•×Capítulo 15ו

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"Tu... no eres mi hijo, ni Francis tu padre y Amber tu hermana."


- ¿QUÉ? .. ¿Cómo que no? ¿Túu? - Nathaniel intentaba explicarse, pero solo salían cosas sin sentidos.

Adelaida se acerco y coloco su mano en la del rubio - Tranquilizate y escuchame por favor. - acaricio la mano de este.

- Tú... Tú, ¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE MUCHO ANTES? ¿POR QUÉ AHORA? EH. - Nathaniel tembloroso y de los nervios se levanto de la silla dandole la espalda a Adélaida.

- Veras Nathaniel, nosotros nos hicimos cargo de ti cuando eras un bebé, tu madre fallecio en el parto. Ella no podía quedarse embaraza, sufría de una enfermedad que no se lo permitía, pero aun así ella quiso tenerte.

Nathaniel escucho a aquella mujer mudo, no sabía que hacer o decir, esto era para el algo subrealista.

- Ella era hermana de Francis, era una persona muy buena, de bonitas facciones, se llamaba Judith. - Nathaniel comenzo a llorar. - Ella se enamoro de un mal hombre, le engaño, le hizo falsas promesas, le abandono.

- ¿Francis es mi tío de sangre? - Puso una cara inexpresiva.

- Sí...

Nathaniel cayo en la silla con la mirada perdida.

Miles de recuerdos pasaron por su mente en menos de un segundo, todas esas palizas, todos esos abusos, humillaciones...

¿Por qué?

- Vete. - Le respondio Nathaniel a su ahora tia de una forma muy borde.

-Nathaniel hijo...

-Callate, no quiero saber nada mas, dejame por ahora, por favor - Histerico se llevo las manos a la cabeza, su cuerpo empezaba a sudar y su corazón palpitaba de una manera descontrolada. - Largate ya... - Invito a su tia a la salida de una manera bastante desagradable.

Tras el fuerte portazo Castiel salio de la habitacion en busca de Nathaniel.

- Ey, Natha... - No le dio tiempo a termimar su frase, Nathaniel paso como un rayo y se encerro en el baño con pestillo.

Castiel tras unos segundos procesando, fue hasta la puerta del baño y empezo a aporrearla.

- Nathaniel, sal de ahí -Golpeo con fuerza la puerta. - Nathaniel no me hagas derrivar la puerta. ¿Nathaniel?




Ya llevaba más de media hora sin abrir aquella maldita puerta y la paciencia de Castiel ya estaba a menos cien. En un ataque de locura el pelirrojo se queda con la mira fija, maquinando como abrir la puerta sin hacerle daño a su querido Nath.

Solto un leve suspiro y con toda su fuerza dio un patón a la cerradura partiendola, creando una gran raja, la puerta se había podido abrir y sin romperla demasiado.






La cara de Castiel al entrar al baño era de sorpresa, miedo, enfado y angustia al mismo tiempo.

- Nathaniel, pero que demonios haces - se tiro hacía el, su cara estaba palida y el se encontraba devil.

Nathaniel se encontraba semi tumbado en el suelo del baño, con lagrimas en sus ojos y un charco de sangre, sangre que el mismo se había provocado en sus muñecas con una hoja bien afilada de una de las cuchillas que Castiel guardaba en el mueble colgado de su pared.

Castiel como un loco en medio de una alucinación comenzo a mirar hacia todos lados buscando algo con lo que detener la circulación.
Se quito su camiseta negra haciendola trizas, en cada una de sus muñecas habia una moñana bastante apretada, evitando así que perdiera más sangre.

No quiero que el mundo nos separe más  (Casthaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora