Capítulo 54.

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"Debería ser Zeth y no tu"

*****

¡Esto no esta bien! grité y me separe de el sin dudarlo. Claro que no estaba bien, yo aun seguia junto a Zeth doliera a quien le doliera. Esto de mentir no me quedaba bien, eso podia dejarselo a Mar y a las demas personas que querian hacerme dano. ¡Yo sigo amando a Zeth! confese. No soportaba seguir viendo esos ojos azulados pidiendome compasión, rogandome que lo ame así como él me ama a mi.

Ya no estás con él murmuró, yo asentí confundida. Kaya se comenzó a remover en su cama, eso indicaba que la habíamos despertado. Tomé la muñeca de Aleth y salimos de la habitación, el pasillo estaba vacío así que podríamos hablar con tranquilidad.

No debiste besarme, eso es todo Ahora mismo no apetecia seguir inventandole cosas. Esa idea de engañarlo había dejado de ser tan intensa, no tenía ya ganas de hacerlo. Vi su sinceridad en sus ojos, escuche sus sinceras palabras cuando me confesaba que me amaba de verdad. Quizas, todas esas cosas feas que hizo para lograr que Zeth y yo nos separaramos las hizo imaginando que yo seria feliz a su lado.Se que tu ayudaste a Mar, se que ambos tienen planeado separarnos a mi y a Zethescupí sin pensar lo que decía, las palabras simplemente brotaban de mis labios sin poder detenerlas.

No pienso engañarte más confesó. Así que no me había mentido una sola vez, habían sido varias. Mar llego a mi habitación con ese sobre lleno de fotos, nunca me dijo si eran simples montajes o fueron realidad. Me dijo que si no la ayudaba, se encargaría de hacerte algo horrible... Iba a continuar, pero de repente se callo y su mirada se centro en el piso. Maldicion el punto es que me enamore de ti, gracias a eso estoy ciego, soy capaz de todo con tal de imaginarme que cuando acabe, estaré a tu lado confesó, no me dio tiempo a responderle y se marcho. Me quede sin palabras, no sabía que decir. Aleth se había enamorado de mi.

Me di la vuelta dispuesta a entrar en el dormitorio para terminar de arreglarme. 一¡Emma, espera! escuché a Zeth llamarme.

¡Aleth! solté. Ahora me estaba confundiendo con los nombres de las personas. ¿Tan mal me había dejado las palabras de Aleth? Disculpa Zeth... no se porque lo mencione a el corregí.

Dicen que cuando estas pensativo y alguien te sorprende, confundes el nombre de la persona que te llamo con la de tus pensamientos dijo, lo miré asombrada. Sólo me había confundido, no era tan grave para que ya estuviera molesto.

Ya deja de inventar cosas, ¿vale? propuse y él frunció el ceño. Sabía que no debía decirle eso, le molestaría como era de esperar.

一¿Acaso te gustaría que cuando tuviera sexo contigo, gritará el nombre de alguna zorra que me acoste? 一preguntó con enojo. Alzó su tono de voz y eso no era una buena señal.

Con esa pregunta había logrado molestarme, esas fuertes palabras me habían dolido. Decir que tuvo sexo con mil chicas antes que yo, ¿Le parece algo normal? ¿Acaso estaba orgulloso de tener a zorras gritando en su cama?

No te enojes Zeth, ¿Estoy contigo o con Aleth? 一pregunté para intentar tranquilizarlo.

Eres mi novia, pero no se en cual de los dos piensas Clavó su mirada en la mia por unos segundos, permaneci callada y él se marcho. Ahora todos los chicos querian molestarse conmigo? Acaso todos querían confundirme? Entre en mi habitacion de una vez, quizás y hasta aparecía Lance.

*****

Camine por los pasillos, había sido la ultima en salir de la clase, era la unica que no compartia con Kaya. Estaba pensando en las palabras de Aleth, había hecho eco en mi cabeza y no dejaba de repetirlas; ''Soy capaz de todo con tal de imaginarme que cuando acabe, estare a tu lado''. Desde que salí de clases no había visto a Zeth, no tenía idea de donde se habia metido. Caminé por el campus para ir a su edifico y buscarlo en su habitacion, seguramente allí estaba encerrado.

Oye Emma, no creo que sea una buena idea entrar alli comentó un chico, lo miré extrañada por sus palabras, él y sus amigos estallaron en risas.

Callense idiotas murmuré. Me acerque a la puerta de Zeth, moví la perilla y entre sin avisar a su habitación. Lo primero que mire fue el suelo, sabía una falda y unos bracieres tirados en el suelo, a un lado estaba la camisa favorita de Zeth. Mire en dirección a la cama, allí estaba Mar recostada en el pecho de Zeth dormida al igual que él.

Creo que ya se porque no debía entrar... dije para mis adentros. Salí de la habitación y cerre la puerta con silencio, nadie se enteraría de que había presenciado todo esto.

No tenía idea de que pensar sobre lo que habia visto. No necesitaba las fotos de Mar, ya había presenciado aquella escena. Camine con rapidez por los pasillos, las lagrimas corrian por mis mejillas y no lo podia evitar, muchos chicos me miraban y preguntaban que habia hecho Zeth. Ignoré a todos, hasta que alguien tomó con delicadeza mi muñeca.

Sueltame Le reclame a la persona con la voz quebrada. Me di la vuelta con brusquedad, no tenía tiempo para bromas de los chicos. Vi esos penetrantes ojos azules mirandome con dulzura, me acerqué a Aleth y presione mi cabeza contra su pecho y estalle en llanto como nunca pense hacerlo.

Creo que deberiamos ir a mi habitación Emma propuso Aleth.

Cierto, no es una buena idea que moje tu camiseta... Me disculpe con él y parecía darle igual si la mojaba o no. Caminamos hasta su habitación, no quería que todas las personas me vieran llorar sin control.

Cuando entramos a su dormitorio sus compañeros no estaban allí para nuestra suerte, el cerro la puerta con seguro para que nadie entrara a interrumpirnos. Comencé a explicarle todo lo que había pasado y él me prestaba atención, permaneció callado algunos segundos y yo cubrí mi rostro con mis manos apenada por ahora estar contandole mis cosas.

Ahora que te conte, me arrepiento solloce. Supongo que tu y Mar tenían todo esto planeado susurre, queria que el escuchara esas palabras.

Abrio los ojos sorprendido. 一No sabía que ella haria eso, jamas seria capaz de hacerte algo así... Me duele verte tan... vulnerable Se acercó hasta a mi y con su pulgar limpio una lágrima que lentamente recorría mi mejilla.

¡Intentaste lastimarme una vez! ¡Puedes hacerlo dos! grité. No debí hacerlo, él ahora estaba consolandome. Debía ser Zeth quien me dijera que me amaba, que sufría al verme vulnerable, que haria de todo con tal de estar junto a mi. No Aleth.

¡Lo se y me arrepiento por ser un idiota! alzo su tono de voz al igual que yo. Recoste mi cabeza en su cuello pensativa, mientras Zeth disfrutaba con Mar yo lloraba en el hombro de un chico que me apresiaba de verdad.

Indecente (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora