Somos familia.

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Jacob se acurrucó más entre las sábanas intentando ignorar el dolor en su pecho. Sus manos sujetaron a Edward con fuerza mientras era arrullado con calidez, porque estaba roto, desgastado y usado. Su padre le había mentido sobre todo. Sobre cada pequeña cosa que conformaba su mundo. Ahora no estaba seguro de quién era, que era o para que había nacido en un mundo tan turbio y desastroso. Podría recordar los buenos momentos con Rachel y Rebecca. Como la segunda se había ido para formar una familia sin tener que soportar los cambios de un metamorfo. Rachel, ella no toleraba como esperaba a Paul estaba imprimado de ella.
Su madre, oh, su amada madre, era tan dulce como Esme pero había momentos en los que se notaba que no le toleraba. Pero eran tan buena como la matriarca Cullen, tan dulce y amable.

En si no le molestaba el mundo, le molestaban cada una de las mentiras que fueron dichas para intentar protegerlo de algo que había y no pasaría nunca. Porque su madre y su padre no fueron capaces de negarse al consejo. Lo entendía, la manada para un lobo siempre era lo primero, aún sobre sus propias deseos mundanos. Por eso intentó huir, no quería atarse para toda la vida a personas que no serían capaces de aceptar sus decisiones, de valorar lo que haría por ellos, y que tampoco le dejarían ser feliz junto con la persona que había elegido mucho antes de que se imprimara.

—Jake—la voz de Seth al entrar al cuarto le confortaba—debes comer algo. No me obligues a usar el armamento pesado.

El cachorro le invito a tocar aunque sea un poco de la carne que llevaba en la bandeja. No estaba interesado en disputas viejas, romances antiguos y las necesidades que él padre de su Alfa podría tener o quisiera satisfacer. Solo importaba que él lobo aullaba y gruñía en un intento para proveer hacia el jefe de su pequeña manada.

—No quiero Seth—se negó observando con asco la comida—no tengo apetito.

Seth dejo la bandeja en la cómoda, mientras se desvestía con calma. Edward le observo interrogante. Porque no sabía exactamente que quería demostrar él joven metamorfo.
Pero sus dudas se aclararon cuando él chico se transformó en un lobo de pelaje tupido que empujó a Edward fuera de la cama para poder acurrucarse con Jake. Hizo reír a Jacob cuando le jalo del pantalón hasta hacerlo caer de espaldas.

—Vamos Jake, Seth hizo la comida para ti—rio Edward al escuchar los pensamientos del cachorro—solo quiere proveer para su alfa.

Y el lobo aulló de manera casi desgarradora mientras se acurrucaba más cerca del cuerpo de su Alfa. Estaba preocupado, no había querido comer en un par de días, la cama era su campo para ocultarse y Edward no se apartaba por ningún motivo de su lado.

—Seth, no—se quejo sin ganas cuando la calidad lengua del lobo se pasó por su cara—no me llenes de saliva.

No pudo evitar reírse cuando le hizo ojos de cachorro y oculto el hocico entre las patas delanteras. Sus orejas decayeron dándole un toque aún más animal e inocente de lo esperado en un lobo de su tamaño.

—Bien, comeré cachorro—se rindió acariciando el pelaje con calma.

Sonrió acariciando suavemente las orejas mientras Edward preparaba todo para que se sentará ha comer.  Era suave, caliente y con un olor a bosque silvestre que lograba convencerlo de no ser tan idiota con él. Edward lo había dicho cuando se conocieron "Él tiene una de la mentes más puras, sinceras y más amables que he escuchado. Tienes suerte de compartir sus pensamientos." Y claro que tiene suerte, solo que no sería capaz de aceptarlo enfrente del chico sin que este se emocionará brincando (tanto literal como metafórico) por las paredes de la gran casa.

—¿Y qué tal todo por la reserva?—le pregunto al chiquillo sin importarle que no pudiera contestar.

Él gran lobo de pelaje arena solo rodó los ojos sarcástico junto con un intento de bufido exasperado. La risa contenta de Jake no le detuvo de empujar con la nariz la bandeja de comida que Edward le había acomodado.

—Ya entendí—nego comiendo un pequeño trozo de carne—no es tan malo. No es como si Sam fuera planeando cosas con el consejo...—murmuro entre un gemido de satisfacción por la comida.

Seth le dió una mirada de satisfacción bajo una sonrisa lobuna (¿Acaso los lobos sonríen?) Que parecía más una sonrisa nerviosa. Porque no quería hablar de lo que Sam planeaba junto a todos los viejos jefes. No estaba seguro, Leah solo había comentado que Bill fue citado por los del consejo dentro de la semana próxima y debía llevar testigos, aún no preguntaba si Jacob estaría de acuerdo con su intervención en el asunto.

—Seth—Edward le llamo acariciando su cabeza—deberías decirle, no queremos que se lleve una sorpresa.

—¿Quéjaifofdebería decirme?—pregunto con la boca llena de comida.

—Jake, traga antes de hablar.

—Perdón—trago avergonzado y apenado—¿Pero qué debería decirme Seth?

—Termina de comer—le reprendió Edd—luego podríamos hablar de lo demás.

Cortó, lo sé, pero mi imaginación decidió irse de paseo por la mierda. Espero les guste mi beta Jun-Asai es un amor, le amo :"v me ha ayudado a pesar de estar con la tarea, tiene mi amor eterno.

La luna nueva (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora