Te quiero tanto que prefiero dejarte marchar

17 15 0
                                    

Me quedo petrificada mirando hacia la puerta, se había ido, que significaría?

Mi cabeza era un torbellino de ideas siento  un mal  presentimientos, lo habré perdido, porque reacciona así?

Termino el presupuesto que estaba haciendo antes de  la conversación con el, miro el reloj y son las 19:00, hora de irme. Justo cuando estaba recogiendo mis cosas para irme suena el teléfono.

-si digame- albergo a esperanzo que sea Angel

-señora he reservado un pasaje en clase turista que saldrá el día 12 a las seis de las tarde con destino Toronto-Madrid Barajas, posteriormente he alquilado un coche con conductor hasta Ourense.-contesta Jennifer al otro lado del teléfono-necesita algo más señora.

-gracias Jennifer, esta bien.

Cuelgo el auricular y miro hacia la ciudad de Barrie, quedan tres días para irme a casa, una sonrisa se instaura en mi cara, pronto volveré a mi hábitat natural, no sabía cuánto lo había echado de menos hasta este preciso instante pero un millar de preguntas inundaban mi mente y todas referente a mis ojos azules.

Sin más vacilación cojo mis cosas y saldo del despacho.

-Hasta mañana Jeniffer, que pases una buena noche.

Me contesta con un asentimiento de cabeza y una sonrisa.

Que pena que nos empecemos a llevar bien justo ahora que tengo pensado marcharme, siento que esto es una despedida pero ya tendré tiempo en pensar lo que vendrá después.

Tomo el ascensor y marcó la planta de recepción, los cuatro pisos que me separan de ella se convierten en 50 solo tengo ganas de llegar al hotel y empezar ha hacer las maletas. Las puertas del ascensor se abren, me dirijo a la entrada despidiendo  de los trabajadores, parece que entre ellos hay una competición de quien me regala la mejor sonrisa, no puedo con este cinismo, no entiendo como todos quieren complacerme, la única explicación es que cuanto más contenta este yo más feliz harán a su idolatrado jefe. 

Por  fin estoy fuera del edificio de la fundación tomo una bocanada de aire, cuando miro más detenidamente me encuentro con Jorge apoyado en el Mercedes.

Instintivamente me acerco a él, se que no es mera casualidad que este allí. 

-Señora, tengo órdenes de llevarla al duplex. 

-Jorge te he dicho mil veces que me llames Lena o Selena en su defecto y la verdad tengo ganas de irme al hotel.

-El señor a sido muy claro, que la esperase y que la llevase al duplex. 

No se porque pero mis piernas se convierten en gelatina, realmente tengo ganas de verlo, solo se ha marchado un par de horas y le echo de tanto menos, además, tengo que comunicarle que en tres días cogeré el vuelo que me llevará a casa. 

- esta bien-mi voz detona más resignación que emoción. 

Sin más me subo al coche, evito durante todo el trayecto hablar con Jorge no quiero darle pie, tampoco se hasta donde sabe. 

Aprovecho para observar la ciudad, una ciudad que me ha dado todo lo que he soñado no me he dado cuenta hasta este momento lo importante que había sido este viaje, en un principio era simplemente un viaje con un sueño pero en el había alcanzado todo lo que quería, el proyecto se estaba realizando favorablemente pero lo que mas me importaba era que me había reencontrado con el amor de mi vida, entonces porque todo mi cuerpo estaba deseando huir de esta oportunidad del destino- estaba tan inmersa en mis pensamientos y reflexiones que no me di cuenta de que habíamos llegado al destino hasta que no oí a Jorge. 

-señora hemos llegado, parece usted preocupada, si me permite solo le puedo decir que es maravilloso tenerla entre nosotros, es un soplo de aire fresco, además el señor está feliz y más afable de lo normal. 

POR QUÉ NO? (1 Parte De Encontrando La Felicidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora