Amor Carmesí [PAUSADA]

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Calor...suavidad...labios cálidos sobre los suyos...calor... ¡Haru!, Soltó un gruñido mientras se sentaba sobre su cama. El beso que Haru le había dado no dejaba de repetirse una y otra vez en su mente como una película. Una dolorosa película. ¡Oh!. ¿Por qué dolorosa?.

Porque después de ese maravilloso beso Haru había desaparecido, no entendía porque. No le envió más mensajes. Ni tampoco ya la seguía ni nada y eso la tenía angustiada se había acostumbrado tanto a la presencia de su acosador, ahora que no estaba sentía un terrible vacío y miedo. Fue su primer beso, ¿Y si lo había hecho muy mal?, ¿Y si él se dio cuenta que ella era un bicho raro?

Un gruñido escapo de su garganta mientras se sentaba en su cama, debía parar de pensar en él. Con un suspiro se puso de pie para así comenzar a prepararse para ir al colegio

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Estaba sentada en una banca en la terraza de su colegio comiendo una hamburguesa que se había comprado en la cafetería, estaba absorta en sus pensamientos que no noto cuando un chico de cabellos castaños de piel algo pálida y facciones delicadas se sentaba a su lado.

- Hola. -Esa voz la saco de sus pensamientos causando que diera un pequeño brinco por el susto, miro sorprendida al chico a su lado y se apresuró a tragar el bocado que tenía en su boca pero solo se atraganto y comenzó a toser, el chico alarmado tomo la botella de agua que estaba junto a los pies de Yuri y se la ofreció. Ella tomo agua logrando por fin que el bocado pasara. Aclarando su garganta vio al chico acuclillado frente a ella algo avergonzada.

-H...hola, disculpa eso, me asuste.

-No te preocupes , perdón por asustarte, ¿Estas bien?. -Ella solo asintió con la cabeza mientras el chico se volvía a sentar a su lado rascándose la nuca.

-Oye Yuri-Chan...hable con la secretaria Kim y me dijo que tú eres una tutora de último año, ¿podrías ayudarme a subir mis notas?, soy Jun Hataka del curso de al lado.

Yuri se lo quedo mirando y después de unos segundos acepto, se había postulado a ser tutora por créditos extra debía hacer todo bien, después de acordar una cita en una cafetería a pocas cuadras a la salida del colegio Jun se fue.

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Ambos adolecentes estaban charlando amenamente en el café mientras Yuri ayudaba en los deberes a Jun, hacia dos horas había acabado el colegio pero ninguno se fijaba en la hora. Yuri se había dado cuenta que Jun era un chico muy simpático y divertido, se sentía muy cómoda hablando con el pero una duda carcomía su cabeza.

-Oye...Hataka-Kun... de entre todas las tutoras de último año ,¿Porque yo?. -Observo como el chico apartaba la mirada luciendo avergonzado.

-Porque desde primero siempre te observo...siempre me gustaste pero me daba mucha pena hablarte, pero si no lo hacía ahora nunca lo haría.

Su corazón se agito nervioso, era la primera vez que se le confesaban...pero no se sentía como las protagonistas de su novelas; no se sentía ni emocionada, ni sentía mariposas ni cosquilleos. Lo único en lo que pensaba es que esas palabras fueran de Haru, estaba lista para rechazarlo pero el chico la interrumpió.

-¡Espera!, Antes que me rechaces...dame una oportunidad, solo una semana, lo que duran mis tutorías, salgamos esta semana. ¿Si?

Y sin saber por qué Yuri acepto, si Haru ya no volvía o se olvidaba de ella, ella también lo haría.

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Guardo su teléfono celular en el pequeño bolso de mano que llevaría ese día. Nada. Ni un mísero mensaje de Haru. Gimió de frustración y por octava vez se posiciono frente al espejo para revisar el atuendo que usaría para su cita con Jun.



Se puso un gorrito de lana blanco y tomo su bolso el cual colgó sobre su hombro izquierdo, la correa cruzaba su pecho y el pequeño bolso rosa descansaba sobre su cadera del lado derecho, se puso sus botas marrones y salió de su casa.

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El ruido le molestaba, Jun la había llevado a un club nocturno y digamos que el lugar no era su estilo. Jun saludaba a todos mientras caminaban a la barra, hoy lo notaba raro; se le acercaba demasiado, le tocaba la cadera, le susurraba al oído y ella estaba odiando esa noche. Hubiera preferido quedarse en casa, en su cama, leyendo o bien llorando por su acosador que no aparecía.

-¡Muñeca, ¿Quieres un trago?!. - Jun grito en su oído sobresaltándola, ella solo negó con la cabeza viendo como el pedía un trago que parecía fuerte por la mueca que hizo al beberlo.

Al cabo de unos minutos su cabeza estaba por estallar y Jun había bebido mucho además que se le pegaba demasiado, enojada apenas el chico se distrajo se escapó entre la gente y salió del club. Apenas el aire frio golpeo su rostro tomo una bocanada.

Jun no era como creía, fue una idiota al ir esa noche. Después de tranquilizarse comenzó a caminar hacia casa pero no dio ni un par de pasos cuando alguien la tomo desde atrás y tapo su boca y nariz con un paño húmedo con un olor muy fuerte. El suelo se desvaneció bajo sus pies y todo se volvió negro.

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Su cabeza dolía como nunca, la luz del sol golpeaba su rostro. ¿Porque mierda no había cerrado las cortinas?. Se movió tratando de apartarse de la luz y sintió la suavidad de las sabanas contra su piel desnuda...alto...¿desnuda?, repentinamente los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente. Alarmada se sentó sobre la cama y observo a su alrededor, no estaba en su habitación, se puso de pie y ahí se dio cuenta. Estaba desnuda...¿ Que carajos había pasado?