[2018] "La vida no vale la pena" o eso es lo que mi cerebro tenia planteado. Mi vida tal vez no es tan peor como las de otros pero debo admitir que hubiese deseado una mejor.
Simplemente no veo que la felicidad o otra emoción positiva este a mi fav...
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"Hes a beast... one that devours lies"
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Lo conozco desde la post secundaria, cuando llegue a mi aula en décimo grado me encontré con él y con todo ese estúpido grupo criticador y juzgador.
Un día cuando simplemente me encontraba leyendo él se acerco junto a otros chicos... al principio ni había notado que estaban parados frente a mí hasta que él mismo llamo mi atención.
─ Oye, emo loca─ lo único que hice fue levantar la mirada, esas fueron sus primeras palabras hacia mí.
De esas palabras a constantes burlas, golpes, juzgaciones, risas y hasta un vídeo vergonzoso.
Siempre le rezaba a Dios, que me librará de estos abusos, que me librará de ser una víctima del acoso escolar.
Noches en las que llore infinitamente preguntándome el porque; porque en cada escuela a la que ingresaba me molestaban ¿Qué uno no puede ser uno mismo en este mundo? Parece que no.
Llego un momento en el que deje de rezar, simplemente me aburrí, me canse, me decepcione al no ver resultado, es como si el Dios que mis padres siguen y me criaron a seguir en realidad no existiera.
Llego la Universidad y si, llegaron a haber varios comentarios pero se acabo todo, todas las molestias y burlas de acabaron, el único problema seguía y sigue siendo mi casa, pero ultimamente todo va bien, no he echo nada "rebelde" a los ojos de mi familia y nunca se enteraron que en realidad fui a la playa con Kaneki, lo cual ya ha pasado varias semanas desde ese día.
Ahora mismo acabo de salir de la Universidad, a las 6:30, algo tarde pero los trabajos no se hacen solos. Admito que salí alegre y simplemente me sentía feliz, nada podía arruinar este día, nada de nada...
─ ¡Aaah!─ exclame. Un idiota me había agarrado de la mano y arrastrado detrás de un fastfood. ─ ¡Oye! ¿¡Qué te pasá inútil!? Acaso...─ al ver bien esa persona la sorpresa se convirtió en pura neutralidad. ─ Yuya... ¡¿Qué onda contigo?!─ grite notablemente molesta.
