II.

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Entro con mis libros entre mis brazos a la última clase del día, busco entre los primeros asiento pero todos ya están ocupados por los más revoltosos de la clase. Ruedo los ojos, siempre es lo mismo la última clase ante de la prueba se sientan allí para llenar de preguntas al profesor sobre que va a entrar en el examen.

A ellos no les importa que el resto de la clase no pueda hacer preguntas, si al fin y al cabo estuvieron todas clases, ¿no? Esa es su estúpida lógica además lo que más me molesta de todo esto es que ocupan como hormigas todos los puestos de al frente dejando solo desocupados los últimos asientos donde apenas se ven la palabras que escriben en el pizarrón.

Esquivo al grupito de amigos y me siento en el asiento más cercano que queda, está pegado a una ventana que da al patio, y está vacío sin nadie a su alrededor. Perfecto.

Dejo mi bolso y mis libros en la mesa para poder acomodarme, me quito el gorro y lo dejo en la silla de mi lado, saco mis guantes y la bufanda, todo esto con una parsimonia necesaria para el momento, el profesor aun no llegaba y yo estando dentro del salón donde no hace frío como afuera que está poblado de nubes grises anunciando un lluvia para unas horas más.

Me pongo a revisar los apuntes de la clase anterior cuando mi celular comienza a vibrar en mi bolso, es un número desconocido, hago una mueca mientras deslizo el botón verde para contestar.

- ¿Hola?- pregunto extraña jugando con mi labio inferior.

-Hablo con la señorita Bi Hee-Sook- contesta un chico imitando una voz grave y varonil.

- ¿Quién es?- frunzo el ceño agachado mi cabeza para comenzar juguetear con el botón de chaleco.

-Habla la policía para reportar que ha robado mi corazón. - Se escucha de fondo la risa de otros chicos continuando con un alboroto de insultos y golpes.

Que estupidez. Estoy a punto de poner fin a la llamada cuando se escucha la voz de un chico que pronuncia mi nombre-Espera Hee-Sook, lo siento mis amigos me sacaron mi celular y te llamaron. - Esta nervioso, su voz sale un poco aguda y de ves en cuando hace un pausa esperando que diga algo.

-Ah, ¿Quién es?

-Soy Chittaphon.

-Lo siento no sé quién eres- se escucha una fuerte risotada de fondo muy parecida a la que está sonando ahora en el salón. Levanto mi mirada y me topo con la mirada del mismo chico de la motocicleta de la vez pasada, a su lado se encuentra un chico moreno de grandes ojos pegado a su celular escuchando nuestra conversación.

-Ya sé quién eres- le punto- eres el dueño de preciosa.

El rostro del pelinegro se va enrojeciendo al pronunciar el nombre preciosa. - Sí, soy yo. - baja la mirada mordiendo su labio inferior.

Está esa la razón por la que se sabía mi nombre.

Vaya que coincidencia.

¡Vamos juntos en la clase de económia internacional! A decir verdad si que me extrañaba, nunca me había fijado en él y si que es extraño porque si miro un poco a mi alrededor más de dos pares de ojos femeninos tenían puesta su mirada en él; siempre observo esos detalles.

-Si llamas para que te pague el costo del arreglo no lo voy hacer, la culpa fue de ambos no solo mía sí que si llamas para eso, estás perdiendo tu tiempo.- Es lo último que digo antes de colgar la llamada y dejar un muy confundido Chittaphon.

Guardo mi celular nuevamente en mi bolso y bajo mi mirada a mis apuntes, sin dirigirle ni una sola mirada a Chittaphon.

No quería mirarlo, tendría que enfréntalo enojado y para eso no tenía tiempo ahora ni nunca, escucho varios chicos entran corriendo seguido de un fuerte carraspeo a mi derecha.

PERSONAL [Ten]Место, где живут истории. Откройте их для себя