Two and a half babies [NAMJIN]

Deber de Cohabitación

"Mente calmada, mente calmada, mente calmada..."

Jin abrió y cerró sus ojos varias veces tratando de asimilar la escena, ella estaba ahí, bueno ella siempre estaba ahí solo que esta vez ella estaba desnuda o al menos él podía asegurar que lo estaba por como lo que se podía apreciar a través de la casi trasparente prenda, tenía su jodida taza rosa entre sus manos y tomaba de su cafe recién preparado como si no le importase, Namjoon tenía que tener una buena explicación para esto.

"100,99,98..."

Hani le miró con burla y bebió un sorbo del cafe recién hecho, cruzo sus piernas enseñando más de lo que debería y soltó una risita triunfal, le encantaba ver esa mueca decepcionada en el castaño, eso solo indicaba que después de tantos años el cariño seguía ahí, el estúpido enamoramiento unilateral de Jinnie estaba ahí, escondido bajo grandes máscaras de frialdad, se sentía como una competencia en la que ambos tenían el 50% de Namjoon, él era su esposo pero ella había sido su eterna amante, lo tenía bailando en una mano y se aseguraría de arruinar todo este teatro antes de que alguien más lo conociera.

"97, 96, 95..."

Él prometió que ella no estaría aquí, se dijo internamente, mintió, pero.ya había mentido antes así que no había mucha diferencia.

— ¿No te parece que la noche ha sido muy buena? —comentó Hani abriendo el periódico— ¿Dormiste bien?

— No me trates como un visitante en mi propia casa— susurró enojado cruzandose de brazos—

— De momento— comentó divertida— Esta adorable casa es tuya de momento, será interesante cuando tengas que irte de aquí con tu mugroso niño bajo el brazos

— Es mi casa, cariño— le retó mirando sus uñas— Eso no va a pasar, así que olvidate de eso

— A menos que Namie te lo pida ¿Verdad? — comento relamiendo sus labios— ¿No era así como lo llamabas cuando te follaba, estupida perra? ¿Qué se siente que sea yo ahora la que ocupe tu lugar en tu propia casa? Bien dicen que el matrimonio es solo un contrato

"94, 93, 92,..."

Apreto sus manos en puños y soltó un largo resoplido, ya no dolía como antes, no rompería a llorar como una cría por estas tontas palabras, había crecido y se había vuelto una nueva versión de sí mismo.

— Tu lo has dicho, yo era un.juguete— soltó con amargura— y tú también lo eres, que no se te olvide, querida, hasta los juegutes más bonitos acaban en la basura si se rompen

— ¿Eso pasó contigo? —rio burlona— ¿Tu tonto corazoncito se rompió? ¿O fueron tus lindas esperanzas?

— Yo no estoy roto— chillo poniendose de pie de un golpe— ¡Nunca estuve roto!

— Mientes— le cortó agitando sus pestañas— y lo peor es que te mientes a ti mismo...

"91, 90, 89,..."