XV.

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—¡Harry! ¡Louis! ¡Ya era hora de que llegaran!— les dijo Patty acercándose y agarrando a Harry del brazo.

Louis no había sentido en su vida una necesidad tan grande de golpear a una mujer. Patty, sin darse cuenta de la reacción de su amigo, se aproximó aún más a Harry y sonrió.

—Los Gibson te están esperando— le dijo Patty —Jack ha llegado incluso a decir que no tocaban si tú no venías.

Harry se echó a reír, pero Louis se hubiera puesto a llorar si no hubiera estado mal visto.

Le parecía que había pasado mucho tiempo desde que se había reído con el ojiazul de esa forma.
—En ese caso, es mejor que vaya a verles. Estás muy guapa— le dijo a Patty observando su vestido azul.

—Gracias— le contestó Patty mirándole a los ojos coquetamente. —Me gusta que se aprecien mis esfuerzos.

Esa noche llevaba el pelo suelto y nunca antes había parecido más femenina y sin ese aspecto de chica traviesa que tenía normalmente.

Jake la miró de reojo y frunció el ceño.

Louis fue la única persona de los presentes que se dio cuenta de esa mirada y se preguntó por un momento si Jake no estaría celoso.

¡Vaya una idea curiosa!

El capataz de Harry nunca miraba así a las mujeres.

—Perdónanos, Lou— le dijo Patty llevándose a Harry.

Harry la siguió como un corderillo, sin ni siquiera mirar atrás. Louis se sintió entonces fuera de lugar.

No estaba de humor esa tarde para disfrutar de la fiesta. Pero Jake pareció darse cuenta de lo que le pasaba y dejó a los otros vaqueros con los que estaba charlando para reunirse con Louis.

—Parece usted sentirse tan fuera de lugar como yo, joven Tomlinson— le dijo él amargamente.
—Yo no soy ni mucho menos amigo de estas fiestas.

—Y yo no estoy tampoco ni mucho menos de humor como para estar en ésta.

Louis estaba mirando a Harry. Él le dio la mano a cada uno de los componentes del grupo musical y cogió una guitarra. Arrojando entonces algo donde estaba Patty, se sentó con ellos.

—Bueno, por lo menos, vamos a oír tocar al jefe —dijo Jake. —No suele hacerlo mucho últimamente.

—Yo no le he oído nunca.

—No me sorprende— le dijo él mirándolo. —Probablemente él piensa que usted prefiere las cosas más clásicas.

—Todo el mundo parece conocerme mejor que yo mismo— murmuró Louis.

En realidad, la música country le gustaba mucho.

—¿Se han peleado ustedes dos?— le preguntó Jake tranquilamente. —Ha estado verdaderamente insoportable los últimos días...

—Ya me he dado cuenta.

Jake se encogió entonces de hombros y se apoyó contra el quicio de la puerta para escuchar la música más cómodamente.

Los dedos de Harry empezaron a rasgar las cuerdas metálicas de la guitarra en una movida versión de San Antonio Rose.

Louis se quedó extasiado. Hasta entonces, suponía que no lo iba a hacer mal, pero lo que estaba haciendo con ese instrumento hacía que le temblaran las rodillas.

Era todo un experto.

—Es bueno, ¿verdad?— le dijo Jake. —Siempre he dicho que tenía que hacerse profesional; pero él siempre me ha contestado también que eso de ir de un lado a otro con un conjunto no le parecía divertido. Le gusta más ser ganadero.

Keyframe [Terminada]Where stories live. Discover now