[4 | ¿Amber?]

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Capítulo 4

¿Amber?

Hani»

Después de despertar de la pesadilla más casual que he tenido, bajé las escaleras y mi hermano ya estaba desayunando. Nosotros dos siempre estamos solos en casa porque no hay nadie que nos cuide. Es gracioso porque muchas personas piensan que parecemos huérfanos, no los culpo, yo pensaría lo mismo. En fin, nosotros somos muy unidos y tenemos la necesidad de mantenernos mutuamente en casa.

La desventaja de ser tan dormilona y que Jungkook sea tan pesado, es que ninguno hace que despertemos antes de la hora acordada.

Tomamos nuestras cosas y como pudimos llegamos a la escuela. Claramente ya era tarde.
Bajamos del auto y corrimos lo más rápido hacia nuestro salón, por suerte nos tocaba en el mismo del año anterior, por consiguiente sabíamos que recibiríamos el mismo castigo. La puerta se abrió y nos sorprendió el rostro de nuestra maestra. Estaba enojada, era obvio habíamos llegado tarde pero no era para exagerar. Habían dos lugares vacíos, me senté al lado de esa chica que se me hacía conocida pero no tenía ni la menor idea de quién era. La saludé y procedí a sentarme.
Quería hablarle, pero la maestra es tan estricta que le encanta el silencio incómodo.

No soy buena haciendo amigos, menos aquí que todos te ven indiferente, como si fueras un maldito bicho raro. Tengo que admitir que a veces lo soy pero supongo que todos lo llegan a ser en algún punto.

No sé cuánto tiempo pasó pero por fin era hora del receso, todos salieron del salón excepto esa chica. Como soy media asocial quise quedarme con ella y sacarle tema.

Me miró confundida y después se alejó de su celular para dejarlo en la mesa.

—No saldrás?— le pregunté alzando una ceja mientras me recargaba en la puerta.

—Qué?— contestó distraída. —Perdón qué decías?— Reí por su reacción y me acerqué a ella. —Me preguntaba sí saldrías...— repetí.

Negó con la cabeza. —No tengo nada que hacer afuera.— dijo con rapidez.

Dejé mi toper y mi sándwich en la mesa para sentarme a su lado y tomar un poco de mi jugo.

Me presenté y básicamente le dije que soy la rara, y la razón del por qué lo dicen.

Fue difícil pero la hice sonreír, tal vez por mis experiencias... supongo que le caí bien.

—Hani.— tomó aire y continúo. —Gracias por todo... ya me voy.—

La verdad no sé que hacía Jungkook con nosotras pero me dio curiosidad. Le regresé la sonrisa y ella dio vuelta despidiéndose.

—Quién es ella? Es que m...— le contesté rápidamente con un simple "una amiga".

Y empezó de nuevo con sus gestos raros. —¿Acaso escuché bien? ¿Tú haciendo amigas?— Le di un leve golpe en la nunca para indicarle que no molestara y le contesté al tonto de mi hermano. —No empieces.—
Dio un quejido por el pequeño golpe. Sus labios me daban señas de que iba a hablar así que lo evité. Uno de mis dedos tocó sus labios y de mi boca salió un "shh".

Jungkook»

Hani se sentó al lado de esa chica... creo que se llama ¿Amber?, y yo al lado de Jackson.
A decir verdad ella es bastante bonita, alta, bla bla, tiene todo lo que deseo en una mujer. A primera vista parece ser seria aunque algo me llama la atención.

Según yo había visto salir a Hani del salón pero creo que en realidad se quedó con ella dentro.

Quería hablarle... pero algo obviamente me detendría a hacerlo y ese algo era Jimin.

El enano siempre me pone en situaciones no tan agradables y sólo porque el estúpido "cara bonita" es popular. Si el me veía con aquella chica significaría que bajaría mi reputación. No tiene nada de malo ella, pero Jimin exagera con que no debemos juntarnos con cualquiera.

Como decía ella parece ser difícil de tratar y esto no le agradaría a Jimin.
Sin dudas otro día lo intentaré sin que sean obvias mis intenciones... o mi otra opción será preguntarle a Hani.

❍❍❍

Amber»

Giré mi mochila hacia el frente para poder sacar las llaves y abrir la puerta cuando recordé que estaban en el bolsillo de mi pantalón. Las saqué y metí una de las llaves para ver si era la indicada o tenía que sacar las otras tres. Así estuve como por 5 minutos porque aún no me aprendía cuál era cuál.

Dejé mi mochila en el sofá de la sala y me asomé a la cocina.

—Llegué abuela.— Al no verla en la cocina subí hasta su habitación, giré la perilla y tampoco estaba ahí.

Mi estómago rugía y supe que moría de hambre. Rápido bajé de nuevo a la cocina y buscando algo de comer me encontré una nota, era de mi abuela.

"En el refrigerador dejé comida para que la calientes y te la comas. Por cierto estoy en el trabajo, desde ahora tendré que venir y quedarme hasta tarde. Come bien."

Abrí el refrigerador y saqué lo poco que había dentro... unos toppers con comida y una jarra con agua. Agarré un plato y me serví.

Mientras comía llegó un olor muy rico. Abrí uno de los toppers y vi que uno contenía carne. Al terminar mi primer plato, serví el guisado y lo metí al microondas, ya que soy bien inútil para esas cosas... si de por si no se prender una estufa.

Subí a mi habitación y me recosté en la cama.
El primer día es el menos agotador, ya que no dejan tarea ni nada de eso.
Tenía la tarde libre pero no sabía que hacer para entretenerme. Busqué el control de la tele y lo encendí para buscar algún programa o película, pero cada canal que pasaba era aún más aburrido que el anterior.

Mi celular vibró y al verlo era una llamada. Por lo distraída no alcancé a contestar, esperé a que volviera a vibrar de nuevo para contestar.

—Hola Amber, salí por unas cosas del trabajo y estaré ocupada hasta las 6pm. Te lo digo para que no me esperes.— Mientras ve la tele, has tarea o manualidades como te gustan... por cierto. ¿Hiciste amigas?— contesté diciendo sí.

—Me alegro mucho. Bueno tengo mucho trabajo, cuando llegue a casa me cuentas todo.—

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p j m ;;  AcendradoWhere stories live. Discover now