La vida no vale la pena -Ken Kaneki-

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"What’s the point of living? Is having a morning cup of coffee reason enough?"

No soporto manejar este descontrol constante, no importa que haya comido de esos dos ghouls y el humano aun no me controlo.

Ando sin rumbo, aún con hambre, camino por las aceras, viendo como el sol ya esta desapareciendo, esto es simplemente insoportable, mi vida es miserable a excepción cuando estoy con Katsumi; con ella me comporto diferente, me siento yo mismo, siento mi verdadero ser fluir.

Hay que admitir que yo nunca he sido yo mismo, desde tolerar dolor debido a que "es mejor ser lastimado que lastimar a los demás" a unirme a una asociación anti-humanos, pensar en encontrar o ir detrás de quien me arruinó la vida transformándome en esto. Ahora no se ni que estoy haciendo con mi vida, siendo alguien serio, buscando proteger a mis seres queridos; pero todos sabemos que es para que yo no me quede solo. Mi mayor miedo es terminar solo.

Pase justo por frente de Anteiku, suspire con pesadez y continúe con mi camino.

Al llegar a mi apartamento me adentre a la cocina y inicie a buscar los ingredientes necesarios para prepararme un café. Al estar buscando me tope con la comida que dejo Katsumi aquel día que fuimos a la playa; agarre una bolsa de doritos lleno de pena y la observe, al instante sentí ira y la tire contra el gabinete. Solté un suspiro frustrado y me dediqué a preparar mi café aun lleno de frustración.

Me senté sobre el sofá y inicie a acercar la taza de café hacia mis labios para tomar de ese delicioso y amargo liquido pero sin embargo un dolor repentino abordo mi cabeza.

─ ¡¡AAGHHH!!─ la taza impacto contra el suelo y se rompió, causando un desastre. Inicie a moverme involuntariamente y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba fuera de mi apartamento, saltando de techo en techo con mi mascara puesta, de seguro había perdido el control.

─ ¡¡COMIDA, COMIDA, CARNE!!─ gritaba descontroladamente. El sol ya había desaparecido y la noche se había apoderado de todo Tokio.

Un grito hizo que me detuviera y me asomara, y precisamente, detrás de un fastfood se encontraban una chica y un chico.

─ ¡Basta Yuya!, ¡estoy harta de ti!─ grito la chica que se encontraba pegada a la pared, acorralada por él.

─ Perfecto─ susurre pero algo hizo detenerme.

─ Vamos Kat, te seré sincero de una vez; ¡Me gustas!─ vi sorpresa en el rostro de la chica. ─ ¡Me gustas maldita emo suicida!─ gritó el chico frustrado. ─ Todos estos años he intentado llamar tu atención, y lo hice molestandote─ ella lo empujo.

─ ¡Tu no me gustas y molestandome no ibas a ganar nada!─ le gritó la chica decidida a escapar pero sin embargo el chico agarro de su muñeca y la volvió a estampar contra la pared causando un quejido por parte de la chica.

─ ¡Tu me tienes que amar Katsumi!, ¡todos estos años te he amado!─ exclamó molesto.

─ ¡Sueltame imbécil!─ gritó, sin embargo el chico inicio a acercarse a ella con intención de besarla; en ese instante reaccione y rápido salte, sacando mi rinkaku y asesinandolo al instante.