Ya había pasado una semana desde que el mensaje de ese desconocido había llegado a su celular, una semana en la que no había dejado de intercambiar textos con él, hablaban de cosas triviales y cada que se desanimaba, aunque ella no lo decía, él la alegraba con sus torpes chistes .¿Por qué mentir? Yuri ya disfrutaba el intercambiar mensajes con ese desconocido el cual ya sabía varias cosas de ellas, como por ejemplo su comida favorita, sus películas favoritas, su banda favorita, trivialidades que les hacía pasar el tiempo pero por alguna razón él no revelaba nada de su persona y en varias ocasiones eso frustraba a la chica. Aunque olvidaba eso cuando se ponía a pensar en sus sentimientos.
En varias ocasiones él había enviado mensajes extraños; como una vez, le había dicho que el suéter azul que llevaba ese día le quedaba muy bien, ella nunca le dijo que tenía puesto o le mostró, o como la última vez que le dijo que se había olvidado la tarjeta del bus en la heladería que había ido, al principio no le creyó pero después de revisar sus cosas se dio cuenta que su tarjeta no estaba y al volver a la heladería se la devolvieron y le dijeron que un chico se las dio y aviso que ella volvería, no lo podían describir ya que él estaba encapuchado y llevaba barbijo.

Yuri llego a la lógica conclusión de que ese individuo la seguía, debería estar asustada...no...¡Aterrada! pero no era así, él se preocupaba por ella, cada día recibía mensajes de buenos días, preguntándole si había comido bien, si fue a la escuela, como fue su día y de Buenas noches. Eso la llenaba de un cálido sentimiento, nunca se habían interesado por su rutina, por su salud, por sus sentimientos, llegaba él y quería saber absolutamente todo de ella como si fuera la cosa más maravillosa del mundo y eso le encantaba. Le encantaba sentirse importante para una persona aunque esta persona fuera un acosador.

Estaba en clases de matemáticas, era la última del día y la que más odiaba, estaba distraída como era costumbre dibujando cosas sin sentido en el margen de su hoja cuando su teléfono vibró sobre la mesa notificando que un mensaje había llegado, teniendo cuidado de que el profesor no la viera abrió el mensaje y sonrió al ver quien era.

Chico Acosador Personal:
¿Aún estas en clases? , ¡Mira lo que me gane en un sorteo!.

Chico Acosador Personal envío un archivo adjunto.

Yuri ahogo un chillido al ver la foto, ¡Era Copito! El primer premio del sorteo de su tienda de peluches favorita, amaba los conejos desde niña y apenas vio ese nuevo peluche lo quiso, pero era muy caro por lo que apenas supo que se sorteaba se anotó, pero la noche anterior le había llegado el mensaje que decía que ella no lo había ganado, ¡Pero su acosador personal sí!.

Yo: ¡Copito! ( x )\♡ ¡Que suerte! , ¿También te gustan los peluches? , ¿Te gustan los conejos?

Chico Acosador Personal:
Sinceramente no soy mucho de los peluches pero este particularmente me dio una buena vibra...¿A ti te gustan los conejos?.

Yo: 

¡Me encantan! Siempre he querido uno pero nunca tuve la oportunidad de tenerlo...

Chico Acosador Personal:
¿Tus padres nunca te compraron uno?

Yo:

Digamos que mis padres nunca supieron mis gustos, nunca estuvieron conmigo de niña. El trabajo era más importante.

Un sabor amargo se apoderó de su boca al escribir eso, suspiró, no entendía porque con el todo fluía y dejaba que viera un poco de lo que sentía, se sobresaltó cuando el teléfono volvió a vibrar.

Chico Acosador Personal:
Puede que ellos no estuvieran contigo...pero desde ahora yo estaré contigo, quiero aprenderme todos tus gustos y cumplir tus deseos. Y si tú quieres un conejo yo te regalare 100. Tu siempre serás lo más importante...¿Me dejarás estar contigo?.

Se quedó quieta viendo su celular releyendo el mensaje una y otra vez, sin poder evitarlo pegó el celular a su pecho con sus mejillas sonrojadas y sin poder evitarlo sonrió cerrando sus ojos, por primera vez sonrió frente a las personas sin darse cuenta que el profesor estaba frente a ella mirándola sorprendido al igual que varios de sus compañeros. Todos se quedaron viéndola ella nunca mostraba emoción y ahora de la nada sonreía. Sin dudas era extraño.

                                                                                             ///

Después de recibir un pequeño regaño de su profesor y hacer unos ejercicios el timbre que anunciaba el final de las clases sonó, tomo sus cosas y después de ponerse los zapatos salió del edificio, apenas puso un pie afuera su celular vibro.

Chico Acosador Personal:
Veo que no contestaste...tal vez te asuste, o solo me has hablado por amabilidad hasta ahora, eso me ha estado comiendo la cabeza. Quiero una repuesta, apenas salgas de la escuela ve al parque de la calle comercial, si vas sabré que me quieres cerca, que me quieres cuidándote y si no vas...sabré que no quieres saber de mí.

Yuri se quedó de pie mirando su teléfono, ese mensaje no la había asustado...es más le había encantado, Pero...¿Que debería hacer? Era muy tonto ir a encontrarte con alguien que no conoces y seguramente te sigue. Pero cuando hablaba con él se sentía bien, sentía que podía confiar más en él que en las personas a su alrededor, ¡Es más! él es el primero con quien tiene una sincera relación de "amistad". Él era el primero en interesarse por ella, por su bienestar. Sin pensarlo más acomodo bien las correas de su bolso a su hombro y a paso rápido se dirigió al parque indicado.

Se tardó quince minutos en llegar y apenas vio los portones del parque se detuvo unos segundos con su respiración algo agitada y los músculos de sus piernas quemando, camino lo más rápido que pudo y en varias ocasiones cruzo la calle corriendo sin esperar que el semáforo estuviera en rojo. Odiaba caminar, odiaba el ejercicio. Sacudiendo la cabeza para alejar esos pensamientos se adentró al parque buscando con la mirada algún chico oculto tras los arbustos acosándola, o algún acosador como muestran en los animes.

Después de dar unas vueltas por el parque se rindió. Tal vez llego tarde. Un nudo se apodero de su garganta y con la mirada clavada en sus zapatos se dirigió a la salida del parque pero la vibración de su celular la obligo a detener su paso. Casi desesperada saco su celular para ver el mensaje.

Chico Acosador Personal:

Levanta la vista preciosa.


Amor Carmesí [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora