PERSONAL [Ten]

X. (Parte I)

Doy vueltas por la pieza mientras intento acomodar las ideas que surgen en mi cabeza para que por lo menos, en todos los escenarios posibles en los que estemos Yoon Oh y yo no sean un desastre.

—Entonces Yoon Oh te dijo que se juntarán hoy a las seis —dice Mimi sentada en el borde de la cama con su delgada pierna cruzada sobre la otra. — Eso sí que es un problema, ya no lo quisiera ver más por estos lares si fuera yo.

Suelto un largo suspiro, me acerco a la cama y me lanzo con los brazos abiertos mirando el techo de mi habitación.

—Es más complicado de lo que crees. — cubro con mi antebrazo mis ojos protegiéndome de la luz que cruza la ventana. Mi corazón se complica más de lo que uno misma se puede imaginar, el hecho de estar en esta encrucijada con Jaehyun, verlo y escucharlo nuevamente me pone los pelos de punta.

—Corazón, — Mimi acaricia mi cabello amablemente, sus toques son suaves y a la vez constante lo que hace que mis ojos se vayan cerrando involuntariamente. — no sé qué haría en tu situación, probablemente escondería mi cabeza debajo de mi escritorio, pero lo que te puedo dar como consejo es que si llegas a ir, anda con tus sentidos bien alertas y con la predisposición de arreglar las cosas con él.

Me quedo en silencia pensando en las palabras de Young Mi.

Sé que debía buscar lo mejor para mí, para lo que yo consideraba correcto y respetable, pero he ahí el problema ¿qué realmente era lo correcto? si no hago nada al respecto sería una egoísta para los ojos de otros pero si decía la verdad muchos me considerarían un mentirosa y mamá haría todo lo posible para revertir aquella situación tan bochornosa para a su "adorada hija".

Sin darme cuenta mi respiración se calma, los pensamientos que antes estaban tan presentes en mi cabeza y que parecían tan razonables dejan de chistar en mi subconsciente y me voy quedando dormida sin dar cuenta de aquello.

No sé cuánto tiempo estuve allí tendida. Sería difícil para mí decirlo. Pero cuando Young Mi toco mi hombro para que despertara parecía que había dormido una eternidad, ¿sería posible? Pienso en aquella posibilidad tomándome por sorpresa el hecho de que mi corazón revoloteara y en mis hombros, tan solo por un segundo se haya ido ese peso que me atormentaba desde que Jaehyun dijo que debíamos juntarnos.

Tenía miedo de lo que quería conversar, y si deseaba contarle a mis padres o incluso a los suyos, mi vida estaba arruinada si llegaba hacerlo, era esa la razón por lo que no tenía deseos de comer o incluso hablar de lo nerviosa que estaba , como si me hubieran revuelto el estómago rudamente.

Escucho unos leves toques que llegan desde abajo, en el primer piso, pero no logro tomarle la importancia necesaria para levantarme.

— ¿No quieres ir?— pregunta Mimi. Niego con la cabeza, ella asiente con la cabeza y sin decir mucho se levanta y va hacia abajo a abrir la puerta para ver quién es.