LA MAÑANA

40 16 0
                                    


Me despierta la claridad de la mañana que entra por las ranuras de la contra de la ventana, me siento nueva  como si acabase de despertarme de un largo y profundo sueño, de improviso me doy cuenta de que todo lo que viví la noche anterior ha sido real no ha sido un sueño  que en las próximas horas Ángel me pedirá que le conteste a su proposición y sobre todo que afronte su confesión. No se que hacer mi cabeza me ordena que me vaya que coja el primer vuelo y que simplemente deje pasarlo pero mi corazón ,el que siempre me ha movido, me pide a gritos que me quede a su lado y que lo intente que todo fue un malentendido que el no tenia la culpa pero sobre todo que me diera la oportunidad de descubrir que pasaría si estuviese a su lado, la oportunidad de ser feliz.

Un olor a café recién hecho y tostadas inundan el ambiente era consciente de que Ángel en cualquier momento petaría a mi puerta, una sonrisa se dibuja en mis labios el se había propuesto cuidarme y en principio lo estaba haciendo. Como si tuviese telepatía peta a mi puerta.

-Lunita, estas despierta.


-Me quedo inmóvil y cierro los ojos como si eso impidiese que me quitara de mi trance


Oigo la puerta y como unos pasos firmes pero sigilosos se acercan a mi.


-Eres tan bonita, ojala que te plantees perdonarme, darme otra oportunidad pero sobre todo que seas capaz de olvidar lo malo para que entre lo bueno que tiene que llegar a tu vida- lo susurra mientras piensa que estoy dormida como si intentase convencerme a través de mi subconsciente.


Me acaricia la cara una vez mas el escalofrió recorre todo mi cuerpo como es posible que tenga ese efecto en mi cuerpo intento controlarme no quiero que note que puede avivar los sentimientos que algún día tuve.

Me muevo torpemente como si me acabase de despertar, abro los ojos:

-Buenos días Ángel, espero que hayas descansado en ese sofá de ahí abajo.

-Hace años que no duermo tan bien, debió ser por tu que estabas en la misma cabaña que yo. Por cierto, el desayuno esta listo asique te espero o prefieres que te lleve?

- No gracias ya bajo yo solita dame unos minutos para asearme.

-No lunita el desayuno no espera asique ponte las zapatillas y baja

-Noto como me pongo roja, estaba en pijama y el quería que bajase al salón como la noche anterior pero no, no iba a permitir que el llevara el control ya tenia fuerzas para llevarle la contraria.

-No, primero me arreglo y después desayuno, además tendré que irme al hotel a trabajar

-posa el dedo índice en mis labio, a ver, un par de cosas :

-Primero estamos solos y no tienes porque esconderte quiero que seas libre para andar por la cabaña en pijama o como quieras.

-Segundo hasta pasado martes no hay escusa para trabajar, tienes todo bien atado como para que te agobies.

-por ultimo he decidido que hoy es tu día, solo para ti, te enseñare algunos lugares y haremos alguna actividad tranquila para que te relajes.

-Haremos? perdona ayer dijiste que tenía un chofer para que me llevara al hotel cuando yo quisiese y me parece que va a ser ahora mismo.

-A vale ya veo que sigues siendo peleona y que te resistes a afrontar cambios pues muy bien ahora mismo te vas.

estoy estupefacta esto era lo que el entendía como lucha, bueno mejor así, que termine todo esto y no sufro mas, no alvergo ninguna ilusión con lo cual esta vez no me vas a decepcionar  aun no acabo de salir de mis pensamientos cuando me tiene en sus brazos.

-Lunita, ni por un segundo pienses que te lo voy a poner fácil, asique ahora a desayunar si tu no vas te llevo yo.

Al unísono empezamos a reír, tu eres cabezota y yo terca cuanto echaba de menos estos momentos, ni yo misma podía creerlo.

-Vale tu ganas, ya bajo pero puedo sola.

La verdad es que me sentía demasiado cómoda y en el fondo de mi corazón quería que esto funcionase aunque no fuera capaz de verbalizarlo de momento.

Desayunamos, la verdad es que tenía hambre, pero sobre todo estaba todo tan bien preparado y con tanto mimo que no me pude ni quejar de que las tostadas estaban quemadas, cuanto tiempo hará que no usa una tostadora?

- Bueno lunita, se que ayer te abrume con tanta información pero quiero que me des la oportunidad de conocerme, de que puedas decidir si merece la pena una segunda oportunidad, asique, en media hora quiero enseñarte mi mundo, lo que puedo ofrecerte pero sobre todo lo risueña que puedo hacer que vuelvas a ser.

Mi corazón iba a mil revoluciones pero quería decirle algo, algo que para mi era muy importante con lo cual me arme de valor y le dije sin ni siquiera analizar todas mis palabras.

-Ángel me parece de ensueño todo lo que quieres hacer pero yo no soy la misma, somos dos completos desconocidos en casi 16 años la vida nos ha cambiado  yo... no.. se... si.. podre... olvidarlo- una lagrima amarga como la hiel resbalaba por mi mejilla.

-Mi niña, piensas que no he barajado esa posibilidad... claro que lo he hecho pero quiero que como mínimo me veas de nuevo como tu amigo, como tu compañero de fatigas, risas  y sueños,  poder aliviar esas soledad que has sentido todo este tiempo, se que tienes que afrontar hechos de tu pasado pero sobre todo perdonarte a ti misma para darte la oportunidad de ser feliz, creo con todo el corazón que yo soy el indicado porque nadie te ha conocido como yo, asique por favor confía y vete a preparar que ya solo quedan 20 min, ponte ropa cómoda.

-subí las escaleras tan rápido como mis piernas fueron capaces, los nervios me daban un extra de adrenalina en el fondo estaba ansiosa por ver lo que me quería enseñar pero sobre todo para saber mas de el.

Me puse el chándal, las zapatillas y me ate el pelo en una cola de caballo en siete minutos estaba de vuelta en el salón.

-jajaja, siempre fuiste rápida pero los años te han hecho más, se acerco a mi y me dio un tierno beso en la frente, me agarro por la cintura y me acerco hacia él.

Apoye mi frente  en su hombro y deje que mis sentidos memorizaran este momento por si no salía bien quería  tener un recuerdo grato y poder borrar todas las imágenes negativas de la ultima vez, la espera, los nervios pero sobre todo la decepción que había sentido, en el fondo quería albergar momentos de felicidad.

Entrelazo mi mano y salimos.

Me quede obnubilada con la vista, lo de anoche no tenia color con lo que mis ojos acaban de descubrir.


POR QUÉ NO? (1 Parte De Encontrando La Felicidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora