Capítulo XII |Inefable

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"Soy capaz de tantas cosas y no se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer." -El conjuro de los necios.

La frase estaba escrita en la pizarra, junto a un montón de consignas para el trabajo que nos había asignado la profesora. Anoto todo en mi cuaderno y tomo apuntes de lo que dice, para saber qué hacer cuando lo empiece.

—Este trabajo lo harán con su compañero de banco, debe estar escrito por los dos, voy a evaluar introducción, originalidad, explicación del tema, ortografía, que sea entendible, y una conclusión respetable sobre el libro asignado—la voz de la profesora se escuchaba por todo el salón mientras explicaba y anotaba todo en la pizarra para que no queden duda —, para que haya esfuerzo de las dos partes, me entregaran junto al trabajo un video diciendo su frase favorita del libro y porque razón es la frase que eligieron, aparte de explicar en el ensayo si creen que esta frase escrita en la pizarra tiene verdad alguna, es opinión propia.

El sonido de la campana hace callar a la profesora y lo último que dice es la fecha de entrega, para luego despedirse. Miro a mi compañera de banco, era una muchacha de cabello castaño un poco más abajo de los hombros, lentes que cubrían unas pequeñas pecas abajo de sus ojos, y llevaba puesto el uniforme del colegio. Ella me sonaba de algún lado, pero no sabía de dónde.

—¿Cuándo comenzamos el trabajo?

Teclea algo en su celular, mientras yo la analizo con detenimiento, hasta que recuerdo donde la había visto. 

—¡Eres la chica de Barnum!

—¿Disculpa?

—Yo te atendí en Barnum una vez, traías un gorro rojo y andabas muy pegada a tu celular. —explico, ya que veo que ella me miraba sin entender.

—Ah sí, me acuerdo de ti ahora que no llevas el uniforme del lugar. —sonríe con diversión y me extiende su mano — Soy Xionne, tu nueva compañera de trabajo.

—Alizee, un placer. —acepto su saludo y le sonrió— ¿eres nueva en la cuidad? No te había visto antes.

—Sí, me mudé de Phoenix hace poco.

—¿Phoenix? ¡qué genial! —exclamo que sorpresa— ¿Y por qué te mudaste?

—Porque mis papas querían comenzar de nuevo, desde cero.

Salimos del salón y caminamos por el pasillo, mientras hablábamos de como era su vida allá. Ella tenía cierta nostalgia cuando me contaba que tuvieron que dejar a sus abuelos y amigos más cercanos. La parte fue despedirse de su nana, quién era como una segunda mamá para ella.

—¿Te está gustando Leesburg Virginia?

—Bastante. —responde de inmediato, con una sonrisa— Aunque algunas personas son... diferentes.

Me río por su manera de llamar a ciertas personas de ésta ciudad.

—Sí, algunos son un caso especial, pero eso no quita que la ciudad sea bastante encantadora, mucho más en épocas festivas.

—En Phoenix es muy diferente todo, cada quien en su propio ombligo. —hace una mueca— Pero igual era lindo, es donde nací y nunca me podría enojar con mis raíces, no tiene la culpa de que las personas sean una mierda.

Asiento, en acuerdo, pues yo pensaba lo mismo con mi ciudad.

Caminamos hacia Barnum para buscar algo de tomar y comer, y así también para poder empezar el trabajo de Literatura. Aaron, mi amigo no tan expresivo, estaba atendiendo las mesas; al verme entrar junto a Xionne rueda los ojos.

Prescindible AmorWhere stories live. Discover now