La casa del brujo [COMPLETA]

━━ ✧Capítulo 1✧━━━━━

El mundo esta lleno de misterios y contradicciones, el tiempo transcurre de manera lenta, pero pensar en las ensoñaciones del resto de una agitada vida, me hace parpadear y temblar, no conozco lugar más indicado que un pequeño estado llamado Oregón, viene a mi mente la imagen borrosa de un hombre, cuya historia me erizaba la piel, me hacía tragar mi propia saliva, sintiendo como raspaba lentamente por mi garganta e incluso sufría terrores nocturnos, os contaré aquello desde mi punto de vista ya que si lo  contará el hombre que lo vivió, os aseguro que les contaría algo totalmente distinto.

Como cada mañana de cualquier semana, cualquier mes o cualquier año Buchanan James se levantó de su cómoda cama, tomó unos libros que reposaban sobre una mesa de madera y comenzó a ordenarlos. Buchanan James era pedagogo, su propósito:  instruir a los niños de la vecindad. Se decía que era un hombre de carácter fuerte, aunque muy paciente, había estudiado en Nueva York, aunque era de origen inglés.

Buchanan tomó un suspiro, las vacaciones de verano habían comenzado «por fortuna no tendría que tratar con esos odiosos niños un día más» pensaba con una sonrisa cansada, mientras caminaba alrededor de su casa, su reloj marcaba las nueve de la mañana, así que se apresuró a bajar los escalones, su misión: dirigirse al café, pues James gozaba de los ricos pastelillos que la cafetería "Harvey" vendía, era un lugar muy modesto, la dueña era una rubia preciosa de nombre Harley Robbie.

Buchanan era un hombre de gran apetito, aunque tenia un cuerpo bien formado, se deleitaba degustando todo tipo de alimentos, tan solo pensar el los pastelillos de chocolate, hacía que se quedará inmerso en una habitual ilusión.

Buchanan abrió la puerta de su casa rápidamente con la ansiedad de tomar aire y dirigirse a su destino, pero se percató de algo que no era habitual, pues nunca antes lo había visto; se trataba de unos rasguños en la puerta, podían notarse con facilidad, la puerta era de madera y ya estaba muy vieja, incluso rechinaba al abrirse.

Buchanan se quedó por unos instantes perplejo, tenía una mirada profunda y desconcertante, observaba y trataba de encontrar alguna explicación, «quizás algún animal había entrado a la casa, mientras él dormía» pensaba, pero esto último también debía preocuparle, pues los rasguños eran tan grandes que podría incluso tratarse de algún animal carroñero, Buchanan cerró la puerta de golpe, volviendo a adentrarse a su casa, estaba pensativo, así que se volvió a echar un vistazo, subió con cuidado las escaleras, percatándose de que todo estaba en orden, bajó de inmediato observando de nuevo el resto, lo cual se encontraba en absoluta perfección.

La situación que estaba viviendo comenzaba a abrumarlo, pasó su mano derecha ligeramente por su cabeza, rozando sus cabellos negros en dirección hacia atrás, «esto es imposible» frunció, ya que si alguien o algo hubiera entrado a su casa, con seguridad lo recordaría, el sueño de Buchanan era ligero, así que tendría que haber escuchado algo la noche anterior, todo por su cabeza comenzaba a dar vueltas y vueltas hasta que finalmente decidió no darle más importancia a la situación y salir directo al café.

Buchanan abrió la puerta delicadamente, esto para llevarse la peor sorpresa de su vida. Había un mensaje que decía:

[Esto apenas está por comenzar]

Aquellas palabras estaban tatuadas en la madera, como si alguien las hubiera tallado con el filo de un cuchillo, o peor con sus propias uñas. Incluso habían conseguido retirar un poco de la pintura color guindo que decoraba la cobertura. Buchanan se echó hacia atrás, estaba pálido del miedo, sacó su cabeza en dirección a sus vecinos, pero el resto de la calle estaba desolada.

Buchanan James era un hombre muy asustadizo, desde pequeño, los más simples detalles poco común lo atemorizaban, en ocasiones dormía en compañía de sus padres, sino se reposaba junto a la cama de su hermano mayor, Viggo, para sentirse mas seguro.

James cerró la puerta, dio un par de pasos hacia atrás, dos cosas de este tipo le parecían demasiado para tratarse de una simple casualidad, «quizás alguien quería hacerle una broma» pensó, mientras repasaba algunos nombres en su cabeza, «quizás alguno de sus amigos, o tal vez su hermano Viggo, incluso podía tratarse de Henry Dicket, un pequeño niño al que lo había hecho repetir el año escolar», pero de ser así ya habían logrado asustarlo.

Se dirigió hasta la sala, se tumbó sobre su largo sofá color marrón, donde se quedó sentado por unos minutos, Buchanan estaba en trance, pasaron unos pequeños minutos, mientras sus ojos se movían de una dirección a otra, metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó su teléfono celular para realizar una llamada a su mejor amigo, Chadwick, «quizás Chad pueda ayudarme o darme alguna explicación» pensó, mientras salía de aquella confusión, pero antes de que pudiera llamarlo, incluso antes de que tuviera la oportunidad de marcar el primer dígito, pudo escuchar el timbre de su casa, alguien llamaba a su puerta. Buchanan movía la cabeza lentamente en dirección a la entrada y paso un poco de saliva, dejando caer su teléfono en el sofá, pues su mano estaba temblando.