X.

11.9K 1.5K 410
                                    

Louis no volvió a hablar durante el tiempo que permanecieron allí. Cuando Patty terminó su labor, le faltó tiempo para subirse a la furgoneta.

Harry le intimidaba.

—Has estado muy callado hoy— le dijo Patty cuando se pararon a comer una hamburguesa en un restaurante —¿Han peleado Harry y tú o algo así?

—Oh, nada de eso. Nosotros... bueno, lo que pasaba era que no sabía qué decir, eso es todo. No sé mucho acerca de animales.

—Pues a mí me encantan. Desde siempre. La verdad es que no me imagino que pudiera ser otra cosa más que veterinaria— en ese momento se quedó mirando suspicazmente a Louis. —Hablando de otra cosa, ¿qué estaba pasando en el granero cuando entramos Jake y yo? Estabas muy raro, como nunca te había visto antes. ¿Es que Harry se pasó?

—Deberías saber, que no hay nada entre Harry y yo.

Louis se puso nervioso y tiró de un codazo el refresco, que le cayó encima del traje. Patty salió corriendo a por unas servilletas y Louis se quedó allí quieto con el traje hecho un asco, preguntándose si sería muy indigno ponerse a llorar.

*

El resto del día no le fue mejor.
No vendió nada y lo único que hizo fue acompañar a Patty a ver al abogado. Cuando terminó la jornada, se dio cuenta de que no había pensado ni siquiera en lo que iba a hacer de cena.

¡Y Harry iba a ir!

Cuando llegó a su casa, se precipitó a la cocina para ver qué tenía. Por suerte, había un pollo en el refrigerador que podía freír y algunas verduras.

Se quitó el traje, se puso unos vaqueros y una camiseta y comenzó a trabajar. Ni siquiera pensó en Harry, lo ponía excesivamente nervioso.

La situación se había escapado completamente de su control, en lo que a Harry se refería, y ya no sabía lo que hacer.

Lo que había empezado como unas sencillas clases de etiqueta ahora prometía convertirse en un tremendo lío si no era capaz de andarse con cuidado.

Pensó que lo ocurría era que Harry lo deseaba a él, pero estaba enamorado de Patty.

Con algunos hombres no pasaba lo mismo que con otros hombres. Lo que lo ponía aún más nervioso era que su instinto de supervivencia no funcionaba en absoluto con Harry, y cada vez que le veía, todo eso que estaba pensando se esfumaba de su mente como por encanto.

Poco antes de las seis, se probó varios trajes antes de decidirse por uno amarillo.
Cuando se peinó, se miró al espejo y rogó al cielo que no le pareciera que estaba demasiado arreglado.

No había estado tan excitado desde hacía años. ¡Y todo eso por Harry!

Él llegó cinco minutos antes de la hora, justo cuando Louis había terminadode cocinar el pollo y las verduras. Fue corriendo a la puerta y le recibió con una sonrisa en los labios.

Llevaba uno de los trajes nuevos que le había ayudado a comprarse. Estaba recién afeitado y perfectamente peinado.

—¿Y bien?— le preguntó Harry impacientemente.

Louis se apartó para dejarle entrar. —Estás muy guapo.

—Tú también— le contestó Harry.

Después, ambos se dirigieron al comedor, donde ya estaba puesta la mesa, incluyendo té helado en vasos altos.

—Acabo de terminar de hacer la cena— le dijo Louis. —¿Empezamos?

—Supongo que habrá que hacerlo— le dijo Harry con una expresión de deseo en su rostro.

Louis se quedó de pie al lado de su silla mientras Harry se sentaba y sacudía la servilleta.

—¡Ejem!— se aclaró la garganta Louis para llamar su atención.

Harry lo miró. —¿Qué te pasa en la garganta?

—Estoy esperando a que me ayudes a sentarme.

—Ah, es eso— le contestó él poniéndose en pie y ayudándolo. Una vez que ambos estuvieron sentados, Harry murmuró refiriéndose a la cena. —Esto tiene buena pinta.

—Espero que te guste. Me ha costado mucho trabajo. He estado ocupado toda la tarde.

—Yo también.

—¿Qué tal está tu toro?— le preguntó Louis acercándole la bandeja de pollo.

—Mejor. Le ha venido bien ese segundo pinchazo. Pobrecillo, lo siento por él.

—Yo creía que lo sentías más por las vacas.

Harry se le quedó mirando un instante y luego se sirvió algunas patatas más.
—Deberías venir al prado cuando se recupere... Aprenderías algunas cosillas.

Louis casi se tiró encima el vaso de té, echó la cabeza hacia atrás y se empezó a reír a carcajadas. —¡Eres tremendo!

—Tienes que estar más tiempo con Patty. Te pondría en el buen camino rápidamente. Es una chica muy parecida a mí.

Lo que, probablemente, era cierto, pensó Louis. Patty le venía como anillo al dedo a Harry.

Harry podría desear a Louis, pero Patty le tenía sorbido el seso y el corazón.

¡Era terrible que lo deseara tan sólo por su cuerpo!

—¿Es que te pongo nervioso, Louis?— le preguntó cuando notó su turbación.

—Es que no estoy acostumbrado a recibir a hombres en mi casa.

—Ya se te nota.

Terminaron de comer en silencio. La forma en que Harry lo miraba lo ponía cada vez más nervioso.

Cuando se levantaron de la mesa, Harry le ayudó a llevar los platos a la cocina. No sólo eso, sino que insistió incluso en ayudar a fregarlos.
Después, los secó sumiéndolo aún más en la confusión.

—Me manejo muy bien en la cocina— le recordó Harry. —Tenía que hacerlo si no quería morirme de hambre. Nunca he tenido a... una mujer, a alguien para que me hiciera la comida—. Louis le miró con curiosidad y Harry, al darse cuenta de esa mirada, prosiguió. —De vez en cuando vienen a casa para otras cosas— le dijo suavemente —Soy un hombre y, como tal, tengo una serie de necesidades.

El rostro de Louis se puso rojo y Harry sonrió. El ojiazul apartó la mirada, pero le temblaban las manos y le fastidiaba que Harry se diera cuenta de su turbación.
—Estás bastante verde en esas cosas. No sabes nada respecto a lo que pasa entre hombres y mujeres o... entre hombres y hombres ¿verdad?

—No soy ningún ignorante— murmuró Louis.

—No he dicho que lo seas. Simplemente, que eres muy inocente— le dijo Harry mientras terminaba de secar el último plato y lo colocaba en la alacena. —Eso me gusta. Quiero decir, que seas así de inocente. Me gusta mucho.

Louis no podía ni mirarle; le estaba haciendo sentirse tímido y demasiado joven.

—¿Por qué no ha habido nunca un hombre en tu vida?— preguntó Harry

—Vamos a empezar con tus lecciones de baile. ¿De acuerdo?— empezó a decirle Louis nerviosamente.

Trató de salir del salón, pero Harry lo detuvo.

Keyframe [Terminada]Where stories live. Discover now