Libro 1/2
El tiempo pasa, las heridas no sanan, sus almas lloran. Ella tomo la decisión, la nueva reina de la manada Red Demon. Él, destrozado por dentro, alfa de la manada Blue Moon. Ellos almas gemelas, separados por todo, pero... El destino quie...
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kill 'em with kindness - selena gomez
Emily
Sus ojos atraparon los míos, era imposible apartarlos, este era uno de esos momentos que apreciaría, claro que los lindos momentos nunca duran para siempre. Nunca desperdicies tu tiempo viendo a la persona que te robo el corazón, dedica tu tiempo a hacer que tu robes el de él.
—Mi reina—la expresión de Maximiliano cambio al escuchar a Arturo llamarme de esa manera, aparto sus ojos de los míos— ¿estás bien mi reina?—preguntó Arturo, esto me estaba hartando.
—Emi...—amenazo mi padre que se encontraba a mí lado, él sabía que quería arrancar su cabeza.
Bufé, busque con mi mirada a Abby y a Axel pero ninguno venía con él, la mayoría trae a sus betas o mates.
Danasha se encontraba al lado de Marc, quien diría que volvería a ver a los reyes vampiro, Thor llego con su juguete chillón, no sé cómo es que aparece.
Fabio entro con su traje de siempre, no el de la cola y escamas, el de empresario estúpido.
—buenos días, lamento la tardanza—al ver a Maximiliano sus ojos se ampliaron y una sonrisa se formó en su cara—Alfa Maximiliano, es un honor tenerlo aquí—volteo a mí y su sonrisa desvaneció—desearía decir lo mismo con usted reina Demon—maldito apellido.
—solo Emily...—aclare sentándome lo más apartada posible de mis conocidos.
—Me da igual— dijo y luego vio a Thor—no se permiten perros en este lugar.
—tu eres un pez y no escucho a nadie quejarse.
Se alejó de mí y sonreí, mi padre solo negaba divertido.
Fabio comenzó a hablar, no colocaba atención a lo que decía, podía sentir la mirada de Maximiliano en mí pero fingí que no me importada.
Unas mujer usando un traje de secretaria se acerco a Maximiliano, mire de reojo y escuche.
— ¿Quiere un café?—preguntó, Maximiliano le sonrió y negó.
— ¿Está seguro?—volvió a preguntar—si quiere yo...
— ¡que no quiere nada! ¡¿Acaso no entendiste?!—grite, estaba segura de que mis ojos ahora se encontraban rojos, no podía evitarlo, simplemente reaccionan a mis emociones.
Todos en la sala me observaron, la mujer salió de la sala con prisa. Volví a sentarme en mi lugar y Danasha intentaba ocultar su sonrisa.
— demonios...—susurre tomando el punte de mi nariz, solo esperaba poder aguantar más tiempo.
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— ¿Y qué opina?—preguntó una ninfa, querían mi opinión respecto a permitir que personas de su especie se quedaran en mi manada, Fabio decidió hablar de otras cosas menos importantes, quería que todos sus trabajadores se fueran antes de hablar de lo que él considera "urgente".
