—Mañana—dijeron los tres al unísono aún llorando.
Tras esa palabra todos lloramos amargamente.
Después de unos cuantos sollozos, cada quien se dirigió a su cuarto. Como no podía dormir, decidí escabullirme a la cama de Meghan. La entrelacé entre mis brazos y tras esto cerré mis ojos.
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El sonido de la alarma de mi teléfono me sacó de aquel hermoso sueño que estaba teniendo. Guanlin estaba a punto de besarme, ¡en la boca! Pero no, tenía que venir el sonido de jauría a despertarme.
—¡Grace! Ya despiértate, me estás asfixiando—apenas se escuchaba a Meghan decir ya que se encontraba cubierta por mi cuerpo.
Rápidamente me puse de pies y ayudé a Meghan a ponerse en la misma posición. Según hablamos mis padres y Meghan se van hoy a las 8 am, gracias a Dios son las 5:30 aún tienen tiempo para prepararse; aunque al parecer ya mis padres estaban listos, la única que faltaba era Meghan. Antes de irse mis padres me depositarán en la casa de mi tía Yeojin
En el ajetreo de arreglarnos y demás dieron las 6:30. El aeropuerto quedaba a una hora, así que tendré que tomar un autobús hasta la casa de Yeojin. Mis padres y el respeto por estar dos horas antes del vuelo en el aeropuerto.
Ya cuando me despedí de mis padres, me quedé en la sala de estar sola sentada sobre el sofá. Todo se veía tan vacío. Me sentía sin fuerzas. Aunque sólo estuviesen a pocas horas de mí, se habían ido y no volvería a verlos durante un año hasta que terminase la escuela. En verdad no sé por qué estará pasando esto, pero Tu mi Dios sabrás más que yo.
Mis ojos estaban un tanto agotados y la hinchazón que tenían no ayudaban para nada a que los mantuviese abiertos. Sin darme cuenta quedé rendida en aquel mueble de la sala.
— — —
¡GRACEEEE!—escuché a alguien vociferar sacándome de aquel profundo sueño.
Miré la hora en el reloj que llevaba puesto en mi muñeca. 8:30. Rápidamente tomé mi mochila y salí despavorida de mi casa haciendo caso omiso de quien estaba esperando que le abriese la puerta.
—No,no,no señorita ahora usted me va a esperar—escuché a Jackson decir y tras esto me tomó por mis hombros evitando que continuara mi camino. —Además me tomé la molestia de venir en mi auto para recogerte.
—Jackson en verdad eres el mejor—dije y tras esto le di un fuerte abrazo. Al ser Jackson mucho más alto que yo quedaba de pies apoyándome en la punta de los mismos y como esta posición es algo incómoda no pude sostener el abrazo por más tiempo. Una pequeña lágrima se escapó de mis ojos, la cual Jackson limpió antes de que recorriera mi rostro.
—Sabes que no está permitido llorar—mencionó Jackson.—Y ya vámonos, estamos muy tarde.—añadió y seguido colocó su mano sobre mi cabellera y la despeinó.
—Ahora parezco pollito mojado—dije.
—Pero si eres una gallina—mencionó Jackson y seguidamente soltó una gran carcajada.
Nos montamos en el auto y luego de unos cuantos minutos llegamos al parqueo de la escuela. Nos bajamos del auto y en marcha rápida íbamos a entrar cuando fuimos interrumpidos por un señor de estatura media, tez clara, cuerpo atlético y con ropas de ejercicio puestas. El aspecto de su rostro era rústico y por las cejas arqueadas podría decirse que no estaba para nada feliz.
—¿Acaso saben qué hora es?—cuestionó el señor posando sus ojos fijamente en nosotros.
Jackson y yo nos miramos disimuladamente.
—¡Sí! Es justo la hora que necesitamos para no perder la primera hora de clases.—mencionó Jackson.
—Yaaa~ ¿quién te crees para responderle así a un superior?—espetó el hombre en un tono molesto, después de haber dicho esas palabras tomó un folder que llevaba entre sus manos y le pegó con este en la cabeza a Jackson.
—Perdón, le prometemos que llegaremos temprano de ahora en adelante—dije. —ahora, vámonos Jackson.
—¿Quién te dijo que me iré después que un don nadie acaba de golpearme?—contestó Jackson con aquella mirada escalofriante en sus ojos. Aquella sonrisa de lado que tenía no significaba nada bueno. Al parecer hoy tendríamos una pelea. Ay Dios mío.
