12. Luna Roja

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Maroon 5 - Don't Wanna Know

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Maroon 5 - Don't Wanna Know

—Átala— le dije a Axel, nos encontrábamos en la mansión, el lugar en donde torture al hombre que abuso de mí. Esta mujer no se rendía, al traerla no dejaba de gritar.

Esta vez no usaría ningún artefacto malévolo ni nada por el estilo, el anillo de plata no funcionaría con ella, esta vez con mis manos, el fuego y los hechizos haré que hable, que pida por su vida.

—está bien...—me acerque a la mujer— ¿hablaras o te hago hablar?— lo primero que hizo fue sonreír.

Sin pensarlo tome su cabello, lo peine un poco para después quemarlo.

— ¡está loca! ¡Eres un maldito demonio!

—eso soy, ahora...ağrı...—dije el hechizo mientras levantaba mi mano a su dirección, cada vez que hacia un puño con mi mano ella gritaba del dolor, era como meterme en su mente y creer que siente dolor, era controlar sus sentimientos, podía hacer que se sintiera feliz, enojo, que sintiera frió, cualquier cosa.

Ninguno de los tres que me acompañaron me detenía, era obvio que a Marc no le importaría matar a todo el mundo si se trata de Danasha.

— ¡PARA POR FAVOR...!—grito pero no pare— ¡DETENTE!— me detuve al ver que si seguía no soportaría y moriría.

— ¿hablaras? —volví a preguntar y comenzó a moverse para poder soltarse ¿acaso no entiende que eso no funcionara?

— ¡PÚDRETE MALDITA LOCA!—grito pero lo único que causo en mí fue una sonrisa. Me acerque a ella y tome su mentón para que me viera.

—los locos son los únicos cuerdos...—esas eran las palabras de Danasha—ella no hablara...—dije a los tres y ella sonrió— por eso...—sonreí dando una vuelta y la mire— espero que estés hidratada, que seas fuerte y que las almas no se devoren la tuya...—dije antes de que le pidiera a todos que salieran, al salir todos de mis manos salió un humo negro, eran almas perdidas, almas sin corazón, lo único que desean es lastimar...—cerré la puerta mientras escuchaba sus gritos.

Comenzamos a caminar en silencio saliendo de los calabozos, hoy quería visitar el lugar donde se encuentra el cuerpo de Elena.

Caminaba sosteniendo el corazón de cristal en mis manos, era como tener un recuerdo de mi padre.

Llegamos a la mansión, todos se acercaron a nosotros esperando alguna noticia, al ver nuestros rostros llenos de tristeza se fueron y no preguntaron nada.

—Emi...—llamo mi madre, quería ir a la oficina de Maximiliano junto a Axel y Marc para hablar pero mi madre es primero, los tres voltearon junto conmigo.

— ¿Pasa algo mamá?—pregunte.

—Deberías entrenar, desde que llegamos aquí no lo has hecho— tiene razón. Pero no puedo controlar lo que ella quiere que haga, lo único que me falta es lograr controlar los cuerpos por medio del corazón y hacer grande campos de protección.

Rey Demonio Where stories live. Discover now