¿Desde cuándo nos importa
la opinión
de los demás?
¿Desde cuándo
sus miradas
destrozan nuestras palabras,
inclusive,
las acciones?
Incluso,
¿desde cuándo unas palabras
cambian la forma de mirar
de alguien?
Para bien,
o para mal,
de alguna forma nos cambiaron.
¿Cómo te das cuenta
si el cambio fue bueno?
¿Cómo te das cuenta
si eres fuerte o no?
Fuertes no son los que no lloran.
Fuertes no son los que no se enamoran.
Fuertes no son las personas que
hacen el mal porque a ellos
se lo hicieron.
Fuertes son los que gritan.
Fuertes son los mismos que lloran escondidos.
Fuertes son los que,
aún con el corazón roto,
siguen amando.
Fuertes son.
Fuertes somos.
Los fuertes somos,
los que aún con la posibilidad de suicidarnos
seguimos luchando por vivir.
Imagínense
las personas que lo hicieron.
¿Cuánta porquería debió
haber en sus vidas
para hacer
lo que para otros
es su mayor terror?
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Lo que siempre me callé.
PoetryLo que nunca te conté, lo que siempre me callé; aquí lo escribiré. Así lo haré porque siempre sabré que nunca me escucharás, que jamás me leerás. Prohibida su copia y/o adaptación total y/o parcial.