stay with me » p. chanyeol

22. ― i like you.

i like you. DAY6.

Después de decirte estas palabras
No estoy seguro si
podemos volver atrás

A sonreír como lo estamos
haciendo ahora
Pero yo tengo que hacerlo

Te quiero

Intenté no decir nada
Pero ya no puedo
Ahora puedo decirte
Quiero amar

Amarte a ti

***

Haejin sintió la adrenalina correrle por las venas y el cuerpo entero como si acabase de salvar al mundo. No estaba pensando en lo que acababa de hacer, sino en lo que quería hacer. Le latía el corazón a tal velocidad que se sorprendió de que no le hubiese salido disparado del pecho.

Tragó saliva, preparándose para lo que iba a decir. No tenía vuelta atrás, una vez las palabras escaparan sus labios, no había forma de recuperarlas. Por debajo de todo el alcohol, la emoción y el espíritu enérgico que yacía bajo su piel seguía habitando el miedo, controlando a medias sus respiraciones y pensamientos.

—No he podido dejar de pensar en lo que le dijiste ayer a Peter... —Ella suspiró y se fijó en sus pies antes de volver a verlo a los ojos—. Es cierto, somos solo amigos, pero siendo sincera, no sé si quiero que ese sea el título que nos defina a los dos.

Chanyeol sabía hacia dónde se estaba dirigiendo y no sabía cómo reaccionar al respecto. Tenía los ojos bien abiertos y el aire parecía estar agotándosele, ¿cómo se supone que debería reaccionar al respecto? 

—Con eso que dijiste, me dejaste en claro lo que quieres y lo que piensas de mí. —Haejin se rio, pero era más un suspiro amargo que otra cosa—. Siempre lo pensé, en realidad. Que, en el fondo, solo me veías como tu hermana o algo así.

Chanyeol intentó hablar, porque eso no era para nada lo que pasaba. Era ridículo, considerando todo lo que había estado sintiendo por ella desde hace tanto tiempo. Abrió la boca para aclararle lo que pasaba, pero ella lo cortó porque una interrupción ponía en riesgo la retahíla de cosas que tenía por decir y siguió relatando su historia de amor trágica y ficticia que había inventado anoche mientras intentaba quedarse dormida.

—Pero, después de lo que pasó, cuando estábamos limpiando la piscina... —Ella tragó duro y se obligó a decir lo que tenía estancado en la garganta desde hacía tanto tiempo—. No sé si podamos seguir siendo amigos si ya empecé a verte como algo más, Chanyeol.

Ahí estaba. Lo había dicho. Los dedos de sus pies se retorcieron ansiosamente mientras miraba a los ojos a su mejor amigo. Había sacado todos sus miedos afuera y por mucho que antes hubiese pensado en que era lo adecuado, no estaba muy segura ahora. El efecto de invencibilidad de la cerveza comenzaba a abandonarla justo en ese momento. Ya no se sentía como una heroína ejemplar, sino como un gatito trepado en un árbol que comienza a fijarse en la distancia que hay hasta llegar al suelo. ¿Por qué sentía que habría sido mejor no haberle dicho nada? ¿Cómo iba a verlo de ahora en adelante si las cosas salían mal? Era una posibilidad diminuta, pero solía fijarse por defecto en lo negativo y no al revés.

Eran demasiadas preguntas, demasiadas dudas que se le apilaban en frente y no le permitían discernir nada más. Se mordió el labio sin querer, percibiendo la oleada de miedo que la embargó cuando consideró que podía haber acabado su amistad más longeva y preciosa. Notó la expresión perpleja de Chanyeol en frente, quien solo la miraba como si tuviese un montón de cosas para decir y no pudiese expresar ninguna.