La casa del brujo [COMPLETA]

━━ ✧Capítulo 3✧━━━━━

—¿Que van a querer? —preguntó una mujer de piel muy blanca y de cabellos castaños, llamada Shampoo.

—Será un café Expresso —le respondió Erick, mientras dirigía su mirada hacia Bucky y Rob.

—Para nosotros un Capuchino —dijo Rob, quien había tenido que alzar la voz por él y Bucky.

—Quisiera agregar una rebanada de su pastel especial — expresó  Erick, mientras levantaba súbitamente su mirada.

—También nosotros —agregó Rob una vez más.

Por aquella cristalina puerta se aproximaba Tina Kinney, una mujer muy coqueta, era la joven de la cual Rob está enamorado, pero Tina parecía no mostrarle ningún interés a Rob, pues ya se lo había dejado claro en más de una  ocasión. Tina empujó la puerta con una actitud de diva y se sentó en una de las mesas principales. Cruzó las piernas y tomó la carta, pues estaba lista para ordenar.

—Es Tina amigos, ¿Creen que está vez acepte salir conmigo? —preguntó Rob con curiosidad.

             Bucky y Erick, solo intercambiaron miradas entre ellos —No, mejor déjalo así Rob, quizás después conozcas alguna otra chica —le respondió Bucky con una voz fatigada. Rob solo agachó la cabeza y se distrajo mirando el menú del café.

—Chicos ¿alguno sabe algo de Chadwick? —preguntó Bucky, mientras observaba por en ventanal.

—No sé si vendrá, pero supongo que podemos verlo más tarde, debe estar arreglando problemas con su padre con eso de que lo dejará a cargo de las empresas, no debe ser nada fácil —dijo riendo Erick.

—La pregunta es si alguien sabe algo de John, hace tiempo que ya no hablamos con él, esta muy ausente desde aquel viaje —dijo Rob, mientras observaba solamente a Erick.

Bucky los miró detenidamente, y se limito a decir una palabra, puesto que no podía opinar, dado a que él  no sabía nada respecto ha algún viaje.

—Debe seguir ocupado con el problema de su hermano Madden—dijo Erick, mientras se levantaba del asiento para salir por un momento, pero antes de que pudiera poner un pie fuera del lugar fue llevado de nuevo al local por Leo —¿A donde vas Erick?

—Solo iba a tomar algo de aire, amigo —le respondió con una sonrisa —Que bueno es verte —agregó, mientras estrechaban sus manos y se dirigían hacia la mesa.

Bucky se levantó y se alejó, pues ahora era él, quien necesitaba aire, aquello desconectó a Leo, pues a diferencia de Erick, notaba a Bucky de una manera inusual—¿Le pasa algo a Bucky? —les preguntó a Erick y Rob, mientras tomaba lugar en la mesa.

Erick los miró a los dos y algo preocupado les dijo —La verdad también lo note extraño, hoy fui a su casa —dijo con un tono de voz alarmante, llamando la atención de Leo y Rob —Me empezó a contar sobre unas cosas que le habían ocurrido esta mañana —agregó —Creo que finalmente nuestro amigo Bucky se ha vuelto loco —se recargó en la silla preocupado.

Antes de que Leo pudiera preguntarle más acerca de la situación fue interrumpido por Harley, quien era la dueña del lugar —Aquí está todo lo que pidieron chicos —dijo con una sonrisa encantadora la rubia.

—Gracias, Harley —dijo Rob, mientras tomaba su café, aquella bebida tan popular, tenía una pinta elegante, era una combinación de partes iguales de expresso, leche caliente y espuma de leche. Era una bebida de lujo, funcionaba correctamente, incluso como un postre por sus sabores variados de riqueza.

El pastel especial de la casa, era una combinación de huevos, azúcar, polvo de cacao, chocolate, mantequilla o aceite, agua o leche, sal y bicarbonato de sodio. Su cobertura era un espeso chocolate con un poco de vainilla, tenía un decorado delicado y suave.

Por su parte Erick tomó su café, el cual era un expresso perfectamente preparado, tenía una crema espesa, marrón dorado (espuma) en la superficie. La crema era lo bastante buena, el azúcar agregado flotaba en la superficie, incluso duro así un par de segundos antes de hundirse lentamente. —Se ve delicioso —dijo Erick, mientras acercaba la rebana de pastel, con el cual acompañaría al café.

—¿Por que no tomas lo de Bucky? —dijo Erick a Leo, mientras se asomaba por el vidrio y observaba a su amigo un tanto perdido.

Leo accedió a aquello y sólo tomó el café, pues los postres no eran su fuerte, y menos si se trataba de chocolate.

Bucky se quedo afuera del café, no tenía apetito y como si las cosas fueran a empeorar parecía que en cualquier momento iba a llover, estaba por entrar de nuevo cuando de repente su celular sonó, su mano comenzó a temblar, pues tenía miedo de ver la pantalla de su móvil, pero de todos modos se atrevió a hacerlo. Bucky sacó su teléfono y de inmediato deslizó la pantalla, pues todo indicaba que se trataba de John, otro de sus amigos, así que respondió.

—John —dijo con una sonrisa en su rostro, pero de pronto su semblante cambio, pues estaba aterrorizado.