Capítulo 11: Un zombie solitario.

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Raven

Saqué el cuchillo de cocina que Don me había dado y lo lancé con la idea de clavarselo. Por desgracia el cuchillo sólo lo golpeó aunque le dio oportunidad a Dominic de darse vuelta y dispararle varias balas al zombie dando una en la cabeza.

-Sean han multiplicado por decenas.

-Maldición, Dominic, necesito una arma.

-Vamos a buscar a Williams.

-Me escuchaste?

-Sí, Raven, lo hago.

Corrí con Dominic hasta la camioneta, Williams sacaba combustible de más autos.

-Escuché varios disparos.

-Un zombie solitario.

-Yo diría que no tan solitario. Los disparos llamaron la atención de aquellos.

Llevé mi vista y vi al menos 10 o 15 zombies caminar en dirección de la farmacia. Parecía que olían un rastro, llevaron la vista hacia nosotros.

-Debemos irnos. -Dom dijo. 

Subí a la camioneta y observé como Williams se iba sobre los zombies sin compasión. Sabía que debían morir pero cómo podía dormir pensando en los zombies que mataba. Aquellos que algún día fueron personas sanas. Yo había asesinado a uno y me sentía terrible.

-A este paso no podremos acabar con los zombies en una semana. Se multiplican muy rápido. -El policía dijo.

Vimos un par de autos de camino. Habían personas en las calles buscando alimentos, saqueando supermercados y otros comercios. Habían muchas personas aún con vida. Llegamos a una tienda de artículos de pesca. Dominic rompió la cerradura con un par de disparos.

-Si sigues disparando tendrás a media docena de zombies encima.

Le dije y él rodó sus ojos.

-Es raro que este lugar siga intacto.

-Pocas personas saben que aquí venden armas.

Vi a Williams tomar las escopetas de sus exhibidores yo por mí parte tomé varias navajas suizas y cuchillos costosos. Me incliné para buscar algo más que me sirviera. Dominic tomaba todas las municiones de los suministros. En eso escuchamos un disparo.

-Suelta eso.

Era una voz desconocida. Le hablaba a Jeremy. Me escondí detrás de él mostrador y saqué uno de los cuchillos. Dominic se había levantado para hablar.

-Disculpe, es usted el dueño?

-Deje las municiones en su lugar.

-Podemos llegar a un acuerdo. Tengo dinero. No sabía que aún había alguien.

Hubo otro disparo, era de aviso.

-Okay! Aquí están las municiones.

-Creen que voy a hacerles caso. Son unos malditos ladrones. No tienen dinero para pagarme.

-Soy el sargento Williams, señor, afuera está la camioneta de policía.

El tipo gordo disparó muy cerca de la cabeza de Jeremy a modo de advertencia.

-Eres un hijo de perra! -El tipo dijo y Jeremy maldijo.

Me moví a gatas hasta llegar detrás del tipo. No me había escuchado por suerte. Le hice una seña a Dom y él trató de entretener el tipo.

-No hay necesidad de que nos mate. Devolveremos todo. Williams deja eso. Podemos ir a buscar a otro lado.

En eso me abalancé al tipo por la espalda y este disparó sin ver a quien. Había clavado el cuchillo en su cuello. Jeremy le dio un puñetazo y este cayó al suelo.

-Le clavaste un cuchillo? -Era Dom.

-De nada, les acabo de salvar la vida.

-Pues deberían acostumbrarse. De ahora en adelante este será el pan de cada día. -Jeremy dijo tomando las escopetas. -Debemos irnos!

-El hombre está... -Empecé a decir.

Dominic se inclinó para ver el estado del tipo y luego me miró.

-Vamos!

-Está muerto?

-Vamos, Raven. Pronto vendrán los zombies.

Tomé el arma del hombre y un par de cajas de munición. Corrí detrás de Dom y subimos al auto. Yo estaba en shock. Había asesinado a un hombre sano y no a un zombie. Era una asesina.

-Hey, Raven! Te encuentras Bien?

-Eh? Sí, eso creo.

-Nos salvaste la vida, gracias. Ese hombre estuvo a punto de volarnos la cabeza. -Dominic me decía.

-Yo no quise asesinarlo.

-Jeremy lo dijo. Ese será nuestro pan de cada día. Tendremos que asesinar para sobrevivir. Ya no hay leyes, ni amistad, no hay más nada.

Miré mi mano llena de sangre. Esa tarde me la pase en mi cama tratando de salir de mi shock. Me quedé dormida al sentir fatiga.

Desperté asustada al soñar con los rostros de los zombies. Era la tercera vez que me sucedía. Ya había oscurecido. Hacía mucho frío. Otoño se estaba avecinando. Caminé por los pasillos de la clínica. Los cuerpos de los muertos ya no estaban. Seguí buscando a Dominic y escuché su voz afuera. Al llegar a la parte trasera de la clínica. Vi a Jeremy y Dominic detrás de una gran hoguera.

Observé ésta con detenimiento. El olor era espantoso, eran las personas infectadas. Tapé mi boca y nariz mientras observaba. En eso sentí una mirada sobre mí. Era Jeremy, él sonrió con repugnancia y yo le saqué el dedo del centro. Era un imbécil. Luego vi a Dominic. Estaba serio, ido en las llamas. No sabía que pasaba por su mente pero imaginaba la culpabilidad que sentía.

Mientras lo veía él dirigió su vista a mí. Me miró fijamente con sus ojos verdes, me había sentido incómoda entonces lo evité pero no pude aguantar las ganas de mirarlo nuevamente, Dom no había dejado de verme. Me crucé de brazos y entré a la clínica. Su mirada había sido tan intimidante.

-Qué le sucede? -Dije para mí.

Fui a buscar algo de comer. Hice un puré con algunas patatas y saqué una lata de salmón. Habían pasado 10 años desde la última vez que comí salmón. Dominic entró a la cocina y me observó con atención.

-Qué pasa?

-No sé dímelo tú?

-Cómo te sientes?

-Cómo crees?

-Deja de responder con preguntas.

-Necesito 2 líneas de coca o moriré.

-Morirás si sigues inhalando esa basura.

Bajé la mirada a mi salmón. Dominic tomó una manzana y salió de la cocina. Desde mis 15 años nadie se había preocupado así por mí. Excepto Frank, aunque él siempre me cobraba todo. Dominic...llevaba sólo 3 días de conocerlo y me sentía en deuda con él. Se preocupaba tanto por mí.

En eso Jeremy entró a la cocina y me sacó de mis pensamientos.

-Mmm. Salmón, que rico.

-Búscate algo, no te daré de mi salmón.

-Es una lástima. Tengo algo que quería convidarte.

El tipo sacó un bolsita con algo blanco.

-Es cocaína?

Ciudad En Ruinas: Operación Omegaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن