Capitulo 30

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Yoongi despertó con un poco de dolor en su espalda, intentó estirarse pero al sentir el peso sobre él, se detuvo recordando todo lo que había pasado ayer y en la noche.

Restregó su ojo antes de poder abrirlo bien, pero con el sueño aun sobre el. Un envolvente aroma de Limón y miel inundaba suavemente la habitación, inspiró profundamente disfrutando de aquel exquisito aroma. Su nariz se movió hasta estar más cerca del hombre entre sus brazos, exactamente en el cuello.

¿Desde cuando los Betas tienen aroma?... No, los betas no tienen y ahora estaba seguro de que aquel no era un perfume. Ese aroma lo estaba emanado de forma natural el hombre entre sus brazos que sostenía a su hijo... Aquello no podía significar otra cosa que...

- Papá. -se alejó aún conmocionado del cuello y observó los grandes ojitos de su cachorro observándole.

Jungkook sonrió y se levantó para poder abrazar el cuello de Jimin, olfateando también aquel aroma. Observó a su padre e hizo aquel gesto de colocar su pequeño dedo índice sobre sus labios, como Jimin había hecho cuando habló con Jin.

¿Su pequeño lo sabía? ¿Qué mierda era esto?. Su ceño se frunció y observó el rostro del rubio. Jimin apretó un poco sus ojos y con un pequeño bostezo los abrió. Sonrió hasta que sus ojos fueron dos medias lunas al sentir los pequeños brazos del cachorro rodeando su cuello.

- Kookie. -lo rodeó con sus dos brazos llenándolo de besos hasta que se escuchó la infantil risa.

Su ceño lentamente abandonó su rostro pero aún su cuerpo no dejó de estar tenso. Su lobo estaba feliz de escuchar aquellas dos risas pero él no, se sentía mal, traicionado. Estaba perdiéndose en los recuerdos de su doloroso pasado, distorsionando su realidad al no estar completamente despierto.

-¿Hyung? -pregunto Jimin dejando de jugar con el pequeño, volteando a verlo.

Yoongi no respondió, sólo le observó fijamente sin expresión alguna.

Algo incómodo, Jimin dejó al cachorro en la cama y trato de salir de esta. No le gustaba la expresión del Alfa, era parecida a los primeros días que llegó y la notaba algo ausente.

Sorpresivamente el Alfa lo agarro de la cadera y lo obligó a quedarse donde estaba, su mirada de pronto volviéndose fría.

-¿Dormiste mal? -pregunto fingiendo que no le dolía la presión que estaba sintiendo en su cadera.

-Tú. -alcanzó a gruñir Yoongi antes de que su puerta fuera abierta, interrumpiendo.

Jin entró con una gran sonrisa que lentamente se fue desvaneciendo hasta quedar una pequeña y algo forzada.

- ¿Sucede algo? -pregunto acercándose. Jimin le observó buscando ayuda, no entendía lo que estaba pasando tampoco.

Jimin observó como Jungkook comenzaba a mover su nariz, intentando acercarse más a su cuello, abrió sus ojos demás, asustado y pálido.

-Tengo que ir a mi habitación. -aviso apretando sus labios cuando salió a la fuerza del agarre del Alfa.

Jin observó sin entender como Jimin prácticamente salía corriendo de la habitación, dejando incluso a Jungkook en la cama observándolo.

-¿Qué le hiciste? -pregunto Jin entre cerrando sus ojos.

-Largo. -ordenó sin mirarlo, apretando sus manos en puños.

Jin junto sus cejas, tomando al pequeño cachorro salió de aquella habitación en busca de Jimin.

-¿Jimin? ¿Qué pasó? ¿Sucedió algo? -pregunto entrando en la habitación, se preocupó cuando vio a Jimin en el suelo, mordiendo fuertemente su labio inferior mientras se rociaba un neutralizador.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora