Capítulo 45

62.5K 3.6K 585
                                    

Melanie

No conforme con discutir por el mismo asunto, ahora tiene una casa exactamente al lado de donde vivo. Siento que la situación me sobrecoge y mientras el agua del mar toca mis pies, pienso en que lo mejor es mudarme de piso.

No debería darle el gusto de angustiarme hasta este punto, sin embargo, que estés hablando con una persona y de la nada te aparezca en la puerta de tu casa, es agobiante.

—Melanie Danielson —alguien me llama y mi corazón late a tres mil millones por segundos.

Me incorporo asustada, esto no estaba en mis planes.

—Te estas...—trato de persuadir a la persona frente a mi.

Ana me rodea con sus brazos siendo efusiva como siempre, cuidando de no aplastar a bebé. No sabía que necesitaba un abrazo así, por parte de alguien que tiene la sangre de Cameron hasta ahora.

Le rehuí toda la semana, sin detenerme en la realidad de que estas personas tienen un instinto increíble.

—Espero te haya gustado el regalo para mi mini primo o primita —confiesa, haciendo clic algo en mi cabeza, juro que creí era alguien amenazándome.

—Ana, por favor —empiezo de inmediato.

Sacude la cabeza, callándome y mostrándome la pantalla de su móvil donde aparezco con esta misma ropa en varios titulares con cosas que no vienen al caso.

—Ya le avisé a mi primo, si te fuiste fue por algo, camina adentro, no estás segura aquí, te siguen fotografiando.

Le hago caso mirando a los costados, hay tantas cámaras tanto de otras personas que ni siquiera distingo quién es quién.

—No quise ser grosera con ustedes —me disculpo cuando me resguarda entre el espacio de venta que tengo tras una cortina.

Ana le resta importancia, vigilando las puertas.

—Cameron me dijo que me quedara contigo hasta que llegara. —explica sus motivos de vigilarlo todo.

La mención de su nombre y de que pronto estará aquí, revoluciona todo mi sistema, la personita dentro de mí hace lo mismo. Si mi corazón late apresurado, el suyo también y es justo lo que está pasando, siento añoro, deseo, amor, felicidad, todas las emociones juntas y de la nada tengo una enorme sonrisa en la cara que Ana corresponde en cuclillas delante de mí, sintiendo a mi bebé patear junto conmigo.

—Ya pronto estarán juntos —afirma Ana.

Asiento frenéticamente con él caer de la tarde y el sol en el horizonte siendo testigo de mi añoro por él.

Pasan unas dos horas en las que sana no me deja hacer nada, dejó a sus hijas a cargo de su familia, mientras ella me cuida a mi de la revolución de paparazzis que me esperan como buitres.

El móvil que no uso suena, identifico el nombre falso de mi padre y contesto, entre todo el revuelo no había pensado en él.

—Papá, adivina, no sabes quién viene...—contestó emocionada.

La línea se queda en silencio y los quejidos al fondo me estremecen haciéndome levantar como un resorte alertando a Ana que se apresura a mi despachando el cliente que había.

—¿Qué sucede? —pregunta ella.

Siento un poco de contracciones, eso pasa cuando mi presión se dispara algo, así como me duele la cabeza.

—Me he caído, hija, no sé de dónde salió todo ese aceite... —explica con mucho esfuerzo.

Ana alcanza el móvil antes de pegárselo al oído, después de escuchar todo.

Casada a mi corta edad © [Danielson 1]Место, где живут истории. Откройте их для себя