Aro

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Habían llegado de sorpresa. Cuando ellos llegaron de la escuela lo primero que vieron fue una casaca roja, y un par de vampiros dentro los cuales se podía ver a Jane. Que parecía un poco disgustada en estar ahí.
No estuvo consciente de lo que estaba pasando, Jake llegaría ha casa en cualquier momento y él tenía invitados.

—¡Edward, muchacho!—la voz de Aro le hizo tener que sonreír con ganas.

Él vampiro era amable, claro sí tenías algo que a él podría gustarle. No entendía como es que alguien podía pasar por amable y ser tan aterrador al mismo tiempo.

—Es un gustó verte Aro—uso la voz más adecuada que tenía en el repertorio.

—Me han contado porque tan apresurado por regresar—comento con las pupilas dilatadas de placer algo aterrador.

—¿En serio?, Yo pensé que era un secreto.

Miró a su familia con incredulidad, Emmett apartó la mirada sin querer verlo directamente a los ojos. Jasper intento calmarlo con su don, mientras Alice iba ha la cocina por algo que no tenía y tampoco necesitaba. Solo Rosalie le sostenía la mirada con una sonrisa triste y algo, solo un poco, seguro de lo que iba ha suceder en esos momentos.

—¿Pero qué cosas dices muchacho?—la palmada en su hombre le hizo moverse un poco de su posición—¡Déjame ver quién es la afortunada!

Extendió su mano derecha dejando que él vampiro la tomara y con placer dislumbrara lo que había pasado, no podría ocultarlo, nada de lo que había sucedido con Isabella, y estaba consciente de eso. Pero lo que más le preocupaba es lo que vería respecto a Jacob.

—¿Cómo puedes permanecer tan cerca de ella de ese modo?

—No sin esfuerzo - contestó Edward con calma.

—Pero aún así... !La tua cantante! !Menudo derroche!

Edward se rió sin ganas una vez. Aún no terminaba de ver sus recuerdos, no soltaba su mano como usualmente lo haría.

—Yo lo ve más como un precio a pagar.

Aro se mantuvo escéptico.

—Un precio muy alto.

—Simple coste de oportunidad.

Aro echó a reír.

—No hubiera creído que el reclamo de la sangre de alguien pudiera ser tan fuerte de no haberla olido en tus recuerdos. Yo mismo nunca había sentido nada igual. La mayoría de nosotros vendería caro ese obsequio mientras que tú...

— ... lo derrocho—concluyó Edward, ahora con sarcasmo.

Aro rió una vez más.

—Jamás pensé ver a nadie que superase a Carlisle en autocontrol, pero tú le haces palidecer.

(...)
Edward estuvo tentado a contestar, claro que lo hizo. Porque la primera imagen que rondo en su cabeza luego de mostrarle todo lo que había sucedido entre Bella y él, no fue la mejor posible.

Parecía de catorce, tal vez quince, y tenía el pelo largo y negro brillante recogido con una banda elástica en la nuca de su cuello. Su piel era hermosa, sedosa y de color rojizo. Sus ojos eran oscuros, hundidos por encima de los altos planos de sus pómulos. Todavía tenía un toque de redondez infantil alrededor de la barbilla. En total, una cara muy bonita.

Aro fue más rápido soltando su mano como si quemara. Esa era la reacción que estaba esperando desde que empezaron ese tira y afloja un poco estúpido. A lo lejos pudo escuchar los pasos de Jacob, los demás miembros de la familia también lo escucharon porque el nerviosismo les inundó.

—Aro, déjame explicarte—hablo con calma, intentando apaciguar la ira del vampiro milenario.

—¿Tienes tratos con los hijos de la luna?—su voz subió un par de decibeles alertando a sus guardianes—, entiendo que Isabella haya sido ingrata—camino haciendo gestos en cada paso—¿Pero con ese... Lobo?

La puerta se abrió con calma dejando ver a un chico de cabello negro corto, piel rojiza y ojos brillantes de color marrón oscuro. Era casi parecido al chico de sus pensamientos, solo que más maduro. Lo señaló con el dedo al darse cuenta.

—¡Es él!—sus labios se abrieron dando una risa un tanto espeluznante—Jane, Alec encarguense.

Edward se interpuso en su camino. Jacob era lo más valioso en su vida en aquellos momentos, no podría dejar que todo se derrumbara. Los Vulturi eran más rápidos, fuertes, su dieta de sangre humana les permitía tener todos sus reflejos naturales. Pero no sé iba ha rendir si con ello podía salvar a Jake.

—forse...ne il vostro...l'uno o altro?—pregunto Aro sin importarle mucho castigar a todo el Clan Cullen.

Edward negó intentando impedir que se acercarán al menor, pero la niebla paralizante de Alec le hizo caer de rodillas en la baldosa de la casa. Jacob se acercó intentando ayudarlo. No estaba en discusión huir, menos cuando la ira le hacía hervir la sangre lento, tan lento como lo hace el agua. Era totalmente frustrante aguantarse para no lastimar a nadie.

—¡Déjalo en paz!—hablo poniéndose enfrente de Edward, cubriéndolo con todo su cuerpo—Me quieres a mí. Mátame.

Edward le miró, no entendía porque él chico se estaba ofreciendo en su lugar. Pensaba que solo era atracción hacia él. Ahora resulta que es capaz de morir en su lugar.

—Alzo la mano deteniendo a los chicos—¿Por qué harías eso por uno de nosotros?

—Edward es...—intento respirar antes de que las palabras se le agotarán—es lo que me sostiene a la tierra. La gravedad no es suficiente para estar bien—pudo sentir los ojos de todos los vampiros encima suyo—. Me imprimado de él, no habrá nadie más para mí por el resto de mi vida. Y sí debo morir por él, lo haré, nací para ser todo lo que él necesitará.

Edward tembló, porque la declaración le hizo sentir que su corazón estaba latiendo. Las manos le temblaron y cualquier método que Aro pudiera usar para mantenerlo sometido se le hacía poco comparado con aquella opresión casi parecida a la de un infarto en su pecho.

—Aro le miró encantado—Debes convertirte en el señor Cullen o ser su mascota.

—¡Se casarán!—afirmo Alice acercándose desde las sombras a los hombres—, Permíteme mostrarte el futuro.

¿Debo hacer que Aro pida matar a Bella?, ¿Qué creen que le muestre Alice ha Aro?, ¿Creen qué necesito escribir más seguido?
¿Qué significa?, Es la pregunta que les hizo.
Así que/Por lo tanto...tampoco de la tuya...¿el uno o el otro?

La luna nueva (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora