Una escritora de novelas románticas que le huye al amor... Irónico, ¿no?
¿Cómo se puede vivir la vida cuando sientes un vacío? ¿Qué pasa cuando te rompen el corazón y luego te quedas... sola? ¿Puedo seguir mi vida como si nada? No sé y de igual form...
Hollie es una persona muy amable y no suele faltarle el respeto a nadie, ni actúa con superioridad, pero si la haces enojar, la fiera saca sus garras.
La señorita se fue ofendida y asustada. No creo que a su jefe le agrade mucho el hecho de que hizo enfadar a su estrella.
—Parece ser que en este mundo estoy ligada al apellido Hamilton —susurró, recostando su cabeza en mi pecho—. Lo siento mucho, amor.
—Solo es un apellido, cariño —besé su cabello y suspiré ante el dulce olor a lavanda y loción de bebé. Las niñas disfrutan mucho compartir sus lociones entre las tres—. Lo importante es que estemos juntos, como la familia amorosa que somos.
—Por suerte no somos unos locos como mi familia.
Bueno, a veces tenemos excepciones.
—Puedes ir a sentarte a primera fila o esperarme aquí —se separó de mi y miró a nuestro alrededor. Muchas chicas estaban mirándonos y estoy seguro que Hollie no pasó desapercibida a la chica que me guiño el ojo—. Tal vez deberías irte a tu asiento...
Comenzó a caminar hacia su puesto pero la agarré del brazo y la jalé hacia mí, chocando nuestros cuerpos y nuestros labios en un beso muy apasionado. Sé que nunca podría mirar a otra mujer que no sea mi esposa, soy fiel hacia ella y siempre lo seré, pues no tengo ni una razón para dejarla ir. Además, ¿Qué idiota deja ir a una mujer que vale oro por una mujer que no llega ni a carbón? Con Hollie lo tengo todo, la amo inmensamente y eso es todo lo que necesito y quiero.
La quiero a ella y eso nunca cambiará.
—Señorita Hamilton, le pido que por favor deje esas demostraciones en público y haga su trabajo.
Hollie se separó muy lentamente de mí, no queriendo acortar nuestro beso. Sus ojos brillaban de amor y excitación y luego volteó a ver a la misma "señorita" de antes. Solo que a ella la miró sin amor...
—Para empezar, no estoy haciendo nada malo, mi esposo me está deseando suerte —remarcó la palabra esposo con orgullo, haciendo que mi corazón se emocionara aun mas—. Segundo, sé muy bien cuando y como tengo que hacer mi trabajo, sin necesidad que anden detrás de mí, pues no soy ninguna novata como las tipas que están temblando como ciervo recién nacido y para terminar —puso su mano en su cadera y sonrió—, no creo que a su jefe le alegre que me vaya. Sobre todo cuando él me rogó que estuviera en este desfile, ¿no cree?
Asintió frenéticamente y se alejó casi corriendo. Debería calmar a Hollie, no es bueno que se altere mucho y menos cuando tiene esa actitud de diva, pero amo cuando es agresiva.
Hollie besó mis labios antes de irse, moviendo su trasero con sensualidad. Mierda... tendré que comprarle ese traje cuando pueda, y lo haré en todos los colores posibles.
—Odio estos desfiles —pegué un brinco cuando Zac apareció a la par mía.
— ¿Cuándo regresaste? —pregunté sorprendido.
—Nicolás, estaba a unos pasos de ustedes —respondió con una sonrisa burlona—. No es culpa mía que no me hayas visto cuando no podías dejar de mirar a mi hermana con esos ojos de degenerado.
—No soy degenerado si soy su esposo —palmeó mi hombro y rió. Volteamos a ver a las chicas que estaban riendo tontamente y suspirando por nosotros—. ¿No les importa que esté casado?
—Las tontas piensan que tienen una oportunidad con nosotros —bufó molesto. Creo que nunca había escuchado a Zac insultar a una mujer...
— ¿Tontas? ¿Por qué eso?
— ¿Cómo quieres que llame a unas mujeres que se enamoran de la apariencia y el dinero? Intenté conocer a la mayoría de esas chicas y todas resultaron unas interesadas. No insulto a las mujeres, me parece una fala de respeto, pero ¿Qué esperan? Ni ellas misma se respetan —se apoyó en la pared, mirando hacia la fila de chicas que estaban por salir, Hollie encabezaba la fila—. Han estado con Gregg y Chad ha aprovechado unas cuantas veces —se encogió de hombros ante mi asombro—. Ambos dejaron en claro que no buscan nada sentimental y aun así, cayeron en sus camas.
— ¿Por eso estas soltero? ¿Por qué esperas a una mujer que se niegue a entrar en tu cama?
Sonrió cuando Hollie volteó a vernos y nos saludó con la mano, así como una pequeña niña suele hacerlo cuando está por entrar a escena, lista para tener su momento de fama.
—Espero a una mujer que no mire mi físico ni mi billetera —respondió en voz baja. Sus ojos melancólicos me tomaron desprevenido—. No tienes ni idea de cuantas veces quise enamorarme de verdad, y de las veces que me decepcioné de mi mismo por ser tan estúpido.
Zac es el más serio y el más responsable de todos los chicos Hamilton, a veces parece hasta más responsable que Chad, pero nunca creí que no tener amor lo afectara de tal forma. Sin embargo, la vida puede ser confundida con la muerte cuando no se tiene amor.
— ¿Por qué no sales con Cristal? —me miró sorprendido, haciéndome sentir orgulloso de mi mismo por haber sorprendido al grandioso Zac Hamilton—. Sabes que es diferente a las demás y que no es una interesada. Y lo más importante, sé que tú no eres un mujeriego que le romperá el corazón.
—Lo pensaré...
Y por su rostro pensativo, puedo asegurar que está considerando la idea.
Es posible que Cristal me mate pero no puede culparme por querer verla con un buen hombre y sé que Zac podrá ser un buen hombre para ella.
Cuando Hollie salió a la pasarela, nos acercamos para poder verla desfilar. Los reflectores iluminaban su cuerpo, dándole un toque de "soy la estrella del lugar". Ni siquiera desperdicié mi tiempo en ver cuántos hombres babeaban por ella, cada segundo lo aproveché para admirarla y sentirme orgulloso de mi esposa.
Soy un afortunado y nunca dejaré de decirlo.
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