Extra.

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Disfrutadlo  mucho. 😏


Estaba tan tranquilo dormido cuando siento que me dan con algo en el ojo, no hago caso será Nathaniel que inconscientemente me habrá dado, si no fuera porque estaba insistiendo no hubiese abierto los ojos.

— ¿¡QUÉEE?! — Me sobre salto, froto mis ojos, no me puedo creer lo que veo.

— Mmm, Castiel.

Me quedé mudo, esto no puede ser posible, ¿N-nathaniel un gato? Tiene que ser un sueño.

— No es un sueño — Y como si me leyera la mente me dice.

Sigo sin poder hablar, es imposible, tiene dos orejas por encima de su cabeza rubias como su pelo, estaba todo desnudo y del bajo de su espalda sobresalía una cola del mismo color. Me mira sonrojado.

— Oye Castiel, acariciame — andando a cuatro patas en la cama se acerca a mí, dioooos se ve realmente sexy.

— ¿A-a-acariciarte? — me pongo nervioso y el me afirma para después restregar su cabeza por mi pecho, Dios dame fuerzas porque ganas no me faltan.

Le acaricio su cabeza y sus orejas se bajan, sus mejillas están completamente coloradas.

— Acariciame aquí también — coge mi brazo para pasar mi mano por todo su pecho, ¿qué le pasa?

Esto es muy excitante, la postura que tiene es extremadamente sexy, dejo de contemplar su rostro y me fijo más en su cuerpo,  o Dios, o Dios.

Mi límite se esfumó como la espuma.

Lo tumbo sobre la cama, sus ojos miel me observan entero y lame su labio, ¡Dios mío!
No me contengo y me tiro a su cuello dándole pequeños besos y lamidas, el solo gime y de forma muy sexy.

Llevo mi mano a uno de sus pezones y lo masajeo, sus gemidos aumentan y mi excitación también.

— Castiel... Ah... — le miro, de sus labios corre un hilo de saliva, me tiro a sus deliciosos labios, nos devorabamos mutuamente. — Ya... Rápido... — logra decir en el momento en el que nos separamos para respirar, no me hace falta saber a qué se refiere.

Quito la poca ropa que llevaba en mi, nuestros cuerpos estaban más que desnudos y deseosos del otro.

Abrí sus piernas y me coloqué entre ellas para introducirme lentamente en él, sus gemidos aumentaban cada vez más y también mi excitación y como un fiera empiezo a embestirlo.

— C-Castiel... — Dice justo en el momento que mientras lamía su pezón tocaba su miembro erecto. — Cas... — apenas y podía decir mientras apretaba su punta, Dios, todo esto estaba siendo demasiado bueno.

Estoy ya casi en el clímax, embisto cada vez más rápido a Nathaniel mientras hago lo mismo con su miembro.

— Ya...Aah — sus convulsiones me afirma de que está igual que yo, al punto.

Beso sus labios y en ese momento su semilla se esparce en mi mano manchando parte de ambos mientras yo llenaba su interior. Soltamos un último gruñido.



  — Castiel — noto como me zarandea

— Castiel

—Ey

Abro mis ojos lentamente, ante mí está un Nathaniel normal sin orejas ni cola de gato.

— NOOOO —Hago un falso llanto. — No, no, nooo.

—¿Qué te pasa? — me mira preocupado y lo miro, una idea me pasa por la mente.

— Ya se que te regalaré por Navidad. — su cara se emociona.

— ¿ Ah sí? ¿El qué? — Quizás y cuando se entere la ilusión s

e le irá muy rápido.

— No te diré, ya lo sabrás.

— Cas... — lo callo con un beso y el me lo sigue.

Como me duele saber que todo esto no fue real, pero pienso hacer que se convierta.

No quiero que el mundo nos separe más  (Casthaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora