Capítulo XVIII |Lista

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Agarro mi cámara y capturo el momento en el que Sean le compra un helado a Aiden y a éste por accidente se le cae al piso, así que el hermano mayor para no ver llorar a la criatura le compra otro.

Me río viendo las fotos, porque se puede apreciar la cara de frustración de Sean.

El deja jugando a su hermano y se acerca a mi, para luego sentarse a mi lado y pasarme mi helado.

—Todavía no entiendo que tiene de divertido venir a la jugar acá y con tierra. —observa como Aiden y su amigo juegan en los juegos—Es poco higiénico, de solo pensar en la cantidad de gérmenes que hay, te pueden contagiar un...

—Que delicada princesa. —bromeo, luego de rodar los ojos— Solo es tierra, ¿o con qué jugabas vos de pequeño?

—A mi me gustaba volar aviones con mi papá. —dice con superioridad. Abro los ojos y luego suelto un bufido.

—Eso es la infancia más rara que vi en mi vida, ¿así se divierten los ricos?

—No se si todos, pero yo si. —se encoje de hombros— No entiendo porque mi hermano tiene que estar jugando con bacterias en vez de...

—Eres tan raro, deja que tu hermano juegue lo que se le da la gana. —digo mientras me limpio el helado que quedó alrededor de mi boca— No le van a contagiar absolutamente nada.— digo, aunque el me mira con recelo— Yo no pensé que tendría ésta clase de conversación contigo.

—Acostúmbrate, yo te puedo empezar a hablar de política y al rato salirte con que si el tomate es una fruta o una verdura.

Sonrio, porque eso me recordaba a mi en cierto modo.

—¿De qué es lo que más te gusta debatir? —pregunto, con curiosidad.

—De muchas cosas, pero últimamente estuve viendo muchos vídeos de casos de misterio, muertes, animales mitológicos, entre otras cosas. —comenta, fascinado— No era algo que me interesara antes, pero ahora me siento curioso con todo eso.

—La verdad es que nunca mire nada de eso, pero se oye interesante. —agarro mi cucharita y lo paso por mi helado de menta granizada, para luego llevarlo a mi boca— Eso si, soy muy fanática con todo lo que tenga que ver con vampiros, hombres lobos, etc.

—¿Crees que existen?

—Para mi si, siento que existe algo más allá de lo desconocido, como eso que dicen que hay vida en otros planetas.

El estaba por decir algo, pero lo interrumpe su celular. Era una llamada entrante. Se disculpa y luego se aleja un poco para atender.

Le doy una mirada a Aiden, estaba en los columpios jugando con su amigo. Su risa se escuchaba desde lejos, era tan angelical y tierno.

El frío de otoño se hacía más presente a medida que se acercaba la noche. La plaza no estaba muy transitada, salvo por algunos niños que andaban en bicicletas. Aiden nos había insistido mucho para que lo traigamos un rato, luego de haber prometido hacer su tarea apenas lleguemos a casa.

No me parecía malo traerlo aunque sea unos minutos, pues estar al aire libre y no encerrado en su casa, le sentaría bien. Pero Sean no creyó lo mismo, por lo que llamó a su mamá para ver que opinaba, y fue cuando la señora Whitman decidió que Aiden podría salir un rato, con la condición de que lleguemos temprano a casa y él no se duerma tarda.

—Era mi mamá, quería saber como estábamos. —dice Whitman, caminando hacia mi— Y me recordó que no me olvidé de organizar la lista de invitados para la fiesta de cumpleaños de Aiden.

—¿Cuándo es su cumpleaños?

—El 13 de octubre. —mira a su hermano y luego vuelve su atención a mi— Mi mamá quiere algo original y grande, podría ser de disfraces ya que dentro de poco es Halloween.

Prescindible AmorTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang