Capítulo 22

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Dos días antes...

—Doctora aquí tiene —Ellis le entrego en sus manos un folder.
Amy lo abrió y comenzó a leer su contenido; las primeras hojas solo tenían información sustancial como su fecha de nacimiento y datos personales, pero casi al final noto unas notas grabadas a pluma en el reverso de la última hoja donde se encontraba la dirección de sus padres; "lo encontré" decía junto con el recorte de una prueba de ADN que aseguraba a Cartwright como padre de Patrick.
Amy cerró la carpeta y le dijo a Ellis. —Asi que estos son los documentos oficiales de Patrick.

Ahora...

Cartwright entro a su habitación esa mañana y la despertó con un desayuno y esa sonrisa parecida a la del gato Cheshire que tanto caracterizaba al sinico hombre.

—¿Digame que hace aquí? —pregunto sorprendida.

—¿No puedo ver a mi huésped? Solo trato de ser amable señorita, sé que ha ido con un psiquiatra y no le ha dado noticias agradables.

—¿¡Usted como sabe eso!?

—Yo siempre estoy al tanto de lo que ocurre, no debería asustarse por eso.

—¿Por cuánto tiempo me mantendrá aquí?

—El que sea necesario para asegurarme de de no hablará, ha cometido un gran error al meterse en asuntos que no le competen.

—¿Y por eso me ha estado drogando?

—Soy muy sincero cuando le digo que por mi parte no ha recibido ningún estupefaciente; lo que ha ocurrido con usted los últimos meses ha sido el estado de psicosis que le he proporcionado.

—¿Por qué?, ¿Qué beneficio saca de todo esto?

—Creo que ya lo ha entendido antes, Virgil y yo buscábamos su ayuda al saber la relación que existía entre Patrick y su hermana, al no funcionar solo deje que las cosas fluyeran hasta que empezó su estado de psicosis, después bien solo me enfoque en Patrick.

—¿Y qué es lo que busca de todo esto?

—No se lo dire ahora, no es momento para que lo sepa.

—¿Cuando sera ese día?

—Será cuando tenga que ser. —sin más, se marchó de la habitación dejandola sola; cansada se levantó hasta la ventana, ya era mañana y se asomó haber que era lo que había. Desde la ventana pudo suponer que estaba en un piso alto, por fuera un jardín con árboles cubriría lo que al parecer era una valla, pero no la cubriría del todo ya que en una de sus esquinas de podía observar lo que era otra casa.

Desesperada por el encierro volvió a abrir la ventana quedándose ahí hasta cerciorarse de que alguien habitase ahí, fue cuando vio el movimiento de una cortina de la casa y empezó a gritar "fuego" intentando que alguien escuchara; en su lugar, una Virgil furiosa entro azotando la puerta.

—¿¡Acaso no puedes cerrar la boca!? ¡Ya estoy cansada de escucharte! De saber que existes —la furia en ella era extraña esa dia, se veía llena de rencor pero, ¿rencor a por qué?

—¡Solo quiero salir eso no es obvio!

—Si fuera por mí, ya estarías muerta pero mi padre ha dicho que es necesario que aún vivas, así que no lo arruines porque haré todo lo posible para que acabes en una tumba.

—¿Por qué?

—¿Qué es lo que quieres?

—Saber porque me tienes tanto odio.

—¿Eso? Porque tú y tu hermanita se han llevado toda la admiración de el, y eso no lo soporto.

—Eres tu su más fiel aliado, y estas más loca que él; le tienes una admiración enfermiza a causa de que el te ha criado desde pequeña, necesitas de su aprobación en cada momento y te niegas a que admire a otras personas, talvez seas tú la que nos quiere ver muertos y para ti lo mejor sería que Patrick nunca sepa quién es su verdadero padre.

—¡Suficiente! ¡No hables más! No quiero oír nada más de tí —hecha una furia azotó la puerta.
El cuestionamiento que a Amy le tomo unos minutos de reflexión, bastaron para darse cuenta de la susceptibilidad de ella; una mujer que aparentaba seguridad y soberbia pero que en realidad no era más que una niña pequeña necesitada de atención.

Esa noche con el sabor de la victoria en la boca, en el piso de la puerta se deslizó una a nota a lo que Amy corrió d inmediato a verla, la tomo en manos y comenzó a leerla rápidamente.

"Doctora ahora es el momento, la puerta de su habitación está abierta y no habrá nadie cuidando a su alrededor así que podrá salir, al reverso le he hecho un mapa donde podrá ver dónde se encuentra y cuál es la puerta por donde deberá salir"

La adrenalina de poder salir la lleno de energía; saldría de aquel lugar y llamaría a la policía de inmediato, guardo la nota en el bolsillo de su pantalón y camino hacia fuera con cautela. La casa estaba oscurecida y trataba de hacer el más mínimo ruido,  cuando al final de un pasillo escucho los murmullos de alguien atraves de una puerta; Amy se acercó a escuchar y pronto la voz de el director empezó a tomar forma.

—Elizabeth lo he encontrado, nuestro hijo ahora estará con nosotros para siempre, Elizabeth —su voz estaba melancólica.
Cuando escucho a Cartwright caminado hasta la puerta rápidamente abrió una de las puertas que se encontraba al lado, dejo la puerta abierta y encendio por accidente el interruptor. No volvió a escuchar a Cartwright, entonces decidió ver la habitación; esta parecía la de un pequeño, azul y decorada con nubes, cerca de ella había un librero con fotos de el director con lo que parecía su esposa embarazada, se les veía felices; recordo lo que Clarence le dijo días atrás y la hizo sentir un poco de lastima por primera vez.

—¡Vaya! ¿Por qué siempre la tengo que hayar usmeando mis cosas?

Asustada, solo se limitó a retroceder unos pasos mientras Cartwright se acercaba a la habitación

—Tranquila, me ha encontrado a mi y no a Virgil; la cual parece tenerle mucho odio estos días.

—Creo saber porqué —dijo intentando no sonar asustada y nerviosa.

—Claro que lo sabe, es fácil ver en ella que está necesitada de atención; desde que su madre murió y decidí estar a cargo de ella, no para de insistir en que apruebe cada uno de sus actos.

—¿Y a usted debe beneficiarle eso no es así?

—En parte sí, pero ella es como un dolor de cabeza muchas veces —suspiro Cartwright.

Por un momento el nervio desapareció, Amy estaba cerca de lo que era la cuna del bebé y tomo uno de los peluches que ahí había; el pequeño gatito de felpa le hizo recordar a trece el gato que la personalidad de Patrick había inventado, una sonrisa se dibujo en su rostro y dirigió su rostro hacía el umbral de la puerta donde estaba el director.
—Digame algo, ¿Nunca pensó buscar a su hijo antes?

El director camino hasta el librero tomando la fotografía en sus manos —Crei que había muerto, hasta que mi padre me lo confesó, fue entonces cuando lo comencé a buscar y encontré que... —dejo la foto en su lugar y volteo su vista a ella —Espere, hemos estado hablando pero no sé cómo logro escapar.

—La puerta estaba abierta —dijo sin más.

—Intentare no pensar en ello; no ahora que creo que es momento, pensaba retrasarlo pero veo que usted está más que lista para verlo.

El Paciente 249 (SIN EDITAR) Kde žijí příběhy. Začni objevovat