ON THE GROUND

Parte 18: It was you

El verde de la vegetación era tan intenso y vivaz que la ex comandante no pudo más que sonreír, realmente parecía ser un milagro que aquella porción de tierra permaneciera intacta. Tras mirar a sus compañeros con ilusión, se echó a correr en dirección a la arboleda que precedía al lago que fluía por aquellas tierras. Aunque su cuerpo se encontraba débil por la falta de hidratación en su sistema, la ojiverde corrió a toda velocidad entre los árboles como si conociera el camino de memoria, y en verdad lo hacía. Cuando Lexa era tan solo una niña corría por aquel valle junto a los demás natblidas, muchas veces formaba parte del entrenamiento y otras tan solo lo hacían por diversión. La adrenalina viajaba por sus venas a toda velocidad, sus músculos ardían por el esfuerzo pero al arribar al claro supo que había valido la pena. Ante sus ojos el paisaje se desenvolvía como un pequeño paraíso; el agua cristalina caía desde una cascada hacia un lago en calma en el que le hubiera gustado nadar de inmediato si no tuvieran que ir a comunicar la noticia. Lexa avanzó hasta la orilla y se inclinó para beber agua, el sabor era increíblemente puro y distaba en demasía del agua que bebían en el bunker. Los demás arribaron poco después, sus rostros evidenciaban la sorpresa e incredulidad que producía ver tal panorama, pronto imitaron a la de hebras castañas para beber y llenar las cantimploras.

La ex comandante continuó recorriendo el terreno, según recordaba las viviendas se hallaban cerca de allí y con suerte algo habría sobrevivido. Caminó esta vez con lentitud dejándose maravillar por lo que sus ojos veían, incluso sonrió al divisar las viviendas de lo que años atrás era uno de los clanes que más adoraba visitar. Entonces su mirada se situó en una mesa de madera situada ante una de las construcciones también hechas de madera. Se paralizó brevemente al vislumbrar unas cuantas frutas frescas sobre esta y lo que parecía ser el resto de una manzana con la marca de una clara mordida. Rápidamente se aferró al fusil que llevaba cargando, cada uno de sus pasos fue ahora cargado de cautela.

—Alguien ha estado aquí —Enunció en voz baja cuando los demás la alcanzaron. Se adelantó para ingresar al lugar y tras comprobar que estaba desierto realizó un movimiento con su mano derecha para indicar a los demás que era seguro ingresar. No bajó el fusil aún dentro de aquel sitio vacío puesto que todo parecía indicar que alguien habría estado allí hasta hace poco; pero fue otra cosa lo que logró que Lexa dejara caer el rifle de sus manos. El ventanal lateral estaba oscurecido desde el lado exterior pero dentro era adornado por varios trozos de papel de formas irregulares, el primero era un dibujo probablemente hecho por un niño pequeño pero el segundo... el segundo lo reconocería en cualquier sitio. En trazos oscuros, el propio rostro de la comandante inmortalizaba el momento justo en que se hallaba recostada sobre el sofá en uno de los sofás y Clarke se entretenía recreando con carboncillos la escena. Lexa avanzó hasta el dibujo como si el resto del mundo se hubiera apagado de pronto y lo tomó con sus manos sin poder apartar la mirada de él.

—Era ella —Murmuró para sí conteniendo la emoción que amenazaba con desbordarla. — Era Clarke ¡Está viva! —Enunció ahora alzando la voz.

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En la nave de Eligius los reencuentros ya habían tenido paso, la emoción de quienes estuvieron en el espacio al ver a la rubia fue pronto reemplaza por la preocupación ¿Quiénes eran en verdad los miembros de la corporación?

—Tú eres algo así como un genio —Enunció Madi observando a Raven teclear con rapidez. La pequeña natblida fue hallada por Bellamy en una de las habitaciones contiguas a la de Clarke, la niña le reconoció de inmediato gracias a las historias y dibujos de quien consideraba su madre. Raven estuvo a punto de verbalizar una respuesta probablemente alimentando su propio ego cuando Murphy ingresó a la sala de control con cara de haber visto un fantasma.