CRUCE DE CAMINOS

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 No se como sentirme, no se como actuar y no se que hacer, esos eras los pensamientos que se me pasaban por la cabeza, me sentía tan pequeña como un pez en medio del océano, esta lucha interna que tengo me esta agotando tanto física como mental.

En vez de irme hacia la habitación mis pies me llevan directos al bar del hotel donde hay un pequeño concierto de jazz, no soy del todo consciente hasta que ya estoy acomodada en una mesa.

-Buenas noches señorita, que desea?- me pregunta el camarero.

-emm..una copa para olvidar- le digo sin tan siquiera pensar lo  que sale de mi boca

- le recomiendo un margarita.

-Vale, gracias.- le respondi 

Creo que pasarían sobre cinco minutos cuando delante de mi tenia mi consumición, el olor a lima acentuaba mis sentidos, reconozco que mi cabeza estaba a mil revoluciones por minuto, después de tanto años me encontraba en un cruce de caminos y no sabia realmente por donde tirar.

Tenia completamente dividido mi corazón y mi cabeza, quería salir corriendo pero a la vez quería quedarme para estar a su lado y quizás poder vivir la historia que en su momento se nos negó tal vez  por juventud o simplemente porque otros decidieron lo que era mejor para nosotros sin importarles el daño que nos estaban produciendo.

Era incapaz de negar lo que sentí en el aquel pasillo, lo que sus labios producían en mi y muchísimo menos las ganas que tenía de sentirlo en contacto con mi piel.

No se cuantos margaritas llevo  reconozco  que perdí la cuenta en el tercero pero simplemente quería dejar de pensar y deleitarme con la música de jazz de fondo cuando de improviso...

-Lunita, princesa cuantos llevas?- Angel me lo dijo con la mas imensas de las sonrisas.

-A ja! Lo que me faltaba despues de querer comprarme ahora también quieres controlar todo lo que hago, pues hasta donde yo se  sigo siendo libre para beber y hacer lo que me de la gana

-Si, claro que eres libre pero me preocupa que te hayas ido corriendo de mi lado para venir a tomar unas copas, si en algo te conozco es que no te gusta el alcohol y cuando bebes es porque necesitas encontrar la solución a algo,no  mejor dicho necesitas deshinibirte para encontrar una solución, y creo que el problema soy yo con lo cual quiero ayudarte, a demas siento decirte que las penas saben nadar

- si claro, después de liarlo todo viene don salvador a solucionar todo y punto final- simplemente me silencie a mi misma porque sabía que si seguía hablando lo iba a herir y esa no era mi intención porque por mas que me pesara tenía delante al hombre que me había robado el corazón.

-Vale, esta bien pero puedo acompañarte 

-Claro, queien soy yo para impedirtelo.

-Lena, no quiero que estes a contragusto

-Pues eso tenias que haberlo pensado antes de montar todo este circo

-Circo, que circo?

- Pues este, donde tu has puesto los musicos y el palco, o como crees que me siento mas que un mono de feria.

-explicate?- me exigio con un tono contundente.

-A ver, vengo a Barrie a defender el proyecto con la oportunidad laboral de mi vida, la oportunidad de cambiar el mundo y me encuentro contigo, que eres muy a mi pesar el amor de mi vida, por el que suspire todos estos años y encima me haces una proposición totalmente indecente donde me siento como mínimo una....-reconozco que el alcohol hacía presencia y habia un rato que era incapaz de  morderme la lengua.

-No me gusta lo que estas ininuando

-A no!  y yo  que descubro que todos estos años has sabido de mi, que me has dejado tocar fondo y que aun encima tienes la desfachatez de actuar  no mejor dicho intentar retomar tal y como lo habíamos dejado hace 16 años, que crees que soy imbécil!- reconozco que el tono de voz había subido durante la últimas palabras la gente nos observaba con cara incredula.

Sentí como me sujetaba del brazo porque no era consciente de que me había levantado y perdía el control de mi cuerpo.

-Siéntate!- dijo en voz autoritaria y enfadada.

Obedecí la orden sin rechistar pero no pude evitar que una lagrima cayera por mi mejilla, no era dueña ni de mis emociones y muchísimo menos de mis sentimientos por mi cabeza solo tenia la idea de que tenia que tomar una decisión seguir con esto o salir corriendo al aeropuerto pero sabiendo que nunca mas podria mirar a tras.

-Selena, mirame porfavor!

-Dime?

-Necesito saber que te atormenta y no me vale que me digas que tienes miedo ni que no sabes lo que siento, dejame entrar en ese corazón para poder ayudarte, no me gusta verte así.

-Angel, no puedo mas no quiero sufrir más me atormenta entregarme a ti, sentirte, amarte y que mañana cuando me levante ya no estes, no seria capaz de recuperarme de esa herida, de ese abandono, tienes que pensar que lo que me pides que lo deje todo, mi vida, trabajo, amigos,casa...tu no estabas cuando mi mundo se derrumbo y si se vuelve a derrumbar que me quedara nada mas que el vacío- reconozco que el alcohol me dejaba decir todo lo que pensaba sin pensar en las consecuencias.

-Lunita, crees que estaría aquí ahora mismo si no estuviese seguro de que  te amo, de que quiero que mi mundo eres tu, porque no se si lo sabes pero tu para mi eres casa. Me enoja que no seas capaz de decirme todos tus temores sin tener que tomar unas copas, pero mira te propongo algo nuevo empecemos de nuevo.

Nos hemos encontrado en un cruce de caminos y tienes que decir si empiezas algo nuevo y te das la oportunidad de saber si vas a ser feliz o simplemente te quedas en el pasado llorando por algo que pudo ser y no fue tu decides. Te prometo que tu vas a ser mi todo y si no quieres quedarte aquí y volver a casa déjame que pueda  ir contigo pero dame la oportunidad de demostrarte cuanto te amo y necesito?

Mientras Ángel hablaba se fue acercando poco a poco a mi para girarme la cara y darme uno de los mas dulce besos al cual sucumbi sin luchar y no podia mas lo amaba y si quería darle la oportunidad de vivir nuestro amor si tapujos, cuando nos quedamos sin aire se separo de mi y clave mis ojos en los suyos.

-Si, quiero intentarlo- mi voz casi inaudible pero supe al instante que lo había escuchado porque se le dibujo una sonrisa en los labios.

Sin dejar que mi cabeza empezase a buscar un resquicio para arrepentirme le cogí de la mano y le dije:

-Amor, me acompañas a la habitación.






POR QUÉ NO? (1 Parte De Encontrando La Felicidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora