CAPÍTULO 7

253 39 22
                                    

AMÉ ESCRIBIR ESTE CAPÍTULO Y ESPERO QUE A USTEDES LES GUSTE, NO OLVIDEN COMENTAR Y VOTAR (:

DEDICARÉ EL PRÓXIMO CAPÍTULO A EL QUE MÁS COMENTE.

_________

Los primeros días después de que salimos del hospital fueron los más difíciles.

Él, a razón de su pie faltante, tenía un humor tan oscuro que era realmente insoportable. No se acostumbraba a sus muletas, chocaba con todo, derrumbaba cosas...

En mi precaria situación lo único que podía hacer era sonreír en su dirección —a pesar de no tener motivos para hacerlo— y pedirle calma.

Puedo decir por experiencia que el amor puede hacerte cambiar para bien o para mal; es un sentimiento tan noble y bueno que cuándo toca el corazón de dos personas que se corresponden, nos transforma. Es cuestión de encontrar la persona indicada. Aunque nunca sabemos quién resultará adecuado.

Puedo asegurar que tu corazón sabrá quién es. No desesperes, llegará en el momento justo.

Amar es complicado, no hay operación matemática existente o una fórmula que nos diga cómo amar, filósofo que pueda definir con precisión qué es el amor o estudio que revele qué es exactamente amar .

Nadie que no haya experimentado antes el amor, puede decir qué es. Porque simplemente no se define: se siente, se vive, se disfruta, descubre y atesora. Y como escribí anteriormente, te puede cambiar.

Yo anhelaba que el humor sombrío de él cambiara; si bien no esperaba que fuera como antes del accidente, deseaba y necesitaba que fuera algo parecido a eso.

Cuando intentábamos ver una película, tenía que ayudarlo a sentarse porque sus muletas incomodan y entorpecían el proceso. Sí se iba a bañar, necesitaba ayuda para vestirse y desvestirse, para enjabonar su cuerpo y para secarse. No tenía equilibrio y eso lo frustraba demasiado.

Recuerdo con especial ahínco la ocasión en que intentaba vestirse, algo sumamente sencillo ¿no?

Sólo imagina tu vida sin un pie, cierra los ojos y crea un escenario en el que necesites caminar. Deberías levantarte de lado, estar apoyando tus manos constantemente con algo firme, luego debes sostener todo el peso de tu cuerpo en una mano para usar la otra en la búsqueda de una muleta.

No conozco la dimensión de tu imaginación, pero nunca será suficiente para saber lo que realmente se siente.

Te sientes inútil, frustrado, con deseos de mandar todo al carajo y solo morir. Yo veía todo eso en sus ojos, que hasta el día de hoy son los más expresivos que conozco.

Lo único que necesita una persona en una situación así es amor, apoyo y comprensión. No es sencillo, muchas veces la paciencia será una virtud que creerás extinta, pero el amor será el apoyo de ambos.

No deberían haber situaciones que nos rebasen cuando contamos con el amor de alguien. Y sí no lo hay, tu amor propio debería ser suficiente.

Es fácil decirlo, ahora descubro que hacerlo es diferente, pero el que yo sea cobarde no debería marcar tus pensamientos. Tú puedes hacerlo, puedes vencer las dificultades que tengas. Puedes salir adelante. Puedes vender cualquier adversidad.

Yo logré que él saliera de su miseria interna, de el mundo oscuro en el que se estaba sumergiendo. Aunque yo me hundí en el mío un poco más.

Poco a poco su humor cambió, no sonreía pero tampoco miraba mal a cada segundo. Me daba más besos y abrazos. Hablaba más y lloraba menos.

Un día tuve que salir a comprar más medicina para mí, pues ocasionalmente tenía fuertes dolores de cabeza o inflamación en el abdomen, además de la gran cortada en mi rostro. Cuando llegué él lloraba.

Envueltos en un abrazo y susurrando palabras de apoyo y amor a su oído, sus lágrimas cesaron.

Yo, por mi parte, evitaba los espejos, tenía miedo de ver el resultado de que un vidrio de doce centímetros de largo se hubiese incrustado en mi rostro. Cuando comía evitaba mirarme en el reflejo de la cuchara y las curaciones eran efectuadas por mi compañero de vida.

Con su amor y ayuda pude ver el espejo sin sentir la necesidad de correr.

Un gusto acerbo llega a mi boca cuando recuerdo que él dijo que no importaba esa gran marca, que la suya era peor y aún así mi amor seguía intacto.

Aquella noche, después de mucho tiempo, nos amamos en la privacidad de nuestra habitación, nos quitamos nuestras nuevas inseguridades y nos mostramos como seres que estaban rotos, que necesitaban del otro para juntar sus piezas y crear una nueva figura, porque la anterior ya no existía.

Entre besos y caricias reparamos todas las grietas que nuestro corazón y alma adquirieron de una experiencia que nos cambió, pero no logró separarnos.

En medio de la oscuridad que la noche nos brindó, dos seres que se amaban hicieron al amor, porque la versión que todos conocen no era suficiente para describir todo lo que sentían, porque lo de ellos era mucho más fuerte que lo que muchos decían sentir.

Se hicieron promesas sin palabras, pues sus miradas transmitían demasiadas cosas que aún no tienen una palabra que las represente. Se hicieron un juramento que fue sellado con un beso final que era mucho más fuerte que cualquier pacto de sangre.

Dos cuerpos danzaban al compás de una melodía inexistente con una sincronía perfecta. Perdiendo la noción del tiempo en almas conectadas.

Ellos juraron amarse hasta el final de los días con la Luna como único testigo, que emocionada y resplandeciente los observaba, porque simplemente no necesitaban más, se tenían el uno al otro y un lazo tan fuerte los unía que no había arma mortal que pudiera romperlo.

O eso fue lo que ella sintió en aquella idílica noche de sábado, después de que no tuvo repulsión hacia sí misma luego de estar más de diez segundos frente a un espejo.

Qué hermosa noche y qué grandes promesas se hicieron aquel día.

ATARAXIA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora