Mi padre y tú padre tienen algo.

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La tertulia estaba muy animada, pero la conversación languideció rápidamente. Sus cuerpos se rozaron aún por encima de la poca ropa que les quedaba encima. Beso sus labios con calma siendo arrastrado debajo de Edward en un movimiento seguido y menos que brusco.
Las manos fría se bajaron con calma por el abdomen descubierto, un ligero camino de caricias mal disimuladas.

Apretó entre sus dedos la suave y sensible piel de su pelvis, no estaba totalmente consciente de cuando había perdido los pantalones. Sus manos apretaban su piel dejando pequeños moretones que desaparecían en cuestión de segundos. Sus marcas nunca durarían más de lo necesario. Sus dientes buscaron morder la piel del cuello como si marcar no fuera nunca suficiente.

—¿Edd?—le llamo con los labios entre abiertos y el cuerpo caliente—¿Todo bien?

Él de cabello cobrizo se alejó lo suficiente para observar como su piel se tornaba rojiza (más de lo natural) en ciertas partes donde sus manos habían tocado, se habría de piernas sin importarle que pareciera lo suficientemente desesperado para tener al vampiro rozando su creciente erección. Le quitó los zapatos y lo miró con ojos llenos de lujuria.

—Puedo oler tu excitación y es delicioso—Edward murmuró mientras se dejaba caer encima de Jake. Jadeo al tiempo que sus manos dejaron caricias ligeras como plumas contra sus costados.

Tomo un aliento tembloroso dejándose guiar e hipnotizar por él castaño.

—No te preocupes, Jake. Dejaré tu preciosa virginidad intacta. No quiero ser arrestado, ¿verdad?—rió confidencial aún siendo en parte verdad y mentira.

—No diré si no lo harás—prometió demasiado excitado como para sentirse avergonzado por las palabras que acababan de decirle. Su sonrisa se volvió casi carnal.

—¿Sabes cuánto tiempo te he estado observando?—susurró besando su clavícula y los restos de sangre que aún permanecían calientes por su alta temperatura corporal.

Jake negó con la cabeza y ahogo un gemido mordiendo su labio inferior con fuerza.

—No tengo idea alguna, iluminame—pidió arqueando un poco la espalda ante las manos apretando su trasero.

Sus besos se volvieron cada vez más intensos con la intención de sentirse mutuamente, la lengua enredándose con la suave, caliente y curiosa lengua de Jacob era lo más excitante que había probado (aún con todo lo relacionado con Isabella). O eso fue hasta que los ruidos detrás de la puerta les hicieron separarse.

—Me voy a bañar—confeso avergonzado y con las mejillas rojas.

Edward solo pudo suspirar y asentir con la cabeza. Señaló la puerta para dejar en claro sus intenciones. Pudo escuchar a Carlisle alzar la voz contra quién parecía ser Billy. Sus manos buscaron a tientas algo de ropa para poder ponerse y salir a hablar con los dos hombres que habían arruinado de manera notable su noche a lado de Jacob.
Se puso la ropa lo mejor posible sin encontrar realmente sus bóxers, Jacob camino desnudo por su cuarto hasta el baño. La vista era perfecta.

—¡Eres un Idiota!—siseo él Black mayor aún enojado por lo que había pasado entre ellos.

—No es mi culpa—afirmo Carlisle buscando tocar su hombro para calmarlo.

—¡Había logrado pasar una vida sin ti!—declaro nervioso alejándose lo mejor que podía en una silla de ruedas.

Edward se había asomado lo suficiente por la puerta para verlos manotear cuando Carlisle intento acercarse. Billy movió los brazos desesperado en un intento por mantener alejado al rubio, pero sus manos grandes y frías rápidamente se posaron en su cuello acercándole en un beso profundo, para nada sexual. Pero lo suficientemente significativo y desesperado.

—¿Aún estás molesto?—pregunto él rubio al separarse.

—¿Molesto?—ronreo con esa boca aún cerca de la suya—Más que molesto Carlisle—proclamo ronroneando ante los dedos largos acariciando su cuello.

Edward ahogo un gemido ante la vista. ¡Oh, maldición! Estaba esperando que Jacob y él se casarán antes de que Carlisle empezará una relación formal con Billy, porque odiaria estar teniendo algo con su hermano (claro que no lo haría).
Porque a pesar de todo él y Jacob no estaban destinados a mirarse como si en verdad no quisieran fundirse en un beso apasionado y en cierto grado pornográfico.

—Billy—le tomo de las muñecas con los ojos brillando—te deje ir una vez, porque esperabas a Jacob. Pero ahora no voy a renunciar—proclamo el voz alta volviendo a besarlo.

Edward torció la boca en un gesto de aparente asco mientras les dejaba ser aún con sonidos de besos y algunos gemidos de fondo. Maldición, él estaba detestando tener una audición mejorada, porque de todo lo que se había imaginado en escuchar nunca estuvo entre sus planes escuchar a Carlisle tener sexo con el padre de Jacob.

—¿Pueden ir a otro lado?—medió grito desde su lado de la puerta—No me molesta, solo que no quiero escucharlos.

Una risa baja y dulce proveniente de Carlisle le hizo saber que lo había escuchado. Luego un par de golpes seguidos de malas palabras de su suegro.

—¿Qué haces?—la voz de Jacob le impidió hundirse por completo en su vergüenza.

—Mi padre y tú padre tienen algo—confeso totalmente acojonado.

La risa del chico le hizo reírse, sus hombros se cuadraron intentando ganar algo de seriedad aunque el cabello disparejo y las gotas de agua que mojaban el piso no le ayudaban realmente.

—Por lo menos no tienen un trío amoroso con Aro—rompió en risas ante la cara de asco que Edward oculto detrás de sus manos.

—Imágenes mentales realmente innecesarias—declaro.

Jacob no pudo hacer más que reír mientras se vestía. Aunque secretamente estaba preocupado por como iba ha reaccionar Esme cuando se enterará de que a su esposo le gustaba tener o meter el pene. Porque no estaba seguro de como ver a los dos hombres en una relación claramente amorosa.

—Es seguro que Carlisle es quien lo mete.

—¡Jacob!—chillo el de cabello cobrizo indignado—¡No necesitamos saber quién de los dos es él que monta!

—Claro que no—le restó importancia sin mirarlo—es claro que tú padre ama meter su pene en el culo de mi padre.

Los chillidos incomprensibles del cuarto hicieron que Alice se riera, aún podía escucharlos. Aunque Emmett fingía que no era cierto, Jasper seguía sin importarle y Rosalie estaría completamente roja, si es que aún pudiera sonrojarse.

No sufres si no eres mi Beta... Las frases de la semana. Jajajaja, mi adorable Beta ha tenido que soportar mis bloqueos mentales y tal vez... Solo tal vez ha soportado mi humor totalmente errático.
La prueba de esto es que Jun-Asai ha mandado memes y me ha distraído cuando mi cerebro se congelo. Declaro que este capítulo es oficialmente de mi adorado y preciosamente justo Beta que me recuerda que hay capítulos por delante Jun-Asai.

La luna nueva (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora