfulló cuando fue golpeado por un individuo pequeño y sorprendentemente fuerte—. ¡Connor, pon tu trasero aquí ya mismo! —gritó mientras recuperaba el equilibrio y se lanzaba hacia el corredor—. ¡Oye, deténgase! ¡Departamento de Policía de Detroit! —añadió para el beneficio del idiota huyendo de él.

Tal vez fue solo era un adolescente tonto que se asustó al ver a la policía. Agarró el borde de la sudadera e intentó detenerlo. No hubo tiempo suficiente para registrar al objeto en sus manos y identificarlo como un cuchillo hasta que ya lo estaba apuñalando. Un corte salvaje hizo contacto con su mano, cortándolo en la palma, antes de que la segunda puñalada impactara en su brazo.