Cap.10 La cena

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SHERWIN

Anoche luego de que Patrick se fuera, me puse a pensar un poco sobre la situación que padre e hijo tienen. Tenía muchas dudas, pero ninguna tenía su respuesta.

¿Por qué Patrick volvió ahora? ¿Cuál es la necesidad de que Jonathan asista a una cena? ¿Qué querrá ese hombre?

Sólo hay una forma de averiguarlo y es; asistiendo a la cena. Sólo tengo que convencer a Jonathan, lo cuál, no es trabajo fácil.

- Dije que no voy a ir Sherwin, no es no - como dije, no es fácil convencer a Jonathan.

- ¿Pero por qué no? ¡Tal vez quiera arreglar las cosas contigo! - Jonathan me miró incrédulo - Okay, se que no tiene mucho sentido querer venir a arreglar las cosas ahora pero-

Jonathan me interrumpió.

- Cariño, no quiero discutir contigo antes de irme al trabajo porque al estar allá no puedo dejar de pensar en nuestra discusión y me distraigo mucho. Así que, por favor, olvidemos esto ¿si? - dijo Jonathan terminando de atar su corbata. Asentí dándole la razón haciendo que este sonriera victorioso.

Salimos de nuestra habitación encontrándonos con Sebastián, el cuál estaba desayunando su cereal preferido; cheerios.

- ¡Mira papi! Hice el desayuno - dijo Sebastián orgulloso.

- Tú no haces los cheerios Sebas - dijo Jonathan soltando una pequeña risita, para luego besar la frente de Sebastián.

Nos sentamos en la mesa para empezar a desayunar y como ya era rutina, a Jonathan se le estaba haciendo tarde, bufó molesto y se adentró todo el cereal que podía en su boca, inflando así sus mejillas. Sebastián y yo reímos al verlo así y este nos fulminó con la mirada.

- ¡Adiós, los amo a los dos! - dijo Jonathan cuando tragó el cereal.

Al terminar de desayunar, lavé todos los platos con ayuda de Sebastián el cuál es bastante terco ya que le decía que yo podía hacerlo sólo ¡Pero no! Es igual a Jonathan en ese sentido.

Hoy tenía que llevar a Sebastián a casa de Nicolás ya que este lo llevaría a un parque de atracciones junto a su amigo Noah.

No se por qué, pero cada vez que veo a Sebastián y a Noah juntos, me acuerda a la época en la que apareció Shirley, recuerdo todas las cosas por las cuáles pasé gracias a ese insistente corazón tantas buenas, como malas. Pero gracias a él es que estoy con la persona que siempre he amado y amaré toda la vida.

Pero me puse a pensar... ¿Cómo no me morí si mi corazón salió de mi pecho?

- Papi... ¿estás ahí? - salí del trance mental en el que había estado por un rato al escuchar la voz de Sebastián el cual me llamaba.

- ¡Oh, s-si! ¿Estás listo? - Sebastián se señaló a si mismo como diciendo: "¿No lo ves?".

Debo madurar un poco más...

(...)

- Ahh... - suspiré mientras me lanzaba al sofá completamente aburrido. Ya había llevado a Sebastián a la casa de Nicolás y Jeremy los cuales sorprendimos en pleno acto de besuqueo.

Encendí el televisor en busca de algo que ver para no dormirme en las próximas tres horas que faltan para que Jonathan llegue del trabajo. En la sección de películas me encontré "Hostal" y me acomodé para mirarla, la he visto miles de veces pero no me canso de ella.

Diez minutos después sentí hambre y me dirigí a la cocina a ver qué podía comer, saqué una bolsa grande de papas y una soda para mirar la película con mi estómago sin fondo satisfecho.

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