Parte 14: Light

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El intercambio de palabras con el canciller no se prolongó por demasiado tiempo, los incidentes comenzaron a replicarse en muchos sectores del bunker y no era la primera vez que sucedía. El plan estaba en marcha, probablemente quienes estuvieran generando aquellos disturbios fueran sus propios hombres para así desviar la atención de lo que verdaderamente ocurriría. La ex comandante avanzó por un largo pasillo, luego a su marcha se le unieron cuatro hombres más y un guardia skaikru que se había ganado la confianza de la natblida. Avanzaron sin miramientos hasta la puerta del bunker que, según era conocimiento popular, estaba bloqueada. Subió las escaleras metálicas con gran habilidad hasta encontrarse finalmente con la puerta que daría paso a la superficie. No le tomó demasiados intentos para saber que efectivamente se hallaba bloqueada, pero no por la puerta en sí sino que podía percibirse un gran peso del otro lado.

—Es imposible —Concluyó con tono serio desviando la mirada hasta sus hombres tras descender la escalera. Ninguno de los allí presentes se hallaba sorprendido por aquella confirmación puesto que contaban con tal imposibilidad. Sin más avanzaron en dirección al pasillo que comunicaba todos los niveles, más precisamente se encaminaron hacia donde se situaba la tecnología responsable del oxigeno y el agua dentro del bunker. No había margen de error, si el plan salía mal probablemente todos acabarían muertos. De todos modos, lo único que hacían desde hace ya un tiempo era sobrevivir haciendo sacrificios y racionalizando los recursos de forma extrema. Seguir esperando tampoco era una opción pero la natblida tenía la firme convicción de que lograrían salir de allí. Desde hacían ya varios días, sus sueños intentaban entregarle algún tipo de mensaje velado del cual se encargó de darle sentido. Ya no poseía la llama pero su conexión existía de alguna forma, o tal vez su subconsciente intentaba poderosamente comunicarle que debían salir a la superficie.

El hombre Skaikru se posicionó delante de un ordenador que mostraba unos cuantos gráficos en rojo, pudo percibir terror en sus facciones y supo de inmediato que algo no iba bien.

—¿Qué está sucediendo? —Cuestionó visualizando aquellas pantallas donde miles de datos para ella irreconocibles corrían como el agua de un río.

—El compresor y el generador de oxigeno no están funcionando, la alarma no se disparó porque alguien la desactivó, eso quiere decir que...

—Que alguien decidió dejarnos morir —Concluyó desviando su mirada hacia el gran artefacto situado en el fondo de la habitación. —Preparen los explosivos, al parecer contamos con menos tiempo del esperado —Ordenó. Inmediatamente los hombres ocuparon sus puestos, colocar los explosivos en los sitios adecuados era mucho más difícil de lo esperado. Ahora todos sabían que no existía opción de echarse atrás, era volar aquella habitación por completo y esperar que el derrumbe no fuera demasiado como para poder salir a la superficie. El nivel en el que se encontraban era el más cercano a la superficie, según informó el ingeniero Skaikru, puesto que los generadores necesitaban algún tipo de salida hacia el exterior. Por supuesto, colocar explosivos dañaría todo el equipo pero dadas las circunstancias se trataba de la mejor opción.

El zumbido en sus oídos había disminuido en intensidad tras varios segundos de aturdimiento, la explosión se expandió más de lo que estaba planeado y expulsó el cuerpo de varios de los presentes, no obstante, ninguno sufrió heridas graves. Lexa parpadeó varias veces contemplando aquel hueco enorme en la pared lateral, la brisa ingresando desde fuera acarició su rostro por primera vez en seis años. Lo habían logrado.

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Llenó sus pulmones de aire fresco, había olvidado lo bien que se sentía observar el manto oscuro de la noche envolviendolo todo. Examinó sus golpes y el corte situado en su antebrazo antes de comenzar a trepar por los escombros. Poco a poco ascendió por las múltiples rocas y segmentos de cemento dstrozados hasta llegar finalmente al tan ansiado suelo de la superficie. La ex comandante no fue consciente de la sonrisa que se plasmó en su rostro a penas sus pies tocaron la tierra. Los demás hombres subieron y se colocaron detrás de ella como si aguardaran las ordenes de su comandante. Sus orbes vagaron por el lugar completamente destruido, si había podido ver el cielo fue porque parte de la estructura estaba derrumbada. Con cautela avanzó por el asolado terreno, allí afuera todo estaba sumido en el más contundente silencio.

Dicen que los grandes momentos de la vida suceden sin anticipación alguna, y en esta oportunidad no fue diferente. Un estridente sonido seguido de un grito capturó la atención de todos los presentes, Lexa movió su diestra para dirigirse a los dos hombres detrás de ella y se movieron silenciosamente cubriendo mayor terreno mientras apuntaban sus armas a lo que se que se encontrara allí afuera. Ahora un fuerte sonido casi como un aleteo seguido de murmurllos, la castaña se asomó para comprobar con sus propios ojos que se trataba de una nave situada a unos cuantos metros. Lo que no esperaba ver ni en sus sueños más extraños, era a una muchacha siendo arrastrada por dos hombres hacia el interior de la misma.

—¿Clarke? —Murmuró asomándose por completo para tener una mayor visión, durante solo un instante sus miradas se cruzaron. Tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada, no tuvo tiempo de comprobarlo puesto que la puerta de la nave se cerró segundos después y se elevó con bastante velocidad para luego perderse en el horizonte.





Buenas a todos, sé que esto estuvo pausado por muuucho tiempo pero si a alguien le interesa continuar la historia lo haré. Por motivos personales el hiatus se extendió más de lo planeado pero ahora la intención es actualizar todas las semanas.

C-

ON THE GROUNDWhere stories live. Discover now