Libro 1/2
El tiempo pasa, las heridas no sanan, sus almas lloran. Ella tomo la decisión, la nueva reina de la manada Red Demon. Él, destrozado por dentro, alfa de la manada Blue Moon. Ellos almas gemelas, separados por todo, pero... El destino quie...
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Melanie Martinez-Pacify Her
Solo yo tenía la suerte de meterme en estos problemas, dije las palabras y me sentí feliz al decirlas pero no quería que él las escuchara.
— ¿Necesitas algo?— pregunte pero no decía nada, sus hermosos ojos me analizaban, esa mirada que no podía saber que significaba la tenía ahora.
— ¿Pasa algo?— volví a preguntar, cerré la puerta de la habitación de Esme, la niña cubría su boca para no reírse.
— ¿acaso el ratón te comió la lengua? —volví a preguntar, se acercó tanto a mí que tuve que retroceder chocando con la puerta de Esme, un cosquilleo en mi estómago me invadió ¿esto eran las tales mariposas? Nada que ver con lo que describen.
—no, tus palabras me dejaron sin las mías...—nuestras narices se rozaban, nuestros alientos chocaban y nuestros cuerpos se encontraban tan cerca.
—Al parecer ya...—trague duro— ya regresaron....—intentaba ver para otro lado que no fueran sus ojos, las personas tienen razón al decir que los ojos son la ventana al alma.
—Emily mírame...—pidió, con todas las fuerzas que tuve lo vi, paso su brazo por mi cintura acercándome a él y la otra la coloco en la puerta prohibiéndome el paso de salir corriendo.
— ¿y si mi cintura la...la sueltas? —Pedí pero choco sus caderas con las mías, mi cuerpo temblaba y mis palabras no eran coherentes.
— ¿es cierto lo que le dijiste a Esme?—preguntó mientras se acercó a mí, hundió su cabeza en mi cuello para besarlo, esto se sentía bien, pero a la vez mal...
—Max...—dije su nombre a la mitad—pa...para...—dije pero no obedeció.
—Solo espero tu respuesta...—dijo, pero no podía, no podía con el estremeciéndome— ¿es cierto Emily? ¿Aún me amas como yo lo hago?—preguntó.
—yo...yo... Max...— ¡Ohh por la diosa luna! Sus besos se sentían bien.
—Y esto es porno en vivo—dijo la voz de Danasha, Maximiliano se apartó de mí.
Mis mejillas se encontraban rojas como las de Maximiliano, Marc nos miraba con una ceja alzada y Danasha divertida.
—no entiendo... ¿Por qué si hay tantas habitaciones aquí decidieron hacerlo enfrente de la puerta de una niña?
— ¡Danasha! —la reprendí.
— ¿Qué pasa? Ohh ya se... siento mucho interrumpirte amiga—dijo tomando el brazo de Marc y llevándoselo.
¿Por qué se fue? Esta es la cobrare...
Me cubrí la cara y empecé a caminar, obvio no me dejaría, tomo mi brazo y me voltio.
—sigo esperando la respuesta...
—la escuchaste ahí adentro...—sonrió—ahora suéltame que enserio tengo sueño...
