Final (Mpreg) 2.

704 35 14
                                    

Nathaniel ya va por su séptimo mes de embarazo y sí al principio no fue fácil, a lo largo de él tampoco.

Habían momentos de felicidad, otros sentimentales, otros ardientes, otros que mejor ni recordar porque no se engancharon de milagro.
Y es que esos cambios de humor tenían a Castiel más agotado de lo normal.

Ya habían descubierto el sexo del bebé, ere un chico, un chico bastante travieso ya que últimamente Nathaniel lo está sintiendo muchísimo y es que daba unas patadas un poco bruscas, a veces. Todo iba bien, el bebé está sano, Nathaniel va a las revisiones. Aunque queda aún dos meses para que Nathaniel de a luz hay que estar alerta ya que él es un hombre y puede tener algunas complicaciones, adelanto...etc

- ¡Castiel por favor, rápido, ven! - Estaba el rubio tumbado en el sofá sobándose la barriga que ya estaba muy pesada.

- ¡¿Qué pasa?! - Vino lo más rápido posible asustado.

- ¿Me pasas el mando a distancia por fa? - Dijo de una forma muy inocente mientras sonreía.

- ¿Es en serio? No te lo pienso pasar, lo puedes coger perfectamente estirando el brazo pedazo de vago. -se dio media vuelta.

- Castiel, por favor... -soltó un sollozo. - Ojalá estuvieras en mi estado, ya sabrías lo difícil que es. - Mosqueado y con un poco de esfuerzo intento levantarse, pero no podía. Castiel empezó a reírse. - ¿De que te ríes idiota? Ayúdame.

- Voy. -Soltó una carcajada. - Pareces una tortuga al revés intentado darse la vuelta. -se volvió a reír cuando ya Nathaniel pudo ponerse de pie, este lo empujo.

-  Eres idiota con ganas, no me hables. -se apartó de él y se dispuso a subir a la habitación, una vez entro cerro la puerta de un portazo. 

- Vaya, ya se volvió a enfadar. -soltó una risilla y volvió a la cocina a terminar de recoger para ir con él, ahora con un poquito de regalices se le pasaría el mosqueo.

*

Su intención era echarse en la cama y dormir un poco pero de repente un mareo se hizo aparente nublandole la vista, tenía miedo de moverse y caerse porque podría hacer daño a su bebé por lo tanto se apoyó en la cómoda esperando a ver si se le pasaba.

- Cas...Castiel...- intentó llamarlo pero su voz apenas tenía fuerza, sus piernas empezaron a temblar, no sabía que hacer y tenía miedo. 

Castiel terminó de pasar el paño por la encimera lo colocó en su sitio y fue a uno de los muebles de la cocina a coger una caja de regalices que eran blancos con el relleno rojo que le encantaban a su rubio para disculparse. De camino a la habitación iba silbando.

- Mi amor, estas...¡Nathaniel! - Con suerte pudo cogerlo y hacer su caída mas leve evitando males mayores. - Oye, eh, eh, ¿estás bien? Espero que esto no sea unas de tus bromas... -Después de un rato zarandeándolo, dándole toques en la cara y ver que no despertaba el miedo empezó a adentrarse en él llamando a una ambulancia. Allí mismo confirmaron que sus constantes vitales estaban bien, solo había sido un pequeño bajón de azúcar y como nuevo. 

°
°
°

Ya estaba en su último mes de embarazo y si de por sí no podía con su barriga antes ahora mucho menos, parecía una aceituna pinchada en un palillo siempre decía lo mismo siempre que se miraba al espejo. Con el pelirrojo las cosas últimamente estaban un poco tensas y es que los cambios de humor acabaron con su paciencia hasta tal punto que a veces lo ignoraba y otras como ahora que le daba mimos mientras veían la televisión.

Nathaniel no se estaba enterando para nada de la película, los mimos le estaban dejando ko y estaría en el tercer sueño sino le hubiese empezado a dar calambres en el bajo del vientre haciéndole encogerse.

No quiero que el mundo nos separe más  (Casthaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora