COLMILLOS Y GARRAS

CAPITULO 35: SOY UN DEMONIO

Nunca desee la sangre de un mortal, simplemente mordía, bebía, decapitaba y quemaba los cuerpos de mis victimas y ya.

Un vampiro normal, desea la sangre humana hasta las últimas consecuencias. Si eres vegetariano no te afectara en absoluto pero la veras como el tabú para tu vida. Un vampiro como el gran señor, puede controlar la sangre de hombre y mujeres a través de la excitación o el mido que estos tengan en el momento de ser cazados. Demetre, usa su maldito don para atraer a pobres y patéticas mortales vírgenes para alimentarse. Pero estos dos vampiros con solo olerla ya se desesperan por obtenerla sea como sea.

En mi caso, no soy y nunca seré un vampiro. Debo admitir que en un principio pensaba que era un monstro, pero no lo soy. Beber sangre es la única excusa para hacerle daño a la humanidad. Mi verdadera raíz es ser un DEMONIO. Tengo un poder que ningún otro ser lo podría tener.

Pero solo con una cortada, solo con una gota de él, me he dado cuenta de que el autocontrol y seriedad que he tenido al cazar, se fue a la basura, Anthony me descontrolo desde el maldito día en que se cortó.

¿Decirle lo que verdaderamente soy?, solo diría que…

CAJA DE PANDORA, maldita sea, le estoy contando todo mi pasado sin que este sospeche lo que verdaderamente soy.

He de admitir que necesito ayuda, necesito poder contarle lo que soy y lo que este será si se queda junto a mí. Yo no quiero que Anthony pierda ese color de ojos que me han vuelto loca desde el primer día que lo vi. Pero es eso o verlo envejecer a causa de ser un patético mortal.

El se acerca a mí cada vez más, pero necesito alejarme de él para no hacerle daño. Pero mi egoísmo y mi avaricia han hecho que lo involucre más con este ser que es el más peligroso para el mundo mortal.

Me levante del suelo y me comencé a vestir, arregle mi cabello y di media vuelta pude ver que este ya se había vestido y acercándome a él le dije:

-Anthony, por favor olvida lo que te acabo de decir, es solo locuras mías-.

-Todos tenemos locuras, te llevo a tu casa-.

-No te preocupes, me devolveré sola-.

-Annie, no permitiré que te devuelvas sola a casa-.

-No, tranquilo, ve a casa yo me iré sola-.

-Annie, ¿Cómo te vas a ir a estas horas? ¿Acaso no sabes que acá no pasa ningún taxi?-, el no me va a dejar ir, así que use mi don y lo mire directamente a los ojos, un brillo rojo en sus ojos me hizo dar cuenta de que ya poseía su mente, su cuerpo y su alma y lo podía manear conforme a mi antojo, con palabras graves y delicadas le susurre en su odio:

-Ve a tu casa, olvida lo que te dije y nunca preguntes como me fui a casa, ya que Gordon me recogió ¿Entendido?-.

-Entendido-, dijo obedeciéndome, se dio media vuelta y se dirigí a su casa por el camino en que este me había traído. Yo me quede sola en el bosque pensando en cómo le tratare de decir la verdad a Anthony.

No le podre lavar el cerebro cada vez que se me salga las verdades de mi pasado, no podre temer que me deje de amar si le cuento la verdad. Llevamos un mes de conocidos y ha pasado muchas cosas de las cuales nunca me arrepentiré, pero lamentablemente por mi condición física le diré que soy y a que se debe atener conmigo, pero aún no se lo diré, llegara el momento y la situación adecuada para decirle la verdad, pero por ahora le lavare el cerebro para que no sospeche nada.

Comencé a correr en medio del bosque, y pude oler un apestoso olor que estaba cerca de mi casa. Subí a un árbol y me escondí en él para ver que hacían estas bestias nuevamente por estas tierras. Pude ver que uno de los lobos se convirtió en un hombre…